Suscribete
 
1055 10 Mayo 2012

 

Lo que importa es que funcionen
Hugo L. del Río

Monterrey.- México necesita hombres o mujeres que ofrezcan buenos resultados al frente de las corporaciones de seguridad pública. Da lo mismo que sean civiles o militares.

Tener un grado en el Ejército o la Armada no garantiza un buen desempeño en la policía.

Los defeños, por ejemplo, ahora nos presumen, con razón, de que la gigantesca ciudad de México es mucho más segura que Monterrey.

En gran medida, le deben esto a un médico: el endocrinólogo Mondragón y Kalb, actual secretario de Seguridad Pública.

El doctor Mondragón es contralmirante, pero no se ganó las estrellas en la mar ni al frente de los fusileros o paracaidistas marinos, sino en el quirófano y la sala de consulta.

Funciona y lo hace de maravilla: tanto, que tiene contento a mi amigo y colega Rafael Cardona, orgullosamente chilango quien, además, podría aspirar a la licenciatura, doctorado y maestría en capacidad de análisis crítico y elegancia en la escritura.

Valente Quintana fue otro policía extraordinario: quizás el mejor investigador que ha tenido México. Fouché creó la policía política francesa y Sir Robert Peel es el padre de Scotland Yard.

Ninguno era militar.

El hombre más extraordinario de este pueblo de sombras es el francés Eugéne Francois Vidocq (1775-1857), el padre de la criminología y del sistema de investigación criminal.

Vidocq fue ladrón y estafador hasta los 34 años de edad. Un día encontró el camino de Damasco y se convirtió en el mejor policía del mundo.

La famosa Sureté existe porque él la fundó. Era amigo personal de Hugo, Dumas padre, Sué, Balzac y otros grandes escritores quienes se inspiraron en su vida y milagros para crear personajes de sus novelas.

Poe también aprovechó las hazañas de Vidocq para sus creaciones detectivescas. Claro: no estamos pidiendo tanto. Pero sí clamamos por tener a gente honesta y capaz en los cuerpos de seguridad.

Y si no es mucho pedir, ya que andamos por el rumbo, sería sano y conveniente discutir con los amigos políticos que eso del mando único, en contraposición al respeto constitucional de la autonomía municipal, es una tonta pérdida de tiempo: lo que importa es que nos organicen una gendarmería digna de confianza para que los militares regresen a sus bases o cuarteles.

Pie de página
¿Quién perdió en el debate? Nosotros, los mexicanos.

 

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

pq94

La Quincena N?92


15diario.com