622 10 septiembre 2010 |
ANÁLISIS A FONDO Si EU no ve las suyas en su economía, cómo estará México El diario neoyorquino The New York Times puso el dedo en la llaga, al analizar en su edición de ayer jueves el debate sobre la Economía, que atizó el presidente Barack Obama con su incendiario mensaje del miércoles a la nación. Obama, quien tomó demasiado tiempo para participar en este debate, planteó advertencias gravísimas. Dijo que, para crear empleos y estabilizar la economía, el gobierno federal tendrá que ayudar a las empresas para que éstas inviertan más y tendrá que gastar más, por un tiempo prolongado. El país nunca será capaz de abatir el déficit, si el Congreso aprueba la demanda injustificada de los republicanos de recortar en 700 mil millones de dólares los impuestos a los ricos. Los estadounidenses están profundamente preocupados por la economía y sus puestos de trabajo y sobre si sus representantes electos en Washington tienen un plan realista para desenredar esta muy liada madeja. La situación del aparato productivo estadounidense no está en un lecho de rosas, como todos los indicadores lo muestran. Los estadounidenses están muy preocupados sobre todo por el desempleo. Una economía que crece sólo para las clases dominantes a costa de los magros salarios y los millones de parados, es una economía en absoluta recesión. El objetivo de cualquier proceso económico es producir riqueza y distribuirla equitativamente entre todos los ciudadanos que conforman la sociedad, la comunidad. Y el presidente Felipe Calderón Hinojosa debe de debe poner las barbas a remojar, pues el vecino distante y poderosísimo se las está recortando. El horno mexicano no está para bollos. La tasa de desocupación en el país durante julio pasado fue de 5.70%, mayor al 5.05% reportado en junio pasado, aunque fue menor al 6.12% de igual mes del 2009, pero este dato es un real consuelo de tontos. Pero el mayor problema es la subocupación, que al final de cuentas deviene del desempleo. Y la población subocupada (con necesidad de trabajar más horas), representó 8.5% de la población ocupada, cifra superior al 8.3% de julio de un año antes. Si el desempleo abierto es gravísimo. Mucha gente no tiene nada, lo que se dice nada, ni siquiera para comer, y no hablamos de pobres o no letrados. Insisto en el adagio popular: “Si ves las barbas de tu vecino recortar, pon las tuyas a remojar”. Sin embargo, no hay indicios de que los encargados de la medición de la economía – Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Secretaría de Economía y Banco de México (el banco central) – estén conscientes de la gravedad de la situación. Es más, pareciera que no les importa. Comparten los principios de los republicanos estadounidenses, encabezados por el desconocido y gris, señor Boehner. Creen ciegamente en el dios del libre mercado y aplican inmisericordemente las leyes de la necesidad y del abuso, como he bautizado a las malditas leyes de la oferta y la demanda. http://analisisafondo.blogspot.coom/
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