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LOS APUROSDE RUTH ZAVALETA / Asael Sepúlveda
Le hanllamado “La Dama de Hierro”. El inefable Gerardo Fernández Noroña dijo de ella que había “aflojado el cuerpecito”. A las pocas horas de que la visitó Juan Camilo Mouriño, no faltó quien dijera que se había dejado agarrar la pierna. El jueves pasado, con energía,exigió a los diputados del FAP que bajaran la lona con la que acababan declausurar la tribuna de la Cámara de Diputados, pues estaba en proceso la votación para la creación del Fondo de Apoyo a los exbraceros.Lentamente, la manta bajó. Sólo volvió a subir cuando terminó la votación y Ruth Zavaleta dio por terminada la sesión..
Este martes, como estaba citada, se llevó a cabo la sesión ordinaria de la Cámara de Diputados, en un recinto alterno, dentro de San Lázaro, pues la tribuna sigue clausurada por petistas, perredistas y militantes de Convergencia. A la sesión, asistieron,por supuesto, los panistas, los priístas, los verdes, los de Alternativa y los del Panal… bajo la
Presidencia de la perredista Ruth Zavaleta y la vicepresidencia del también perredista Luis Sánchez.
Antes de empezar, Ruth Zavaleta leyó un comunicado, a nombre propio y del Vicepresidente Luis Sánchez, don de manifestaron que presidían la reunión acatando la normatividad interna del Congreso y la votación de la Mesa Directiva. Señaló que es necesario el diálogo y el debate nacional en el tema energético. Manifestó, a nombre propio y de Luis Sánchez,que no aceptaban la sede alterno, pues el salón de plenos es el espacio natural para el debate, por lo que invitaba a todos a trabajar juntos para producir acuerdos.
La sesión se desarrolló sin mayores incidentes, con el acuerdo central que inquietaba alos panistas: el permiso a Felipe Calderón para viajar a Estados Unidos.
Mientras Ruth Zavaleta presidía en su parte final la sesión de ayer martes, el personal de seguridad de la Cámara de Diputados cerraba, con cadenas y candados, las dobles puertas de acceso desde la calle Emiliano Zapata al recinto legislativo. ¿Las Adelitas?. No, un solo individuo, Gerardo Fernández Noroña,quien fue informado de que no podrían entrar, ni él ni su anfitrión, el diputado Othón Cuevas.
Es difícil saber si Ruth Zavaleta se enteró de la presencia de Fernández Noroña, uno de sus más feroces detractores. Lo que sí es cierto es que, cuando menos este martes, no se vieron las caras en San Lázaro.
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