HORIZONTE CIUDADANO
La ciudad no es de él
Rosa Esther Beltrán
Saltillo.- El día 25 de abril, el alcalde de Saltillo anunció que la calle Victoria se cerrará al tránsito vehicular para convertirla en peatonal. Según él mismo informó, el proyecto costará 7 millones de pesos.
El proyecto del Alcalde debe ser analizado con cuidado, no es posible lanzarse a la “cargada”, sólo porque lo dijo Jericó, eso ha ocurrido con muchos medios de comunicación, que sólo esperan que Abramo abra la boca para aplaudir, sintiéndose portavoces de todos los saltillenses y divulgando que, “son unos cuantos los que se oponen”.
Los cuestionamientos al proyecto de Jericó no se hicieron esperar, los dirigentes de la Canaco Saltillo, que representan a los 120 comerciantes establecidos en esa vialidad, manifestaron su desacuerdo por la decisión unilateral del alcalde, que dicen, no los tomó en cuenta.
A partir de esta oposición, sería muy pertinente que se exija al alcalde un estudio serio y a fondo realizado por expertos que justifique el porqué se considera prioritaria esa obra, de manera que los saltillenses comprobemos que no se trata sólo de que el alcalde se luzca.
Por otro lado, suponer que oponerse al proyecto del edil implica automáticamente defender el uso del automóvil, es una postura simplista porque las implicaciones de dicho proyecto tienen numerosas aristas. Veamos.
Hace muy pocos años que las autoridades municipales invirtieron muchos millones de pesos en remodelar esa calle, se le cambiaron banquetas, se colocaron nuevas lámparas, se introdujo el cableado subterráneo y concreto estampado, entre otros cambios. ¿Por qué no se planeó entonces hacerla peatonal de una vez?
Si el ayuntamiento dispone de 7 mdp debiera revisar todas las carencias de servicios que arrastran las vialidades de la ciudad y las colonias de la periferia y se daría cuenta de que, aun cuando el cierre de la calle Victoria puede ser un proyecto benéfico para una parte de la colectividad urbana, nuestra ciudad mantiene otras urgencias que debiera atender, por ejemplo: la señalización del tránsito local es insuficiente para darle seguridad a peatones y automovilistas, en ciertos cruceros no hay señal de Alto y en numerosos casos esas señales están en blanco, despintado el rojo, lo cual ocasiona accidentes, muchas veces fatales.
Alguna de las administraciones municipales recientes establecieron límites de velocidad en calles y avenidas; entonces la autoridad ofreció que se emplearían radares para detectar a conductores que evadieran esos límites y que se les aplicarían sanciones económicas considerables, no obstante, la oferta quedó incumplida, por lo que constantemente se registran muertes y enormes pérdidas económicas por accidentes causados por el exceso de velocidad, porque no hay autoridad que vigile y ponga orden, la cultura vial es bajísima.
Otro problema de vialidad que la ciudad padece para que los automovilistas circulen con mayor seguridad es la falta de líneas blancas que delimiten los carriles de circulación en las avenidas y boulevares, así como las que señalan los pasos para peatones, los que generalmente no respetan los automovilistas, nadie se fija en ello y el peatón se defiende como puede.
Por otra parte, me permito recordar al alcalde que el 31 de enero de 2010, la distinguida editorialista de Vanguardia, Esperanza Dávila Sota dirigió a él un artículo titulado “Banquetas”, en el que señalaba los riesgos de los peatones que caminan por el Centro Histórico, debido al sinnúmero de hoyos en los que pueden hundirse y quebrase los huesos de sus pies o piernas, a causa de los antiguos medidores de agua, de los que robaron las tapas de acero. En las calles de Aldama, Castelar, Bravo, General Cepeda, entre otras, abundan esos amenazantes agujeros y él ofreció que los corregiría.
El alcalde es miembro del Consejo de Administración de Agasl, de manera que, lograr que esta empresa se ocupe a la brevedad de colocar las tapas de los medidores que no las tienen y formalizar, ante el anuncio de que los medidores que están colocados en la pared de las casas-habitación se coloquen en las banquetas para protegerlos de las heladas, que se planee la colocación en la banqueta, no en el centro de la calle sino pegado a la pared de las casas, para que si se roban la tapa disminuya el riesgo para los peatones de lesionarse, porque generalmente no caminamos cerca de las paredes, sino en medio de las calles.
Bien haría el alcalde en reconsiderar en qué conviene gastar esos 7 millones que le damos de nuestro trabajo diario traducido a impuestos, porque en la ciudad hay muchas colonias sin los servicios básicos, agua, pavimento y luz.
Que la calle Victoria, de tradición histórica sea peatonal, ¿conviene a la mayoría de los saltillenses?
