HABÍA UNA VEZ
Mienten funcionarios de Tamaulipas
Everardo Hernández Medrano
atamoros, Tamaulipas.- Marcelino Hurtado Loredo, secretario particular de la directora general del Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes, estuvo bebiendo desde muy temprano en compañía de su jefa Libertad García Cabriales, en las instalaciones de la feria de Ciudad Victoria, Tamaulipas; luego, en compañía de su esposa, salió conduciendo el vehículo oficial marca Durango a exceso de velocidad y por el estado en que andaba, se impactó en contra de otro auto donde perecieron tres estudiantes y otros dos quedaron seriamente lesionados.
La esposa del ebrio funcionario, Nallely Ramos García, al ver la magnitud de la tragedia, mintió argumentando que era ella la conductora y autora del fatal accidente, mientras el cobarde funcionario huía entre las sombras de la escena del crimen, abandonando a su esposa e instruyéndola para que se auto inculpara.
Y entonces empezaron las mentiras oficiales, porque como era un alto funcionario del gobierno del estado, se trató primero de ocultar el hecho a la opinión pública para darle impunidad al cobarde sujeto, conocido por sus constantes borracheras a bordo de vehículos oficiales los fines de semana.
Su jefa, la directora general del ITCA, Libertad García Cabriales, mintió cuando aseguró que no podría tratarse de su secretario particular, porque habían estado “trabajando” hasta las once de la noche en las instalaciones de la feria.
No obstante, las autoridades estatales no contaron con que los familiares de los jóvenes fallecidos y los medios de comunicación empezaron a exigir el esclarecimiento de los hechos y obligaron a la procuraduría de la entidad a investigar y no congelar el expediente como sucede en estos casos.
Incluso hubo ofertas de miles de pesos a los periodistas y portales noticiosos de esa capital para que ya no le dieran seguimiento al caso, pero fueron rechazadas porque nadie quería ser cómplice de un hecho tan lamentable y criminal, donde había la clara intención de las autoridades de a cualquier costo brindarle impunidad al mencionado funcionario.
Incluso un alto funcionario del gobierno del Estado le comentó en corto a una periodista que estaban seguros de que el autor del crimen era el funcionario mencionado, pero que el gobernador no quería que se afectara la imagen de su gobierno con un hecho de esa magnitud.
Finalmente el gobernador Egidio Torre Cantú, presionado por la opinión pública, aceptó y declaró que la procuraduría investigaría hasta sus ultimas consecuencias el accidente y a todos los involucrados.
El hecho de que un funcionario del Gobierno del Estado anduviera conduciendo un vehículo oficial en estado de ebriedad en horas de la madrugada, generó cuestionamientos sobre los supuestos controles para el uso de los vehículos oficiales que supuestamente deben permanecer bajo resguardo de la institución fuera de las horas de trabajo.
Y otra vez las mentiras y las justificaciones infantiles de contralores y auditores, que bueno, pues algunos funcionarios sí podían llevarse los vehículos para su uso particular después de horas de trabajo, pero no todos, sólo los altos funcionarios.
El gobierno de Tamaulipas quedó mal, quedaron exhibidas las mentiras de sus altos funcionarios y lo peor fue que todos mintieron para salvar a un borracho homicida.
El martes estaba por definirse la situación jurídica de Nallely Ramos García, quien se declarara culpable del trágico accidente en donde tres jóvenes perdieron la vida.
La procesada, que permanece hasta ahora en libertad bajo fianza, falseo su declaración como inculpada, pues se declaró culpable del accidente, asegurando que ella conducía la camioneta Durango, propiedad del Gobierno del Estado; sin embargo, en la averiguación previa se concluyó que no era así.
De acuerdo a las indagatorias del Ministerio Publico Investigador, era Marcelino Hurtado Loredo, el entonces Secretario Particular de la Directora del ITCA, Libertad García Cabriales, quien realmente conducía la unidad.
Por falsedad de declaraciones ante una autoridad, personal de la Procuraduría General de Justicia detuvo a Edith Nallely Ramos García, esposa del funcionario del Instituto Tamaulipeco de la Cultura y las Artes (ITCA) Marcelino Loredo Huerta, quien permanece en libertad bajo fianza.
Hasta para mentir son ineptos.
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