Nomás no cuadran los números de la deuda
Carlos Villarreal
Monterrey.- Las cuentas públicas de Nuevo León, vienen de manejarse con un desorden mayúsculo, y no sólo desorden, reflejan también los manejos irregulares de las cuentas de Ingresos y Egresos anuales que se realizaron en el sexenio del gobernador Medina.
Quien forma parte de la “generación intermedia” de gobernadores del PRI (aunque hay que aclarar que no solo es exclusivo del PRI), que han sido un fracaso y una decepción para los estados donde han gobernado.
Ahí están por ejemplo los casos de Veracruz, Chihuahua, Quintana Roo y el caso particular de Rodrigo Medina y su pandilla; no es un secreto a voces, es público el saqueo a las finanzas que hicieron a través de sobreprecios, obras pagadas y no realizadas, robo a las cajas y a las cuentas como en el Metro, la REA, etcétera; facturas de negocios inexistentes, y ahora tendrán también que responder por lo que aquí planteo y que tiene que ver con la información obtenida de la deuda pública y no se trata solo de los exagerados montos de la cuenta de “gastos de deuda”, que son gastos de “bróker” o despachos realmente innecesarios y por operaciones muy cuestionables y que habría que analizar las justificaciones desde las licitaciones y los montos mismos cobrados y su destino de pago final (seguro moche), el “Bronco team” de las finanzas incluye ahora para el 2016 de “gastos de deuda” en coberturas por 494 mdp.
El tema relevante es que según mis números, no cuadran los saldos resultantes de los movimientos de la deuda del gobierno central (financiamientos menos las amortizaciones) con lo reportado como saldos en los informes de cada IV trimestre; es decir, los saldos al 31 de diciembre de cada año. Esta diferencia entre estos reportes alcanza más de 10 mmdp.
Así vemos que el saldo de la deuda total central reportada (deuda a L/P+ Bono Cupón Cero + deuda C/P) aumenta entre el IVTRI del 2009 y el IVTRI del 2015 en 35 mil 44 mdp; y si observamos que el Financiamiento reportado año con año, menos lo que estimé se pagó por Amortizaciones, estos movimentos arrojan un incremento de 24.482 mdp en el saldo de la deuda, es decir, hay una diferencia de 10 mil 562 mdp que no se registró como movimientos, pero que sí aparecen como saldo de deuda.
Esa diferencia requiere aclaración y se sumaría a los 14 mmdp que la ASE de Nuevo León tiene señaladas como irregularidades en el 2012-2013 y que aún están pendientes de resolución en el Legislativo.
Estos señores de Medina y compañía, corruptos entre los corruptos, del sexenio pasado de Nuevo León, ojalá y pisen la cárcel y que no sea suficiente con regresar los dineros, sino que paguen con años de cárcel porque se ha afectado el interés de cientos de miles de ciudadanos de Nuevo León, a unos porque no les pavimentaron las calles o no hay iluminación en los barrios y colonias, otros porque no tienen ni para comer, menos para mandar a la escuela a miles de niños hijos de padres en pobreza extrema o cercana a ella y no se destinaron por ejemplo esos cuantiosos recursos a programas como las becas y desayunos escolares; no construyeron tampoco clínicas con esos recursos. No, no los invirtieron o gastaron en la gente, se los robaron como lo peor de esta sociedad, que siendo servidores públicos, con alevosía y ventaja, algunos sin despeinarse siquiera, con tan solo “el poder de su firma”, se hayan robado y/o malgastado los recursos públicos.
