Coctel Molotov
Hugo L. del Río

Monterrey.- El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, estaba por suspender por tiempo indefinido la lectura de su II Informe, programada para hoy. El motivo: los vándalos amenazaron con irrumpir en el Congreso del estado. La famosa tregua nomás no funcionó. Y falta lo bueno: la megamarcha del Primero de Mayo.

Durante seis días consecutivos, se han producido saqueos y otros actos de violencia en Michoacán –ayer hubo diez muertos en Tierra Caliente, según el diario Cambio, de Morelia–, Guerrero y Oaxaca. En tierra tarasca, hasta el destacamento de la Policía Federal amenaza con ir a la huelga si no les pagan sus viáticos de alimentos y los bonos. Y en Uruapan, según las redes sociales, aparecieron grupos numerosos de hombres armados quienes, para fines prácticos, se adueñaron de la ciudad. Y ahora, la Sección Siete del SNTE, con matriz en Chiapas, anuncia que también se unirá a las “movilizaciones”.

Algunas de las protestas son justas; el sábado y ayer, normalistas de Ayotzinapa hicieron una marcha ante el penal de Chilpancingo, ante el anuncio de que serán liberados los judiciales que en 2011 asesinaron a dos estudiantes. Pero hay cosas que no se valen: incendiar locales de partidos políticos –ni el PRD se salvó–, perpetrar robos masivos, agredir a turistas o bloquear la autopista DF-Acapulco.

El Presidente Peña Nieto condenó enérgicamente los desmanes, pero el gobernador Aguirre Rivero peca por exceso de timidez, para no emplear una palabra más gruesa. Cómo estarán las cosas que el gabinete presidencial ya tomó nota de la ineptitud del secretario general de don Ángel, Humberto Salgado. Agreguemos la toma de la Rectoría de la UNAM por encapuchados y la intervención de porros y provocadores quienes se hacen pasar por estudiantes, y tenemos lo que Francisco Arroyo Vieyra, presidente de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión como un “auténtico coctel Molotov”.

Los halcones se están frotando las manos de júbilo: se acerca el momento de la represión en gran escala y gran parte de la sociedad la aplaudirá. “Que maten a estos zánganos, que los maten a todos”, escribió Johanna López, lectora de La Voz de Michoacán, de Morelia.

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Ocho ejecuciones en Nuevo León en menos de 24 horas. Entre las víctimas,
tres motociclistas de Tránsito. Da la impresión de que el narco creó un gobierno paralelo, con impuestos, prisiones y jueces que condenan a la pena de muerte.