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2105 20 Mayo 2016

 

 

Los 3 no de AMLO
Ernesto Hernández Norzagaray

 

Mazatlán.- López Obrador, como presidente nacional del partido Morena, recorre los estados donde se celebraran elecciones el 5 de junio; lo hace para apoyar los candidatos de su partido y a sí mismo, en perspectiva de las elecciones presidenciales de 2018.

Y en esos apoyos, su pedagogía es sencilla, identifica al enemigo a vencer bajo un concepto flexible y genérico: La mafia del poder.

Más tres no, que significan, en el caso de cumplirse, toda una estrategia de purificación de la vida pública: no mentir, no robar y no traicionar al pueblo.
Este triángulo virtuoso nos remite a una predica de profundas raíces religiosas, que parecen extraídas no de la política sino de los mismos 10 mandamientos cristianos.

AMLO es un hombre de fe y mucha de su fortuna electoral radica en el apego a estos principios, que los baña periódicamente con gotas de austeridad republicana y ante una audiencia crecientemente religiosa explica la enorme respuesta que tiene en las encuestas de intención de voto.

Y, es que para la mayoría de los mexicanos, es indispensable ese proceso de purificación, hay hartazgo por la corrupción, la impunidad, la reincidencia infinita en el país del aquí no pasa nada, sin considerar, la enorme responsabilidad que tenemos todos cuando solo vemos pasar la lumbre por un lado.

Sin embargo, esa oferta virtuosa que hace el dos veces candidato presidencial, han sido temas que la historia política ha demostrado que tienen que ver con la naturaleza humana con el ADN cultural en sociedades como la nuestra.
Entonces, no es un asunto de conversión de buenos en malos.

Veamos, la mentira en política, ya Platón la incluyó en La República cuando escribió sobre la mentira noble, aquel engaño de que los hijos de los campesinos y artesanos algún día podrían llegar a ser gobernantes. Algo prácticamente imposible en una sociedad autocrática como la griega. Sin embargo, esa mentira era útil para mantener cierto equilibrio de poder y una estabilidad relativa. A la gente le gusta la paz, repudia la guerra, aun cuando viene arropada con los blasones de la patria y el honor.

Quizá por eso, cuando se sustituye el viejo por un nuevo régimen, los vencedores mienten a sabiendas  –cómo diría Blaise Pascal– que las nuevas leyes fueron creadas no para beneficiar a una élite, sino para del bienestar del pueblo.

Y es que, en esa lógica, no se puede gobernar siempre desde una posición de fuerza, se necesitan los tiempos de paz para ejercer el poder y obtener beneficios por encima de los demás. 

Así, como hay quienes hacen el elogio de la mentira política, los hay quienes se oponen tajantemente a ella. Inmanuel Kant, el gran filósofo alemán, sustentó su teoría moral en el no mentirás, pues argumentaba que de ese imperativo categórico derivaba todo los demás.

Obvio, hubo quienes cuestionaron severamente el purismo de Kant para resolver en función del bien común.

Y la mentira sigue ahí, por los siglos de los siglos.

El segundo principio, de no robar en la función pública, si bien sería el ideal en cualquier sociedad decente, lo cierto es que ninguna se escapa de esta práctica corrosiva y es que son muchas las tentaciones –y los incentivos incluso coerciones– que existen, donde se maneja dinero público, donde existen instituciones débiles y personas con ganas de tener más dinero.

Y el asunto, no es que haya funcionarios probos, incorruptibles, sino que no haya medios para sancionar el robo o los que existen fácilmente le den la vuelta por el camino de la impunidad como lo vemos todos los días en México, donde la política se volvió un negocio, o mejor, el negocio de tal suerte que los empresarios están llegando a tropel a los partidos y candidaturas independientes.

Lo ocurrido recientemente en Brasil, es un ejemplo: Dilma Rousseff, no habiéndose robado un solo real, fue separada del cargo electo pese a que le votaron más de 50 millones de ciudadanos.

Los encargados fueron paradójicamente diputados que tienen cuentas pendientes con la ley por la corrupción en Petrobras; ellos  han llevado a juicio político a esta histórica de la izquierda brasileña gracias a la separación de poderes, algo que es impensable en México, donde todo parece ser reducido a los intereses de la Presidencia de la República.

Está bien que AMLO aspire a tener en Morena, solo a personas decentes, pero eso está visto que no siempre se cumple en la izquierda. Los casos de Bejarano, Ponce, Imaz son emblemáticos; la pregunta entonces es si él es o la democracia interna la medida de control probo.

Y, al menos en los medios de comunicación, se impone la figura de AMLO, como lo acabamos de ver cuando un histórico de la izquierda de Chihuahua, como es Víctor Quintana, podría ser expulsado de Morena por haber planteado la necesidad de que su partido apoyara a Javier Corral en su búsqueda de la gubernatura.

Finalmente, está el “nunca traicionarás al pueblo”, que tiene un fuerte eco maoísta y adquiere un singular atractivo cuando en estos días  se cumplen cincuenta años de aquel horror comunista.

Y es que  en nombre de la “traición al pueblo” se han cometido muchos crímenes. Ahí está el genocidio de Pol Pot en Camboya o el estalinismo y sus crímenes.

Claro, en este momento no es el caso y se refiere sólo a rupturas de ciertas normas internas que a juicio de la comisión ad hoc determine quién traiciona, aun cuando sea sólo disidencia democrática.

Ahora bien, la traición en política es histórica, como lo muestra ese libro estupendo de Denis Jeambar e Yves Roucaute (Elogio de la Traición, Gedisa), quienes demuestran que es el lubricante de la política, el apego irrestricto e incondicional a un líder o a una idea puede derivar en anquilosamiento de un partido y la traición en esos términos puede representar la superación del líder y su idea. O sea, todo es cuestión de con qué espejo se vea.

En definitiva, a los tres no de López Obrador, hay que dar perspectiva histórica, no es simple retórica, hay ideas de fondo que prefiguran algo más y están detrás de las expulsiones que ha habido en Morena en los últimos meses.


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