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2231 14 Noviembre 2016

 



Unidos, aún más fuertes
Valentina Caballero Hernández

 

Oklahoma.- “Por primera vez en mi vida, siento como si no perteneciera”. Ese fue el texto que recibí –luego de la elección– de un amigo latino. Si eso no te parte el corazón, o si no entiendes por qué él y yo, y tantos otros se sienten de la misma manera, mi corazón se apena por ti.

No hay palabras para expresar lo profundamente triste que me encuentro por los resultados de estas elecciones. Me rompen el corazón. No dormí en toda la noche. Lloré. Sigo llorando por los resultados. Y no puedo entender por qué hay tanta gente que no comprende por qué esto es tan importante y por qué resulta tan devastador para tantos.

Estos no son los Estados Unidos que yo honro; los Estados Unidos diversos y hermosos de donde provengo. Estamos en tal retroceso con sólo una elección y hay tanta gente que no puede verlo. La gente de color, las mujeres, los inmigrantes, los discapacitados, los musulmanes, la comunidad LGBTQ… todos estamos dolidos. No obstante, hay tanta gente que no entiende el porqué. Mucha gente cree que nosotros las minorías estamos exagerando nuestra reacción. Imagina cuán indudablemente privilegiado tiene uno que ser con esa mentalidad. De veras deseo que puedan comprender lo que esto significa para nosotros.

Es increíblemente desalentador que algunas personas que votaron por este hombre dicen quererme a mí, una mujer mexicana; dicen preocuparse por mi familia mexicana e inmigrante; dicen preocuparse por sus amigos musulmanes, sus amigos homosexuales, sus amigos de color. Me enferma la gente que votó por este hombre que representa la insolencia y el prejuicio. Es frustrante que no puedan ver que representa la insolencia y los prejuicios.

No puedo comprender cómo una candidata blanca, rica, educada en universidad Ivy League, con una experiencia increíble, haya perdido la candidatura a la Presidencia ante el ex anfitrión de un reality show. ¿Qué le dice esto a las generaciones futuras de mujeres respecto a lo que pueden lograr? Que incluso si están mejor calificadas para un puesto en todos los sentidos, de todos modos, habrán de perder ante un hombre. Hillary, sin duda hubiera sido una gran presidenta. Era la más preparada y calificada de los candidatos presidenciales que nuestro país ha visto. Ella cree en la diversidad, en la inclusión, en la igualdad, en la aceptación, en todo lo que debe conformar a un país. Donald Trump y Mike Pence representan lo opuesto de todas estas cosas y, sin embargo, de alguna manera, ahora ellos son los líderes de nuestro país.

Yo tenía 10 años cuando el presidente Obama fue electo. Ahora, a su salida, ya estoy en la universidad. Él fue mi infancia. No recuerdo haber vivido bajo ningún otro presidente. Y qué presidente ha sido. Él también representó la diversidad, la inclusión, la igualdad y la aceptación. Y ahora llegado el 20 de enero, los niños de este país crecerán bajo el liderazgo de este odioso hombre y su vicepresidente, y a esos niños se les enseñará que la xenofobia, el sexismo, la islamafobia, los prejuicios, el racismo, la exclusión y la intolerancia son cosas normales. Si nuestro presidente puede decir esas cosas y actuar de esa forma sin sufrir consecuencias, aprenderán a creer que son aceptables dichas cosas. Es vergonzoso y desalentador que tanta gente esté de acuerdo con esto.

Me duele el corazón. Me duele el corazón por los que se ven directamente afectados. Me duele el corazón por ustedes los que no pueden comprender la gravedad de estos resultados; los que no pueden ver el terrible impacto que esto tendrá en tantas comunidades. En tantas familias. En tantos seres humanos que no son diferentes de ustedes. Ustedes apoyan a unos Estados Unidos donde estas personas no tienen ciertos derechos inalienables, unos Estados Unidos que cree que no todos los seres humanos han sido creados iguales, unos Estados Unidos significativamente menos libres.

Pero el amor triunfará. El amor, la igualdad y la justicia deben prevalecer. “Esta pérdida duele. Pero por favor nunca dejen de creer que luchar por lo correcto vale la pena”, (enfatizó Clinton al aceptar su derrota). Está en nosotros seguir de pie y hacer que se nos escuche. No podemos perder ante los prejuicios. Debemos continuar apuntando alto. Necesitamos continuar avanzando hacia adelante y convertirnos en un país que ama y acepta, ¡a pesar de! nuestro presidente.

El amor siempre, siempre derrotará al odio.

 

§ Traducido del inglés por Margarita Hernández Contreras.

* Estudia el primer año de la licenciatura de Estudios Internacionales, en la University of Oklahoma.

Comentarios a: cabavalentina@gmail.com.

 

 

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