Hidalgo 2016: poder local y proyecto político en juego
Pablo Vargas

 

Pachuca.- Por primera vez en la historia política contemporánea se van a realizar concurrentemente tres tipos de comicios: gubernatura, congreso local y alcaldías; esto más el conjunto de cambios jurídicos y políticos ponían en lo alto la renovación de poderes locales a efectuarse el 5 de junio de 2016.

Sin embargo, las ventajas y el bono de confianza inicial paulatinamente se fueron desconfigurando, en cuanto se pusieron en marcha las acciones de los organismos electorales y los partidos contendientes se enfrascaron en la contienda.

El estado de Hidalgo sigue siendo un bastión de la hegemonía partidaria tradicional, y las condiciones de competencia y participación política local se han impuesto inclusive con el acuerdo de actores locales de oposición, esto aunado a la cultura política existente y las decisiones de competir de modo fragmentario de los partidos opositores alejan las posibilidades de una alternancia, por lo menos a corto plazo.

Este proceso electoral en Hidalgo se inscribe en una larga transición política inconclusa, de cuarenta años, de hegemonía política y de partido predominante que implica un bajo desarrollo en la competencia y competitividad electoral, con organismos electorales parciales, y una cultura política predominantemente corporativa y clientelar basada en prácticas de subordinación y la manipulación del electorado pobre y de bajos recursos que es susceptible de lealtad sumisa y de compra de voto.

A pesar de la oportunidad única de poner en juego todos los cargos de representación política local, la actual campaña electoral en el estado de Hidalgo se encuadra en lo que Norberto Bobbio (1989) visualizó como una crisis de participación política, en sus múltiples modalidades y significados, en que existe una apatía y desinterés del electorado por la política, que está relacionada con la despolitización; y por otra parte, siguiendo al politólogo turinés, la presencia de una participación distorsionada o deformada, movilizada a través de corporaciones y clientelismo; y finalmente la participación simulada y ficticia que no tiene los resultados esperados ni para las instituciones, ni tampoco para los partidos ni ciudadanos.

 

El contexto local
Las elecciones ponen en el tapete de la discusión la posibilidad del cambio, el triste panorama socioeconómico de Hidalgo y la evaluación de los gobiernos locales durante casi un siglo. El control político del PRI ha conducido a que la clase política local se desinterese por la innovación y el desarrollo, o por los proyectos y modelos propios, todo lo contrario el poder solo les ha servido para mantener a toda costa una hegemonía castrante, oscurantista y autoritaria, y lo peor en términos de políticas públicas y de calidad de gobierno, de baja eficacia y eficiencia.

Los indicadores de desarrollo social son más que botones enormes de muestra del bajo impacto del gobierno en los grandes problemas sociales. Desperdicio de recursos humanos y financieros por la negativa para establecer evaluación, seguimiento y transparencia a los programas; y gestión pública de bajo impacto y precaria rendición de cuentas.

En políticas públicas locales se muestran una falta de iniciativa y dinamismo para generar cambios profundos. El dato más elocuente es que el gobierno de Hidalgo obtuvo el primer lugar en dependencia financiera y fiscal, que depende en 95% del presupuesto de la federación (SHCP, 2014) es decir que tiene enorme incapacidad para generar recursos económicos propios, en contraparte esta dependencia alienta la opacidad. El indicador más contundente es que la economía hidalguense solo constituye el 1.6% del PIB nacional.

La realidad socioeconómica de la entidad dista de tener transformaciones profundas, según Censo de Población de 2010 y otros indicadores económicos, prevalecen condiciones estructurales de atraso y alta marginación, ruralización, emigración de fuerza de trabajo (jóvenes y familias campesinas) en busca de trabajo y oportunidades de estudio. A ello se agrega una baja competitividad (capacidades para la gobernanza, transparencia, inversión y gasto), según el IMCO se encuentra en el lugar 24.

El efecto de esta falta de dinamismo económico ha trascendido al agro hidalguense, un sector completamente vulnerable, que según estudios oficiales, se caracteriza por cultivos de autoconsumo, de baja rentabilidad y con alto grado de riesgo a causa de sequías o fuertes lluvias. Esta es la razón principal, aunada a la posibilidad del “sueño verde” por la que sigue el flujo de trabajadores que viajan a Estados Unidos. A ello se agrega la desarticulación de pequeña y mediana industria y comercio, tan solo en 2014 cerraron 2500 tiendas debido al impacto de grandes almacenes y tiendas de conveniencia (información Canacope).

