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3 de marzo de 2010

15diario.com
Kultur

La delicada ecuación cultural

Ricardo Díaz Vázquez

Aquellos que recibimos nuestra formación profesional en el campo de las llamadas ciencias exactas (que luego se da uno cuenta que a partir de cierto punto ya no lo son tanto) recordamos de cuando en cuando las ecuaciones matemáticas y el procedimiento para resolverlas. Como sucede con el enunciado que establece que en una operación aritmética, el orden de los factores no altera el producto.

Cuando empecé a adentrarme en los campos literarios me di cuenta que en lo referente al aspecto cultural, el orden de los factores sí altera el producto y tiene una alta incidencia en obtener resultados diametralmente opuestos. Cuando en medios o en alocuciones escucho: “cultura del abuso”, pienso en el abuso de la cultura para fines poco transparentes.

Ante “cultura de la impunidad”, viene a mi mente que toda expresión cultural debe ser impune a represiones que hacen los autollamados guardianes de “la moral y las buenas costumbres” (¿según quién? preguntó otro).  Cuando leo “cultura de la evasión fiscal” veo que muchos evaden la cultura para seguir operando en las zonas grises que les dan tanto confort. La frase “cultura de la corrupción” trae a mi mente como han corrompido la cultura bajo otros nombres. En lugar de ver todo lo que implica el término cultura y que es un forma de ver el mundo, más que una moda o tendencia, cómo se le pretende explotar, aprovecharse de ella, prostituirla y en nombre y cobijo de ella manejarla como si fuera patente de corzo.  Ante tal alusión de términos sobre la cultura, prefiero quedarme con la definición que dio la UNESCO:

“...que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden.”

(UNESCO, 1982: Declaración de México)

 

diaz.vazquez@gmail.com

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