Telecomunicaciones en fast track
Carlos Manuel Sabines
Ciudad de México.- La iniciativa que EPN envió a la Cámara de Diputados, proponiendo reformas y adiciones a algunos artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se centran principalmente en el 6, 7, 27, mayormente el 28, 73, 78 y 94; y tiene todos los visos de que antes de la Semana Santa se aprobará en ese organismo.
Apenas la Oficialía de Partes de San Lázaro había recibido el documento respectivo y ya más 300 legisladores habían firmado, convalidando la iniciativa, sin leerlo, mucho menos estudiarlo. La irresponsabilidad de esos diputados es patente, obsecuente y servil, por decir lo menos. Ello nos lleva a afirmar que la aprobación será inmediata, en fast track.
Uno de los asuntos centrales, es que EPN en otro acto faraónico, que cae en la ‘democracia republicana del imperio mexicano”, después de que 24 horas antes se había celebrado otro acto en que el boato es el denominador común, se habían festejado los primeros 100 días de la administración de Peña, aunque deba mencionarse, que no hay nada que festejar y celebrar, determinó que en Palacio Nacional, los coordinadores de los grupos parlamentarios, el propio EPN, los gerifaltes del gran dinero, se reunieran y erigieran en el Congreso de la Unión, para presentar con todo el aparato mediático mexicano, la iniciativa en comento.
Con este acto, insistimos, y con la firma de 300 diputados, lo que falta del proceso legislativo, sale sobrando. Debe mencionarse que el documento se refirió a San Lázaro, porque ahí el pastoreo de las huestes priistas, panistas, chuchuistas, panalistas son más fáciles de manejar, pero ¿dónde queda esta Cámara cómo órgano colegiado?
Los puntos torales se refieren a crear la Comisión Federal de Competencia Económica, en vez de la Comisión Federal de Competencia y a crear el Instituto Federal de Telecominicaciones, ambos como órganos constitucionales autónomos; licitar dos cadenas nacionales de televisión abierta; crear tribunales especializados en materia de competencia económica y telecomunicaciones; garantizar acceso equitativo a telecomunicaciones de clase mundial; derecho al acceso a la banda ancha y efectividad de las decisiones del órgano regulador.
Reforzar la autonomía de la Cofetel; desarrollar una robusta red troncal de telecomunicaciones; agenda digital y acceso a banda ancha en edificios públicos; abrir la competencia en radio, televisión, telefonía y servicios de datos, así como adopción de medidas de fomento a la competencia en esos rubros.
Hasta ahí todo va bien, sin embargo, al entrar al detalle se advierten puntos no claros y sobre todo engañosos, como los siguientes:
Los organismos estarán integrados por 7 comisionados que pasarán por un filtro consistente en que los titulares de Banxico, Inegi y el aún no integrado Instituto Nacional de la Evaluación de la Educación, integrarán un Comité de Evaluación para tal efecto. Cabe preguntar, Carstens, Sojo y una persona aún no determinada, ¿saben algo de telecomunicaciones? Seguramente, no, porque la intención política de EPN es la de aparentar que él declina la facultad de hacer los nombramientos de los comisionados. Es la forma en que evade la responsabilidad de las designaciones.
La legislación secundaria que hay que considerar pasa por el derecho de réplica, asunto cuya ley aún no se dictamina en la Comisión de Gobernación de San Lázaro y que desde la legislatura pasada es una exigencia de los mexicanos.
Punto de especial interés es el correspondiente a la inversión extranjera, que se abre de tal forma que sea la punta de lanza para cuando deba discutirse la iniciativa relativa a Pemex. Con esto abren la brecha para la venta de garage.
Después está el problema de los tiempos: se habla de 180 días naturales, para que el Congreso haga las adecuaciones necesarias. Los tiempos quedan muy apretados para un debate racional, a profundidad en un tema tan importante para el país, por lo que se aprecia difícil de cumplir con esas metas, so pena de que todo se apruebe sobre las rodillas y el resultado no sea el óptimo.
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