Piketty y la medición de la desigualdad
Eloy Garza González
Monterrey.- En relación a mi artículo “El Kim Kardashian de la izquierda demagógica”, sobre Thomas Piketty, he recibido algunas críticas y me han inventado conclusiones que no son mías.
1.- Yo jamás he negado la desigualdad social en México y en el mundo. En ninguna parte de mi artículo digo que no persista este terrible mal histórico. Lo que que sí niego es que la fórmula planteada por Piketty para medirla, sea correcta. Pienso más bien que es "tan falsa como una moneda de tres pesos".
2.- Como bien dice el doctor en matemática aplicada, Óscar Garza (que de pasada es mi hermano), las diversas fórmulas para medir la desigualdad no son claras ni consensualmente aceptadas en el mundo académico. La más usada para medir desigualdad desde la perspectiva de los gobiernos es el coeficiente Gini (que actualmente se aplica en México). A los gobiernos les gusta esta medición porque elimina de los resultados los extremos, es decir, saca del estudio a los más ricos y a los más pobres. Otra fórmula de desigualdad es el índice Theil, criticada por usar más los principios de la física que de la economía. Y la tercera fórmula es el índice Palma, con similares asegunes que las anteriores. Tampoco queda clara la medición de “La pobreza”; los estudiosos del tema parecen más preocupados en legitimar a gran parte de los gobiernos corruptos del mundo. Según esta fórmula, en México ya merito le ganamos la batalla a la pobreza desde hace más de 70 años. Pero las cosas en la realidad siguen igual de malas.
3.- Si se quiere tener una fórmula de medición sobre la desigualdad social verdaderamente sólida, es mejor leer al reciente Premio Nobel, Angus Deaton, antes que a Piketty. Deaton es un economista con mayor sustento intelectual en todos los órdenes que Piketty y su posición ideología también es de izquierda.
4.- Yo no sustentaría la validez de una fórmula para mediar la desigualdad social apelando simplemente al currículum de quien la diseñó, como lo hacen algunos de mis críticos. Porque en ese caso, al igual que Piketty, otro investigador de la London School Of Economic, fue Fidel Herrera, ex gobernador de Veracruz, a quien yo no le tengo el mínimo respeto intelectual.
5.- Concluyo provisionalmente con una duda: no me explico por qué despreciar tan duramente a la bella y bien formada señorita Kim Kardashian, para quien sería un honor ser considerada la Thomas Piketty del mercado del glamour. Cada quien en su rama es exitoso, aunque sus méritos no me parezcan elevados en comparación con otros colegas suyos.
