LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
El paradigma neoliberal
Edilberto Cervantes

Monterrey.- En un libro que ha hecho historia, Thomas S. Kuhn planteó hace ya medio siglo que la evolución de la ciencia, el progreso del pensamiento científico, se produce cuando cambia el paradigma dominante; cuando se supera o abandona la “verdad científica” hasta entonces dominante.

El periodo de transición entre un paradigma y otro no es sencillo ni rápido. La verdad científica llega a ser dominante al lograr su aceptación entre círculos cada vez más amplios de la sociedad. Todo empieza en los círculos académicos o de investigación. A quien no comparte la aceptación del paradigma se le excluye de los círculos institucionales, no recibe apoyos para indagar sobre verdades alternativas, se le señala como no-científico.

Cuando en 1989 se colapsó la Unión Soviética y con ella la posibilidad de un sistema económico diferente al capitalismo, se planteó que era el fin de la historia, ya que no habría más posturas alternativas. Se empezó a promover con toda energía el enfoque neoliberal; haciendo referencia a una versión actualizada de la economía clásica y del pensamiento de Adam Smith y el utilitarismo.

Las verdades neoliberales se han aplicado como recetas inevitables: la mano invisible del mercado asegura la mejor asignación y aprovechamiento de los recursos, aquí y en China; cualquier intervención del gobierno o del estado en los asuntos económicos provoca distorsiones; la sociedad no es una comunidad sino un conjunto de individuos en el que cada quién actúa por su propio interés y al hacerlo así se logra maximizar los beneficios. Esta filosofía se ha impuesto como válida en círculos y ámbitos cada vez más amplios, reclamando para sí la verdad sobre el mejor funcionamiento de la economía y de la sociedad.

De acuerdo con Khun, el cambio de paradigma no es una mera revisión sino un cambio profundo sobre la forma en que se enfoca el objeto de estudio, de la terminología y hasta del tipo de preguntas que se consideran válidas o con significado. Las nuevas teorías conforman visiones del mundo radicalmente diferentes.

El final de las verdades neoliberales empieza a manifestarse cuando el mundo globalizado, el del libre comercio, el que ya penetró hasta en China e India, simplemente se ha estancado. La libre circulación de los capitales que no encuentran acomodo productivo y se dedican a la mera especulación, es una verdadera amenaza a la estabilidad de las economías nacionales y nadie sabe qué hacer con ellos. El nuevo gobierno en Japón decidió salirse del esquema convencional de política económica después de varios lustros en los que la economía japonesa ha estado sin crecimiento y con riesgos sociales cada vez más en la superficie.

El lanzamiento de un banco de desarrollo que financiarán a partes iguales los países del grupo BRICS, parece haber sido detonante para romper el statu quo en las políticas monetarias. En el periódico El Economista, Luis Miguel González se atreve a decir que: “el Eje Atlántico que dominó el mundo durante 500 años tiene sus días contados, en buena medida por la pérdida de influencia de Europa. El banco BRICS podría acelerar esa tendencia”.

Siguiendo la línea de Khun las nuevas teorías no serán meras extensiones de las antiguas, sino que conformarán visiones del mundo radicalmente diferentes.

El desafío impuesto a la política neoliberal es el del crecimiento continuo, el del progreso infinito, lento o rápido pero crecimiento, cuando lo que crece es la pobreza y la concentración de la riqueza va en contra de la expansión del mercado.

Ya en los años sesenta el Club de Roma había advertido de los límites del crecimiento a nivel global, considerando principalmente el uso responsable de los recursos naturales. El modelo de explotación no ha cambiado, la depredación continua y el cambio climático ya está enviando mensajes de desastre.

El utilitarismo individualista parece no estar resolviendo los dilemas del mejor uso de los recursos globales.