El sexenio que termina se puede evaluar en sus bajos resultados y rendimientos, en el incremento de la pobreza pero sobre todo en su reiterado alejamiento con los problemas sociales, el denodado rechazo a los derechos humanos, el desprecio a la sociedad civil y en la práctica autoritaria sempiterna; a esto se suma el bajo impacto y rendimiento del congreso local, acusado de “tortuguismo” con agenda incumplida en armonización de leyes en materia de derechos humanos, igualdad de género, justicia cotidiana y sobre todo transparencia.

 

Condiciones de competencia: ley y organismos de baja credibilidad
Las expectativas por mejorar las condiciones de competencia, sobre todo leyes electorales y el cambio de un árbitro electoral tienden a generar confianza. Sin embargo, en Hidalgo a pesar de que se dieron muchas reformas y cambios electorales, la importancia de estas se fue diluyendo y generando un menoscabo a las condiciones de legalidad y competencia, creando una regresión a condiciones anteriores a los años ochenta donde los organismos electorales se imponían bajo una débil regulación.
Entre los diferentes cambios que se dieron fueron los siguientes: una reforma electoral cocinada de última hora, como ya es costumbre, y sin consenso, con múltiples restricciones mismas que el Tribunal Federal (TEPJF) las rebotó por la falta de armonía con la reforma electoral federal, por ejemplo la figura de candidatos independientes, el debate entre candidatos, etc.
La restructuración del organismo electoral local, fuertemente cuestionado en el pasado reciente por la subordinación al gobierno local se dio en medio de gran expectativa, y correspondió al Consejo general del INE a través de aparatoso modelo, costoso pero ineficaz para refundar un OPLE sustantivamente distinto, el acuerdo entre Consejeros que manosearon un proceso de varias etapas y de un desgaste económico y psicológico, que fue mera pantalla no resultó puesto que en el IEEH permanecieron en gran parte funcionarios provenientes del antiguo régimen, adicionado por personas sin la menor experiencia y capacidad. Resultado: un organismo electoral que ha tomado decisiones garrafales en cada paso y en cada etapa y que a punto estuvo de reventar la elección.
Lo mismo sucedió con la designación de magistrados del Tribunal Electoral de Hidalgo y la Sub procuraduría de delitos electorales, todos funcionarios conocidos por trabajar alegremente como soldados de partido. Hasta la redistritación electoral, modificó el territorio jurídico administrativo de organización electoral, donde intervino el INE un rubro técnico de la geografía electoral dejo insatisfechos a los partidos políticos.
Dentro de las novedades, se pone en juego la figura de candidaturas independientes que tienen fuertes restricciones legales, que fue imposible instrumentar en el cargo a la gubernatura y en las diputaciones pero en las presidencias municipales pueden generar resultados inesperados en algunos municipios.

Partidos y candidaturas: la fallida coalición opositora  
Desde junio de 2015 empezaron los posicionamientos de los partidos en una etapa preelectoral muy intensa que generaba amplias expectativas para la competencia política.  Por una parte el CEN del PRI y el gobernador intentaban, vanamente detener los ímpetus de las fuerzas vivas, llamando a “esperar los tiempos”, y por otra los partidos opositores llamaron a una mesa de discusión, obteniendo una respuesta inusitada los principales partidos y líderes políticos acudieron, se buscaba una gran alianza opositora.

Los partidos opositores (PAN, PRD, PT. MC) entraron en conversaciones junto con Gerardo Sosa Castelán del Grupo Universidad, Moisés Jiménez de corriente institucional opositora a la sección del SNTE, entre otros. La preponderancia de intereses de grupo y personales impidió un acuerdo. De tal suerte que todas las fuerzas quedaron divididas. El PRD-PT se pronunció por José Guadarrama Márquez, al final desertó el PT. MORENA se estrena en elecciones locales con Salvador Torres Cisneros, dirigente de la Cooperativa Pascual, como abanderado a la gubernatura.

El PAN al no tener candidatos de envergadura, Xóchitl Gálvez declinó, y de última hora al conocer las encuestas internas, apostó por Francisco Xavier Berganza, conocido como el “cantante” quién ha pertenecido al PAN, PRI, MC, y ganó gracias a la alianza de 2006 con López Obrador la senaduría. Gerardo Sosa se alió a Movimiento Ciudadano y Moisés Jiménez pactó con el PAN la candidatura de representación proporcional.

