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1191 16 Noviembre 2012

 

La pequeña ciencia
Alejandro Heredia

Monterrey.- Desde la descripción pormenorizada de la trayectoria intelectual del sistema político de un país dado, es posible levantar todo un edificio crítico de la cuestión. Esto lo realiza el maestro José Luis Orozco, en su libro La pequeña ciencia. Una crítica de la ciencia política norteamericana (FCE, segunda edición, 2012), donde desempolvando las ideas de la mayoría de los pensadores políticos norteamericanos se trasluce la idea científica de la política dominante, no solamente del ambiente político, sino entre los académicos.

Al momento de leer el índice uno como lector puede percatarse que el autor viene en serio en cuanto a la metodología de su análisis. El libro dividido en dos partes, consistentes en: Construyendo y sistematizando; es una radiografía de cuerpo entero de las instituciones políticas estadunidenses, observadas desde la intimidad de su racionalidad reducida a defender sus intereses a rajatabla.

El libro comienza con el contexto histórico en el cual se forjan los Estados Unidos, en el cual los representantes de las colonias que se independizaban de Inglaterra, eran propietarios de tierra de labranza y de pastoreo. Como dice el maestro Orozco, “el movimiento independentista de los Estados Unidos no constituye otra cosa que el desprendimiento por maduración de una rama del capitalismo mercantil e industrial dotada del potencial expansionista y la mecánica represiva básica de las viejas metrópolis”.

Imbuidos de un puritanismo ampliamente arraigado, se encontraba el pensamiento político de los líderes norteamericanos, más cerca de un liberalismo mercantilista que de lo ideales de la Ilustración Francesa. Siguiendo un inventario elaborado por parte de Miller y Johnson, de la mentalidad americana “comenzaría por el puritanismo —un puritanismo descollante entre el liberalismo Jeffersoniano, el conservatismo Hamiltoniano, el aristocratismo racial sureño, el trascendentalismo o el individualismo de los días de frontier”.

A partir de lo anterior, el maestro Orozco inicia el recorrido de las diferentes concepciones sobre la cosa pública, desde el pragmatismo de John Dewey, hasta las actuales teorías modernas inspiradas en la filosofía de sistemas y cognitivista. Al cabo de las citadas exposiciones se trasluce la pretensión de cientificidad de la política norteamericana, donde como dice José Luis Orozco, “sea desde las universidades, las consultorías privadas o los think tanks, los científicos políticos se mueven y corren a lo largo de los dos mayores sistemas de poder capitalista, el uno formal y sujeto a la votación y el escrutinio público, acotado electoralmente; el otro informal, invisible en su privacidad e irresponsabilidad cívica: el Estado y el mercado, respectivamente”.

Es por ello que presentar los programas públicos, los estudios de políticas públicas y las ofertas políticas, constituyen un ejercicio de asepsia política disfrazada de cientificidad. Se hace evidente con lo antes mencionado, en que la instrumentalización de la política como medio legitimador de la democracia indirecta norteamericana, así como del proceso de exclusión en la toma de decisiones, es una tendencia presente desde hace muchos años en la política estadunidense, y hasta es posible exportar el modelo a otros países tanto latinoamericanos como europeos. Los modelos estadísticos y econométricos como principios clave de la política, han posibilitado altas dosis de pretensión de eficiencia, frente a la terrible realidad de precipicios fiscales y crisis sistémicas económicas, políticas y sociales.

La pequeña ciencia. Una critica de la ciencia política norteamericana/ José Luis Orozco; pról. de Héctor Zamitiz. —2ª edición— México: FCE,2012. 485 p.; 23x16 cm —(Colec. Política y Derecho). ISBN 978-607-16-0866-6

 

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