ANÁLISIS A FONDO
¿Energía eléctrica de fuentes qué?
Francisco Gómez Maza
Ciudad de México.- Los acuerdos a que llegan los mandatarios de Norteamérica –Canadá, Estados Unidos, México– son una Espléndida manera de viajar y de alguna manera divertirse a costa de los Erarios.
Tales acuerdos se firman hoy, se anuncian con bombo y platillo a través de los medios informativos, se celebra el encuentro con una comida o una cena, se platica de todo y los documentos signados se van al archivo francés, que así le llamó yo al basurero.
Tales acuerdos, como el que acordaron en Canadá los presidentes Obama, Trudeau y Peña, sólo sirven para la foto. Ah, y para despedir al hombre de jaguaiano que ya termina pronto su segundo mandato al frente de la presidencia de los Estados Unidos.
De verdad, quién les va a creer, y tengo que decirlo, particularmente al joven Peña, que la energía eléctrica se va a producir, en un 50 por ciento, gracias a fuentes limpias, si los mexicanos no sabemos lo que es limpio, ni siquiera sabemos qué es una conciencia limpia, y más si reímos mientras la gente, mucha gente, muchísima gente, sufre, llora, en estados pobres como Oaxaca o Chiapas, sólo porque el gobierno está empeñado en no mandar al Congreso una contrarreforma que enmiende los hierros perversos de la reforma educativa.
Pero me desvié, perdón, amigo lector. Estaba con el asunto del acuerdo de Obama, Trudeau y Peña de la energía limpia, según lo divulgó la Casa Blanca (la mera Casa Blanca, la que se levanta en 1600 de la avenida Pennsylvania NW, en Washington, DC, la capital del mundo), no la otra casa blanca mazahua.
Se supone que los presidentes y el primer ministro acordaron “una alianza histórica” para lograr la meta de producir el 50 por ciento de su energía eléctrica a través de fuentes limpias para 2025. Uy. En 2023 quién sabe en qué lugar del mundo estarán gozando de la pingüe pensión presidencial y les importará un bledo la tal energía limpia. Pura simulación es este mundo de la política. Da pena ajena porque los gobernantes, que representan o que están al frente de una res pública ni cuenta se dan que no se dan cuenta. Actúan como disléxicos, como autistas, como enajenados, como si fueran a ser poderosísimos toda la vida y no se van a ir nunca, jamás, al hoyo como cualquier mortal. (Y los epítetos no son una agresión personal.)
Algo grande tiene que hacer el señor Obama para despedirse como presidente. Se le acabó el 20. Dentro de dos años y medio también tendrá que despedirse Peña Nieto y dejará la residencia oficial de Los Pinos (Los Pinacates le decíamos en tiempos idos, cuando había más interacción entre los huéspedes de ese inmueble y los periodistas, y no era tan difícil ir y platicar con el mandatario o con quien estuviera a cargo de dar las bienvenidas).
En México nunca podremos disfrutar de energía eléctrica limpia. Si le dicen a usted que una equis cantidad de luz viene de fuentes limpias le están mintiendo. Quizá un poco limpias serán las energías que vienen de las plantas hidroeléctricas. Y menos ahora que se trata de que todo esté en manos de empresarios particulares, siguiendo el recetario de la señora Christine Lagarde, o quien esté al frente del Fondo Monetario Internacional.
Energía limpia, otra de las miles de subterfugios de la política para marear al público, para distraer al muerto de hambre respetable.
Pero veremos de qué cuero salen más correas. Los mandatarios de los tres países emitieron un comunicado en el que dicen, así, como para dorarle la píldora a los mal empleados y mal remunerados y a los desempleados: “Estimamos que el desarrollo de los proyectos actuales y futuros, así como de las políticas para lograr la meta, crearán miles de empleos limpios y apoyarán nuestra visión de una economía de crecimiento limpio”, Uy. Una economía casino jamás puede ser de crecimiento limpio. Siempre hay mucho dinero sucio en un casino.
El convenio se llama Plan de Acción trilateral y fue divulgado por la Casa Blanca como parte de la Alianza Norteamericana sobre Clima, Energía y Medio Ambiente, pactada en el marco de la “Cumbre de Líderes de América del Norte” (léase pachanga de despedida) celebrada este miércoles en la capital canadiense.
México se incorporó además a Estados Unidos y Canadá en el compromiso de reducir las emisiones de metano, de los sectores de petróleo y gas, en un 40 a 45 por ciento para el año 2025, a fin de contribuir en las metas nacionales de reducción de los gases que producen el efecto invernadero. Los tres países se comprometieron por ello a delinear nuevas regulaciones federales para reducir las emisiones de fuentes actuales y nuevas en petróleo y gas, así como una estrategia regional en petróleo, gas, agricultura y en manejo de desperdicios. Los tres mandatarios se comprometieron asimismo a reducir las emisiones procedentes de vehículos ligeros y pesados alineando los estándares de eficiencia de combustible y/o de gases para los años 2025 y 2027, respectivamente.
Uf. Si la lengua tuviera hueso… Y con Acuerdo y todo para darle una buena despedida al jaguaiano.
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