MALDITOS HIPSTERS
No Habemus Papa Negro
Luis Valdez

Monterrey.- Hubiera preferido un Papa de Ghana. Así demostraría que no soy racista y sí más tolerante que con los argentinos, que presumen hasta la humildad.

No me culpen por ser endiabladamente honesto. Me caen bien los jesuitas por entrones, aunque no vea con buenos ojos que (al ahora santo) Ignacio de Loyola, haya tenido relaciones tan estrechas con la milicia. Es decir, repudio a los conquistadores.

Regresando a la idea de lo entrones que son los jesuitas, esos sí que se la rifan. Son verdaderos evangelizadores. Se han metido en selvas y desiertos con todo el arrojo para convivir con los indígenas locales. El resultado es que los han crucificado, incendiado, torturado y hasta se los han comido. Así, “dar de comer al hambriento” ha sido uno de sus ejemplos involuntarios más comunes.

Los jesuitas se han enfrentado a reyes, caciques, militares, políticos y hasta a la misma iglesia. Los han corrido de pueblos, de regiones y hasta de países. Y siempre regresan porque son los religiosos más tercos que este mundo haya visto.

Admiro a los tercos, y por eso me emociona un jesuita con el traje de Papa. Lo de ser argentino es otra cosa, porque nuestros vecinos sudamericanos (aunque no se crean vecinos más que de Europa) desde ya se están encargando de ensalzar al Papa como “el mejor que ha habido hasta ahora” y “es muy argentino”.

Tengo una noticia que darles a esos gauchos: el Papa no es de una nacionalidad en exclusiva. Bien le irá si no se lo comen sus mismos compañeros del Vaticano (porque los jesuitas son buena carne de cañón) o los compatriotas del cardenal de Ghana, que siguen con un hambre terrenal y ahora hasta religiosa.

Sí, hubiera preferido a un Papa de Ghana. Ya es tiempo que los afros y las mujeres tomen la batuta mediática. Resulta más emocionante en esta vida repleta de malasuertes y aburrimiento.