Suscribete
 
1280 22 Marzo 2013

 

Cuando la iniciativa se pierde
Hugo L. del Río

Monterrey.- Una niña de once años vendía drogas en las calles de Cancún. ¿Sabía lo que estaba haciendo?, ¿estaba ella, quizás, embrutecida por los estupefacientes? Niños sicarios de catorce y trece años degüellan, queman vivos, mutilan, acribillan a Juan y a Pedro. Pero estos son, solamente, algunos de los resultados de la guerra –que estamos perdiendo– contra las bandas de pistoleros al servicio del narco.

Según cálculos muy conservadores, han muerto entre 60 mil y 70 mil mexicanos y están desaparecidos entre 25 mil y 30 mil. El Estado mexicano puede presumir: el número de bajas es casi equivalente a las pérdidas que sufrió Estados Unidos en las guerras de Corea y Vietnam.

El Presidente Peña Nieto promete que en un año nos ofrecerá resultados. El mexiquense está condenando a muerte a otros 20 mil mexicanos. ¿Estrategia, táctica? Bah, no puedo reír: es un asunto trágico. Las fuerzas armadas y una porción de la policía federal están librando escaramuzas, no contra el tráfico de drogas, sino simplemente para diezmar a las cuadrillas de sicarios.

La verdadera lucha contra los auténticos capos –no esos miserables muertos de hambre que se juegan el pellejo por doscientos pesos al día– se libra en el campo de las finanzas. Pero ni el Estado mexicano ni la Unión Americana quieren, realmente, poner fin al comercio de la sangre y la infamia.

Parecería que el objetivo común de los dos gobiernos es debilitar y confundir a México. La corrupción permeó ya hace rato todos los segmentos de la sociedad mexicana y los sicarios matan, violan, extorsionan y secuestran en ciudades, carreteras y regiones de gran interés económico. Por ejemplo, el turismo.

Claudia Ruiz Massieu, secretaria del ramo, admite que México ya dejó de figurar en la lista de los diez países punteros. Era inevitable: la niña vendedora de narcóticos, la turista violada ayer, los seis muertos en un restaurante hará dos o tres días. Todo ello en Cancún. ¿Riviera Maya? Por Dios: piedra de sacrificios humanos, en todo caso.

Guerrero está peor con visitantes extranjeras atacadas sexualmente en forma masiva y ejecuciones a diario. Pero no es nada más la industria sin chimeneas la que resulta dañada.

Monclova es la sede de una de las siderúrgicas más importantes de México y ni por eso la protegen: horas y horas de tiros y granadazos a partir del momento que los niños entran a la escuela. Nadie sabe qué pasó realmente en Reynosa: sólo estamos enterados de que se quemaron cartuchos al mayoreo.

El diario tejano The Monitor publicó que el miércoles 20 hubo treinta muertos en aquel puerto fronterizo. Y en Valle de Bravo, en un solo evento, diez personas perdieron la vida. ¿Zafarrancho o combate, cómo lo definen nuestros amigos militares?

El Atlas de la Seguridad y Defensa de México 2012 nos hace saber que hasta el año pasado la tropa había incurrido en seis mil 700 violaciones a los derechos humanos y aquí amanecemos con cabezas humanas tiradas en la calle. Quisiera equivocarme, pero tal parece que en DF y Washington lo que quieren es que México pierda la guerra.

Sun Tzu escribe: “el que ha perdido la iniciativa es derrotado por regla general; el que la conserva, gana habitualmente”. ¿No lo leen o piensan que el filósofo chino de la guerra es un pendejo?

Pie de página
El uso del celular nos cuesta cinco veces más que en las naciones ricas. ¿Por qué no ensayar un boicot moderado, dejar de usarlo por dos días?

 

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

15diario.com