En el PRI el proceso de selección interna fue largo y tortuoso para los contendientes; ante tantos interesados se impusieron mecanismos de control y obediencia para evitar la conflictividad y la división. Fuentes oficiales lanzaron una lista de siete aspirantes. Hubo mucho cabildeo sobre todo por las posiciones de Miguel Ángel Osorio en la Secretaría de Gobernación y Jesús Murillo Karam en la PGR y en vínculos con Los Pinos. Nuevamente, la decisión dependió del centro, el gobierno e instancias locales quedaron rebasadas, las candidaturas más fuertes se encontraban en puestos federales.

En la precampaña, que dio la impresión de ser una campaña formal con propaganda en todos los municipios y medios de comunicación prácticamente se centraron en dos propuestas los senadores Omar Fayad Meneses y David Penchyna Grub. Tras una intensa negociación interna y encabezando las encuestas Fayad Meneses fue ungido con los métodos tradicionales. No hubo ruptura ni división. El PVEM y PANAL se sumaron al PRI en coalición.

Dos nuevos partidos se agregaron a la competencia electoral el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) liderado por Andrés Manuel López Obrador y el Partido Encuentro Social (PES) un mazacote sin identidad política ni ideológica formada por ex militantes del PRI, PAN y PRD. A pesar de los escasos resultados en 2015, MORENA puede dar un salto en posiciones debido a la caída del PRD y de ser una alternativa para el sector de izquierda. El PT una vez que rescató el registro a nivel nacional pudo nombrar candidata a la gubernatura cuya presencia fue menos que simbólica.

Las candidaturas al congreso local en la mayoría no causaron problema alguno puesto que fueron designaciones de asambleas estatales. Cada uno con sus métodos internos. En el caso de las candidaturas a los ayuntamientos esto si fue un merequetengue, en muchos municipios se dio la conflictividad interna y hubo descontentos e inconformidades, lo que puede predecir la importancia que tendrá la lucha municipal.

La campaña electoral: falta de proyectos y guerra sucia 
A pesar de que hay una elección multipartidaria donde contenderán representantes de los nueve, con cinco candidatos a gobernador, y candidaturas a diputados en los 18 distritos locales como también en los 84, lo cierto es que las campañas electorales no tuvieron la profundidad y el impacto esperado. Tampoco se produjo una efervescencia ni se dio la polarización de candidaturas por la gubernatura.

El registro de candidatos fue escalonado. Primero a la gubernatura, luego las de diputados y enseguida las de alcaldías. Después de cerrado el término legal para las planillas municipales el IEEH rechazó el registro de 84 planillas PRD 18, del PT 25, del PAN 41, en municipios donde gobernaban estos partidos. Esto generó una alarma e inconformidad ya que se impedía la competencia y participación debido a incumplimiento de requisitos y del criterio de paridad de género. De inmediato se acusó al IEEH de parcialidad manifiesta y de romper la legalidad electoral. Tuvo que intervenir el TEPJF para reparar la errática decisión y los partidos empezaron con gran desventaja.  

Líderes nacionales de los partidos políticos apoyaron a sus candidatos del PAN vino Felipe Calderón y Margarita Zavala; por MORENA visitó Andrés Manuel López Obrador en diferentes ocasiones la entidad. En el caso del PRD vinieron los Chuchos a levantar la mano a José Guadarrama.

El debate de candidatos a gobernador fue un parte aguas en la campaña electoral. El sábado 14 de mayo se celebró el único debate que permite la restrictiva ley electoral de Hidalgo; se trata del primer debate en la historia de la entidad organizado y propiciado por un organismo electoral y fue ampliamente desperdiciado en insultos y diatribas de los candidatos a gobernador, que contundentemente reflejaron dos grandes carencias: el precario desarrollo democrático y la falta de proyectos para el estado.

 

Los factores de coyuntura y los escenarios de participación
Por primera vez se combinarán tres tipos comicios en elecciones locales de entrada esto pudo haber generado amplias expectativas de participación, sin embargo serán más fuertes los elementos de coyuntura emergentes que se produjeron en torno a este proceso lo que puede influir en determinados escenarios de alta, media o baja competencia y participación. Entre estos factores se encuentran los siguientes:

1) las nuevas condiciones de competencia electoral tanto de carácter federal –la reforma de 2014- que contienen lineamientos de fiscalización y de comunicación electoral; así como las de carácter local que generaron un nuevo Código Electoral, que contiene restricciones y retrocesos; nueva distritación electoral, nuevo Consejo General del IEEH, nuevos magistrados del Tribunal Electoral de Hidalgo, y nuevo responsable de la Subprocuraduría de asuntos electorales, el conjunto de estos elementos no pudieron dar confianza y certidumbre a la legalidad.

