TRANSICIONES
Sexenio diferente
Víctor Alejandro Espinoza
Tijuana.- Los primeros días del gobierno encabezado por Enrique Peña Nieto han sido intensos; a diferencia de los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón cuando las primeras noticias se centraron en los escándalos por gastos superfluos o la singulares tomas de posesión (donde en ambos casos se rompió el protocolo); anuncios importantes se han hecho durante los 12 días de administración priísta y van desde los 13 compromisos que a manera de Programa de Gobierno se presentaron el día 1 de diciembre en Palacio Nacional o el Pacto por México, que en el papel anuncia cambios trascendentes para el país.
Así, dos acciones significativas ya se han desprendido del pacto: un programa de austeridad en el que destaca una reducción salarial del 5% a la alta burocracia (insuficiente desde mi punto de vista; pero algo es algo diría el clásico) y una iniciativa constitucional de reforma educativa que promete la profesionalización del magisterio y en cierto sentido el desplazamiento del liderazgo tradicional encabezado por la profesora Elba Esther Gordillo.
Enrique Peña Nieto recibe un país convulsionado por la violencia de distinto signo: la asociada al crimen organizado, que según el Wall Street Journal ha dejado 100 mil muertos y 25 mil desaparecidos, cifras que contrastan notablemente con la contabilidad gubernamental. Ese es un gran desafío y que marcó todo el sexenio que recién terminó. Pero de la violencia que no teníamos noticias es la que reapareció el 1 de diciembre, al tiempo que se desarrollaba la toma de protesta del nuevo gobierno. Quizás desde 1968 0 1971 no veíamos las imágenes terribles de una turba iracunda enfrentándose a las policías federal y del Distrito Federal.
A diferencia de otras épocas, cuando ante la aparición de grupos radicales o paramilitares, la única documentación eran las fotografías, hoy la posibilidad de tomar videos instantáneos, de documentar in situ, da un vuelco en el tratamiento de la información. Los vacíos informativos rápidamente son cubiertos por los testigos cercanos y circulan con inmediatez en las redes sociales. Pronto se pueden confirmar o refutar las versiones que van surgiendo, sean por parte del gobierno o por otros medios.
Ante la avalancha de videos y fotografías, las autoridades federales y del Distrito Federal tienen la obligación de dar versiones fidedignas de lo que realmente aconteció en las calles de la capital del país el primer sábado de diciembre. Sería muy preocupante que se comprobara que hubo grupos de choque, especialmente entrenados para provocar el caos y para linchar a inocentes. Pero también urgen investigaciones ministeriales apegadas a derecho para no condenar a personas que nada tuvieron que ver con las refriegas.
Y aquí ya las autoridades federales y capitalinas viven una difícil encrucijada: han sido absueltos 54 de los detenidos el 1 de diciembre: no hubo pruebas que los inculparan; luego entonces fueron encarcelados injustamente. Quedan 14 que de ninguna manera deberán convertirse en “chivos expiatorios”.
El desafío que lanza esta violencia es muy grave para las nuevas autoridades. Deben de actuar con rapidez y con transparencia y mostrar las evidencias necesarias para que sepamos qué fue lo que aconteció. Y si hay responsabilidad gubernamental, federal o de las autoridades del DF, asumirla. Ese sería un paso enorme para que el gobierno del PRI que recién se inaugura gane credibilidad y marque su distancia con el PRI autoritario de antaño. Lo mismo para el ex jefe de gobierno del DF Marcelo Ebrard, quien parece ser el más raspado; ya no cuenta con los reflectores del gobierno del DF para que mediante publicidad diluya su responsabilidad; sobre todo si realmente quiere mantenerse como un probable candidato de la izquierda a la presidencia de la República. ¿Cómo demostrar que la represión a quienes fueron encarcelados injustamente no fue una producto de una decisión arbitraria de su parte?
Menudos dilemas para un gobernante que llega y otro que se va. La verdad y la transparencia parecen sus mejores aliados.
Investigador de El Colegio de la Frontera Norte.
victorae@colef.mx.
Twitter: @victorespinoza_
