CRÓNICAS PERDIDAS
Revolution Suite
Gerson Gómez
Monterrey.- Eres un pinche poser, le dije a la salida del concierto de la disolución social. Cuando lo encontré en el mingitorio, sacudiendo el pene de otro más borracho que yo.
Ayer colgaste en el muro del face, las fotos del baile de Ramón Ayala. Y hoy eres súper rockero, anarkopunketa. Con tu playera de Jimmy Hendrix y los pantalones rotos. No mames. güey.
Eres un gran puñetas, fake. Estoy seguro que en el ipod de la chamarra de mezclilla traes hasta a los grandes éxitos de Chalino Sánchez.
Puedes ser puto, gay, muerde almohadas, casado con hijos, y seguir siendo rocker.
Ya vez, David Bowie y Mike Jagger.
Cortarte el pelo y peinarte bien, porque lo rocker se lleva en el corazón y es más que una actitud pendeja, de ir a esos bailes pedorros, a los que acostumbras ir a ver y a tocar.
Al rato vas a comprar palco para el futbol o ser súper fan de los Sultanes, en el estadio de beisbol Monterrey.
No cabrón, los rockeros no damos las nalgas en cualquier esquina.
Si los chotos te suben en la granadera y tratan de extorsionarte, inventando cualquier mamada, con tal de bajar la lana que traigas en la cartera, aguantas.
O si por el puro gusto de agarrarte a putazos porque no les caes bien. Porque vistes gacho o estás bien feo.
Ser rockero es tener memoria.
Sí recuerdo que dejaste la banda que teníamos desde la prepa, donde tocabas con madres la lira: ni modo, batos, me voy a casar, dijiste, cuando estábamos por entrar a grabar al estudio.
Le hacen como puedan. Busquen guitarrista de remplazo, en buena onda les ayudo a audicionar o les puedo mandar a varios chavos que he visto tienen posibilidades.
Mi vieja esta panzona. Ya fuimos a hablar con sus jefes.
También perdonen que no los pueda invitar a la fiesta.
La familia de mi morra va a pagar todo el pedo. Ellos piensan que ustedes son una lacra, me pidieron que no los hiciera pasar corajes.
Ya bastante con el trago amargo, de la hija mayor embarazada, sin casarse; qué ejemplo les estábamos dejando a los más chicos.
Aceptaste el jale del conjunto norteño con tal de seguir en la música, y estar agarrando lana. Te perdiste dos años. Luego apareces en los mismos antros que antes. Como si nada.
No creas que sentimos envidia de verte en la televisión. En los programas de chismes te descubrieron poniendo el cuerno a tu vieja, con un bato. Que lo tuyo son los machitos, dicen.
De qué te sirve la fama si tocas norteño. Los rockeros queremos sexo, las drogas y el rock and roll. Los norteños discada, botas y oler a rancho.
Ni una ni otra sigues. Eres un puto poser.
¿A poco por ser acordeón-héroe te crees tan chingón?