2) La geopolítica del poder municipal puede ser muy influyente, puesto que es importante las bases y fuerzas de poder en el territorio, aparentemente la geografía está dividida porque el PRI gobierna en la mitad de los municipios y en alianza suma diez más (PVEM y PANAL); el PAN ganó 14 municipios seis de ellos en coalición con el PRD, entre ellos Ixmiquilpan y Tulancingo; y el PRD tiene 11 municipios tres de ellos en esa coalición. En esa alianza el PT ganó cuatro municipios. Convergencia, hoy Movimiento Ciudadano ganó dos, entre ellos Huejutla. Empero, muchos de estos municipios se pronunciaron como “independientes” y han apoyado a los candidatos del PRI de tal suerte que no se mantuvieron las lealtades.

3) La fragmentación de fuerzas opositoras y la caída de un Frente electoral Opositor será un fuerte factor ya que a diferencia de 2010 ni siquiera se produjeron condiciones similares y se dividirán los votos. Igual situación se producirá en las elecciones municipales debido a que en anterior proceso de 2011 se tuvieron resultados también en alianzas.

4) La cultura política aun existente será otro factor, sobre todo la predominante de prácticas tradicionales y de orientación clientelar y corporativa puede ser el “fiel de la balanza” se enfrenta a un elemento poco medido que es el “mal humor social” que incluye la desesperanza y el desánimo de carácter despolitizador pero de manera distinta también el desencanto y la inconformidad que puede manifestarse en distinta preferencia.

5) Un elemento incierto que puede traer efectos distintos es la conclusión de los actuales alcaldes, con periodo de 4 años, 7 meses 15 días, han sido verdadero caldo de cultivo para el descontento y la inconformidad por gestiones corruptas e ineficientes.

6) Las candidaturas independientes tendrán un efecto reducido pero puede ser la sorpresa en algunos municipios cuando se constituya como alternativa a los partidos y su campaña haya sido articuladora de interese sociales.  

El conjunto de circunstancias y factores políticos abre la puerta a distintos escenarios de competencia y participación, pero todos coinciden que en este proceso difícilmente se construyeron condiciones de una mayor competencia y competitividad electoral inclusive para pensar en una alternancia. Empero será en la instancia municipal donde se puede producir una fuerte recomposición de fuerzas, una válvula de escape y una vasta disputa por el poder que se puede traducir en amplia conflictividad municipal.

Un elemento persistente en la vida política local es el abstencionismo, está presente en elecciones locales y federales esto contribuiría a reproducir tendencias históricas con resultados de baja legitimidad para los nuevos gobernantes. Está en juego la credibilidad de las instituciones. Los hidalguenses abrigan una amplia expectativa de que las cosas, el gobierno y la situación puedan dar un giro con los resultados electorales.
                                

                                        Cuadro 1. Electores en Hidalgo

hombres	mujeres
955, 594	1, 067 024
47.2%	52.8%

 

 

                               Cuadro 2. Gobiernos municipales

	Coalición	Partido
PAN PRI PRD PT PVEM MC PANAL	6 10 3 1 0 0 0	8 32 8 3 5 2 5

                      Cuadro 3. Elecciones de Gobernador en Hidalgo 1975-2010

partido	1975	1981	1987	1993	1999	2005	2010
PAN  PRI  PPS  PARM  PDM  PRD  PFCRN  PT	N.P 99.6 N.P N.P. S.R S.R S.R S.R	0.95 96.13 0.64 0.71 0.16 0.61 0.80 S.P	N.P. 90.40 2.05 1.17 N.P. 3.03 3.35 S.R.	5.95 78.18 0.84 2.58 0.16 6.04 2.79 0.80	30.48 50.92 -- -- -- 14.51 -- --	11.6 51.8 -- -- -- 29.51 -- 2.5	45.15 50.28 -- -- -- -- -- --

En 2010 el PAN HIZO Coalición con PRD

                       Cuadro 4. Abstencionismo en elecciones de gobernador (%)

 

 

* Investigador de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).