Delincuencia política
Miguel Treviño Rábago
Reynosa.- Las veladoras están encendidas en Tamaulipas para que el Partido Acción Nacional postule a sus peores candidatos y candidatas a las alcaldías y diputaciones locales. Y esto es así porque el PRI recibió su peor paliza en las elecciones pasadas, al perder 6 de las 8 diputaciones federales, las dos senadurías y de pilón, la votación de miles de tamaulipecos, favoreció a Josefina Vázquez Mota, que derrotó en las urnas al actual presidente Enrique Peña Nieto.
Y aunque Tamaulipas tiene gobierno priista, los candidatos tricolores no pudieron contener la avalancha blanquiazul que los dejó todos atolondrados como pollos desplumados. La respuesta electoral de los votantes tiene una explicación: primero, el pésimo desempeño del gobernador del estado y luego la violencia creciente que nos azota sin que las fuerzas municipales, estatales y federales la puedan controlar. Un caso específico es el del municipio de Reynosa, donde en estos últimos días se están viviendo momentos de terror y miedo. La población –desesperada– ya no sabe a qué santo encomendarse.
La falta de obras públicas de relevancia, las nulas inversiones, la ausencia total de turismo, los cobros de tenencia, placas y refrendos; las notificaciones del impuesto predial, los aumentos al transporte público y a las tarifas del agua potable; el cinismo de los regidores que sólo se dejan ver en Facebook sin que se les conozca oficio ni beneficio; el pésimo servicio de recolección de basura, las calles destrozadas y oscuras, el desorden vial, etcétera; tienen –al menos a los residentes fronterizos– hartos de los actuales seudo gobernantes que han sido un verdadero fiasco.
Por eso los pronósticos electorales no son nada prometedores para el PRI en Tamaulipas. El próximo 7 de julio habrá elecciones de 43 alcaldes y 22 diputados y los cuasi candidatos del PRI que han surgido del clásico y antidemocrático “palomeo” a la vieja usanza, llamada coloquialmente “dedazo”, andan muy preocupados por más que pongan sus mejores sonrisas para las fotos “victoriosas”. Y es que los panistas han desarrollado una buen trabajo político electoral encabezados por un controversial panista –hoy senador de la república– llamado Francisco García Cabeza de Vaca que se mueve como pez en el agua para impulsar a sus mejores compañeros de partido. El hombre tiene muchos defectos, pero nadie le discute su activismo político asertivo.
El próximo domingo 17 de marzo, el PAN será el único partido que consulte mediante el voto libre y secreto, a sus militantes activos para saber a quiénes van a postular como sus candidatos a las alcaldías y diputaciones. Y escribo “el único” porque en el PRI optaron por los clásicos candidatos “de unidad” que no son otras cosa que descaradas imposiciones y acuerdos en lo oscurito para someter a todos los aspirantes con la promesa de un futuro hueso si se someten a la humillante disciplina del partido.
En el PRD está peor: allí la tribu de René Bejarano y Dolores Padierna se disponen a imponer a todos los candidatos a las alcaldías, diputaciones y regidurías con la plena anuencia del Comité Ejecutivo Nacional que “presiden” los famosos Chuchos: Jesús Zambrano y Jesús Ortega. La militancia les valió un soberano cacahuate. El PRD en Tamaulipas simple y sencillamente está secuestrado por 4 o 5 sujetos de los cuales nos ocuparemos en próximas columnas.
Pero lo que más llama la atención es la descarada intromisión de personajes del PRI y funcionarios del gobierno de Tamaulipas en la “selección” no sólo de candidatos del tricolor institucional, sino también en la designación u elección de los candidatos del PAN y del PRD. Así como lo lee usted. El dinosáurico PRI puja y empuja, propone y apoya, patrocina y promueve a los que le conviene se postulen por Acción Nacional y por el Sol Azteca. Y aquí es donde la marranita va torcer el rabo, simple y sencillamente porque al menos en el PAN –sus dirigencias estatal y nacional– no pueden ni deben permitir que desde el PRI les “seleccionen” a sus candidatos para que pierdan el 7 de julio ante el PRI. En el PRD no tienen problemas para acatar las instrucciones para tirarse al piso, puesto que siempre se conforman con migajas económicas.
Dicho lo anterior, el Partido Acción Nacional, sus dirigentes y militantes, deben ser muy cuidadosos en la próximas elecciones internas y vigilar muy bien de no elegir a los infiltrados del gobierno tricolor. Es obvio que el PRI quiere recuperar todo el terreno perdido en las elecciones federales, sacarse la espina de la paliza electoral y la derrota de Peña Nieto en Tamaulipas, y para ello recurrirá a todos los recursos y artimañas –legales e ilegales– con tal de presentar buenas cuentas al alto mando del partido presidencial. Por eso los focos rojos están prendidos en el PAN. Saben que hay línea de crédito abierta para esquiroles y paleros al estilo de los del PRD de Bejarano y Padierna. Y éste es el momento de desenmascararlos.
Nuestra experiencia de 43 años en la política de Tamaulipas, a veces participando y otras observando, nos permiten analizar el comportamiento de los partidos, de los políticos y de los oportunistas y vividores de las nóminas oficiales. Sabemos quién es quién y conocemos sus trayectorias.
Indudablemente que hay personas muy valiosas y capaces, pero nunca olvidamos las palabras de un viejón muy pesado de la política tamaulipeca que nos decía: “Tú nomas fíjate con quién se junta un 'pelao' y de allí sacas qué clase de cabri… to es, porque los sinvergüenzas nomás se juntan con otros iguales a ellos”.
Así que en pleno ejercicio de nuestra libertad de expresión, aquí estaremos para observar y escribir en los próximos meses acerca de todos los candidatos y sus partidos, con sus luces y sus cochineros.
Sobre aviso, no hay engaño.
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