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2288 1 Febrero 2017

 

 

Van Damme es Trump
Eloy Garza González

 

Monterrey.- De niño me gustaban las películas de Jean-Claude Van Damme, aunque casi todas son malísimas. Van Damme es Kick-boxing, pero me parece que en la vida real es mejor peleador Steven Seagal, menos exhibicionista pero más efectivo, además de que es músico de jazz, y por eso me caía bien, hasta que me enteré que su deporte preferido es perseguir inmigrantes, vivos o muertos.

Esto viene a cuento porque hace un año Donald Trump invitó a Mark Singer, de The New Yorker, a volar con él en su avión particular, un Boeing 757. A mitad del vuelo, a Trump se le antojó ver su película preferida: Bloodsport, una de Jean-Claude Van Damme, que no solía ver completa, nada más las escenas finales donde Van Damme, hecho una furia "sediento de sangre" (sic), se pelea a puño limpio con sus enemigos y les gana a todos.

Singer narra cómo se exaltaba Trump especialmente cuando Van Damme golpeaba en las partes bajas a sus adversarios. "Eso hago con mi contraparte antes de comenzar cualquier negociación". Singer transcribió lo que luego le dijo Trump: "seguro vas a contar cómo me emocionan las películas de Van Damme, pero sé honesto y di que a ti también te divirtió ver cómo le reventaba los testículos a los enemigos". 

Singer sintetizó con esta anécdota el libro completo de Trump: The Art of the Deal (justo el libro que, vaya uno a saber por qué, trajo todo el tiempo en sus manos Carlos Slim, durante su rueda de prensa fuera de lugar). Donald Trump no es "Terminator" ni "Negociator", es un Van Damme de 70 años, racista, xenófobo y ridículo que cree que gobernar significa romperle los testículos a los más débiles que él.

 

 

 

15diario.com