EN LAS NUBES
Un acierto
Carlos Ravelo Galindo
Ciudad de México.- Por supuesto que fue un acierto del senado de la República haber nombrado al abogado Gerardo Laveaga Rendón comisionado del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI). De inmediato su primera declaración fue tajante, apegada al derecho constitucional y sistema social que nos abriga: “La transparencia tiene sus límites. Todo debe conocerse en la medida que no lastime la intimidad de las personas”.
Tiene toda la razón este hombre que ha transitado, con éxito, por los principales centro de justicia del país, como las procuradurías del Distrito y General de la República. El Poder Judicial de la federación, bajo la presidencia de don José Vicente Aguinaco Alemán, lo habilitó como interlocutor de prensa, radio, televisión e internet del país con sus once ministros, centenares de magistrados y jueces Federales, del 30 de julio de 1996 al 30 de julio de 2001.
Su fructífera labor lo llevó posteriormente a dirigir al Instituto Nacional de Ciencias Penales, cuyo trabajo jurídico permitió alcanzar un sitio preferente en el ámbito de la justicia y la investigación cargo al que renuncia para asumir su nueva función. Es importante subrayar las fechas porque no coinciden en nada con el actual habitante de Los Pinos, al que responsabilizan de su carrera. Laveaga y Calderón, en efecto, estudiaron leyes juntos como otros cientos, pero no fincaron amistad personal. Ambos se respetan, pero cada quien en su ámbito. Y si llega a la actual posición es por méritos propios, como lo demuestra su larga carrera en los medios jurídicos, en donde se le brinda gran respeto.
El Artículo Sexto de nuestra Carta Magna establece que “la manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que se ataque a la moral, los derechos de tercero, provoque algún delito o perturbe el orden público; el derecho a la información será garantizado por el Estado. Para el ejercicio del derecho al acceso a la información, la Federación, los estados y el Distrito Federal, en el ámbito de sus respectivas competencias, se regirán por los siguientes principios y bases: I. Toda la información en posesión de cualquier autoridad, entidad, órgano y organismo federal, estatal o municipal es pública y solo podrá ser reservada temporalmente por razones de interés público en los términos que fijen las leyes; II. La información que se refiere a la vida privada y los datos personales será protegida en los términos y con las excepciones que fijen las leyes; III. Toda persona, sin necesidad de acreditar interés alguno o justificar su utilización, tendrá derecho gratuito a la información pública, a sus datos personales o a la rectificación de éstos.
Fija también los mecanismos al acceso a la información y procedimientos de revisión expeditos que se sustanciarán ante órganos u organismos especializados e imparciales, y con autonomía operativa, de gestión y decisión.
Al IFAI corresponde esta función y para que pudiera comprenderse Laveaga Rendón con buen humor explicó un punto de vista al alcance hasta de senadores, diputados y funcionarios gubernamentales: “Yo creo que como todos los derechos, la transparencia tiene límites. A mí no me preocupa si un político toma viagra, y sí el determinar que tipo de información debe conocer todo el mundo para poder influir en la construcción del país. Hay datos irrelevantes y otros que deben conocerse para que la sociedad civil tome conciencia y decisión a la hora, por ejemplo, de ir a votar, de sancionar, de criticar, de participar. Enfatizó que la transparencia tiene límites sobre todo en la medida en que lastime la intimidad de las personas. A la que, agregaríamos nosotros, se incursiona cotidianamente en un afán de “supremacía”
Insistimos que el nombramiento de este letrado, fue un acierto.
carlosravelogalindo@yahoo.com.mx
