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2257 20 Diciembre 2016

 

 

Privatización del IMSS
Lupita Rodríguez Martínez

 

Monterrey.- El mismo proceso que se aplicó para llevar a cabo las contrarreformas energética y educativa se ha puesto en marcha para privatizar al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y, por ende, para nulificar el derecho constitucional a la protección de la salud.

La privatización del IMSS causa todavía mayor escozor, ya que cuenta con una población de 71 millones de afiliados, antes llamados asegurados o derechohabientes; es decir, la salud del 60 por ciento de la población depende de sus servicios médicos y de sus programas de seguridad social.

Los trabajadores son quienes más padecen la aguda crisis financiera del IMSS, debido a corrupción tan alta de muchos de sus directivos, al recorte presupuestal que se le aplica año tras año y al pasivo laboral generado por los propios trabajadores en retiro. En el actual sexenio, más 10 mil sindicalizados han sido despedidos de los 410 mil con que cuenta el Instituto.

Las voces de alarma sobre la privatización del IMSS tienen sustento, pues hasta el momento la dirección nacional del Instituto ha subrogado el 30 por ciento de sus servicios de salud, en donde un grupo de gobernantes y de empresarios han resultado los principales beneficiados.

La prueba más contundente de la privatización son los nuevos centros hospitalarios construidos en todo el país a través de Asociaciones Públicas-Privadas (APP) o de Proyectos Públicos Sociales (PPS). De ellos, el más caro es el Hospital de Zumpango, en el cual tanto el gobierno federal como el gobierno del Estado de México han invertido poco más de 8 mil millones de pesos y, sin embargo, es un hospital que aún no presta servicios.

El proceso de privatización del IMSS ha sido silencioso y paulatino. El Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social ha venido denunciando las “transformaciones” que ha sufrido la Institución, pero cuyo verdadero trasfondo es el ánimo privatizador. Tal es el caso de los servicios del Tercer Nivel, en donde se trataban las enfermedades crónico-degenerativas y ahora han sido “transformados” en Unidades de Alta Especialidad Médica, cuyo funcionamiento es autónomo y con presupuesto propio, originando un “nido de corrupción y de fuga de recursos”.

Otro programa afectado es el “IMSS Prospera”, que a nivel nacional tiene 12 millones de afiliados de zonas rurales, pero que fueron trasladados al Seguro Popular, en el cual sólo se atienden enfermedades básicas.

El paulatino proceso de privatización está siendo llevado a cabo por el propio Estado, cuando su obligación es garantizar los servicios de salud y la seguridad social, sobre todo por la grave situación económica que atraviesa el país, en la que los más afectados son los que menos tienen.

A pesar de que el denominado Pacto por México ya dejó de operar, es la misma estrategia que se orquestó para entregar a PEMEX y a la CFE a los mismos inversionistas extranjeros expulsados con las expropiaciones de los presidentes Lázaro Cárdenas del Río y Adolfo López Mateos.

Se trata de otro paso más de los gobiernos neoliberales del PRI y del PAN, que se ajustan a los mandatos del Consenso de Washington para trabajar en favor de los intereses de las grandes transnacionales, en detrimento de la calidad de vida de la población mexicana.

Son políticas que laceran el derecho de toda persona a la protección de la salud. El deber del gobierno federal es salvaguardar al Instituto Mexicano del Seguro Social de las políticas neoliberales privatizadoras.

Frente a esta nueva asechanza sólo queda la unidad nacional y la organización de la ciudadanía para rechazarla, toda vez que representa un retroceso y una grave violación a los derechos conquistados y consagrados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Hagamos conciencia social y participemos en las movilizaciones contra la privatización del IMSS y contra quienes pretenden entregar la infraestructura médica hospitalaria que el pueblo mexicano ha construido a lo largo de 73 años con mucho trabajo y esfuerzo.

A pesar de estos sinsabores, demos gracias por todos los momentos vividos este año y pongamos la mirada en nuevas oportunidades, planes y proyectos. Son nuestros mejores deseos para que pasemos una Nochebuena y una Feliz Navidad en unión de toda la familia.

 

 

 

15diario.com