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2142 12 Julio 2016

 

 

MALDITOS HIPSTERS
Algún día presentaré un libro decente
Luis Valdez

 

Para presentar un poemario de Xavi Bortoni

Monterrey.- El 18 de junio me tocó presentar el poemario Besitos de un muñequito iconoclasta, de Xavi Bortoni, alias El Súper Elvis, alias Paco Urbano, alias Francisco Salas. El Monkey Business a reventar porque no caben más de 15 mesas y si consigues una, te puede caer escombro del cielo falso.

Para llegar al mentado lugar donde ya se había cancelado el evento anteriormente por causas futboleras, tuve que hacer fuerza de tolerancia para dejar pasar a una marcha ciudadana. Porque los antitaurinos, los maestros o la comunidad gay también son ciudadanos. Lo curioso es que en Monterrey, aun con las advertencias de nuestro bronco gobernador, las marchas se siguen poniendo de moda.

Y todavía llego al mentado antro, donde los músicos tienen que agacharse para no darse de golpes en la cabeza con el techo, para encontrarme con un lugar pleno de iconografía rockera y de clientes con su característica parafernalia en playeras, botas y pañuelos. Realmente parece un lugar de rock, aunque la música vallenata me hace sospechar que a las 5 de la tarde descuelgan todos los posters de El Binomio de Oro, los Diablitos, Los Inquietos Vallenatos y La Tropa Colombiana, para poner los de Janis Joplin, Hendrix, Morrison o Lennon.

Luego de no escuchar completa ni una sola frase del dibujante Chava, porque la mesa detrás nuestro estaba ocupada por un grupo de gritonas que proclamaban que eran lesbianas, realmente me incomodó que no estuvieran en la marcha que en esos momentos se estaba llevando a cabo en la Explanada de los Héroes, frente al Palacio de Gobierno.

Por lo cual les eché un rollo sobre su pérdida de tiempo, si son un grupo de lesbianas y no están apoyando su causa, y hasta eso, incomodando en otras causas. Para ver este rollo, va el siguiente link:

https://www.youtube.com/watch?v=esCGLAEpr2A

Y ahora sí, mi presentación:

BESITOS DE UN MUÑEQUITO ICONOCLATA, de Xavi Bortoni
Xavi Bortoni era uno de esos niños a los que sus madres les regalaron trenecitos de pila

Y de esos que ahora

duermen en el cine y sólo esperan que al despertar

haya terminado la película

para regresar (por fin)

POR FIN

a casa

y beberse una caguama.

 

Xavi Bortoni sabe

Que hay culos tristes con los que se puede platicar, y que sólo esperan envejecer.

EN-VE-JE-CER

y que también hay culos desesperanzados y sinietros.

Todavía le impresiona que haya mujeres que se pongan histéricas

con un par de vasos de whisky,

capaces de hacer un caos en las pinturas de cisnes dormidos y

en la música de Hank Williams.

 

La ciudad de Xavi Bortoni

es una ciudad que todavía huele a orines

a cerveza, a prostitutas de la esquina, a tacos de carne de rata

a metro subterráneo.

 

Es una ciudad donde las cucarachas

esperan al obrero que llega a su casa

por la mañana,

convertido en una criatura de Frankenstein que se va desarmando

mientras el Hotel Roosevelt

EL HOTEL ROOSEVELT

sigue en pie,

retándonos a arrojarnos por la ventana

o a ser candidatos perfectos para entrar en el manicomio

mañana o pasado mañana.


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