Reforma Educativa
José Ángel Pérez Rodríguez

“Esto que se llama reforma educativa no es más que un cambio político-administrativo pensado para el control y la ejecución de sanciones”. Etelvina Sandoval

Monterrey.- Toda reforma para que sea funcional debe ser el resultado de los deseos o iniciativas de los actores que en el elemento a reformar participan. En este sentido, una reforma educativa deberá involucrar a todos los actores que participan en la educación: profesores, alumnos, padres de familia y la sociedad en general.

Una reforma educativa debe considerar mínimamente los siguientes elementos: planes y programas de estudio, equipamiento de centros escolares, materiales y métodos de enseñanza, organización y administración de los centros educativos, relaciones laborales de los profesores y personal de apoyo.

Hasta la fecha lo único que se sabe de acuerdo a los documentos oficiales aprobados por los legisladores es sólo de una “reforma en lo laboral y administrativo”.

Según Luis Hernández Navarro, y con él coincidimos, la reforma educativa tiene dos ejes rectores, el primero, es la creación de un servicio profesional docente; el segundo, la previsión del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación como órgano constitucional autónomo. Lamentablemente vislumbramos una reforma tendenciosa que soslaya muchos elementos estructurales de un Sistema Educativo y se centra en culpar al profesor del deterioro educativo.

Si bien la junta de gobierno del INEE, aprobada por el Senado de la República, formada por cinco reconocidos académicos ofrece una esperanza en medio de tanta mediocridad, pues no dudamos de la calidad de las acciones que estos investigadores le imprimirán al INEE, pero esto ya lo iremos viendo. Sin embargo, aún falta por informar cómo se va a capacitar al profesor en el llamado servicio profesional docente. Y en este rubro faltan más que cinco prestigiados académicos como los del INEE. Todo el magisterio tiene ingratos recuerdos de los Centros de Capacitación de Maestros. A ellos se asiste por obligación ya que la “capacitación” que ahí se imparte está fuera de contexto por múltiples razones que en otra ocasión analizaremos.

Es importante que las acciones de la llamada reforma educativa se conozcan por los profesores para que participen en forma activa pues, lamentablemente, todo se está fraguando en lo “oscurito”, sin la participación de uno de los factores más importantes de un hecho educativo: el profesor, y es el profesor el factor principal para una educación de calidad. Sin su participación entusiasta no hay acción que triunfe, ¿o acaso será que no se busca la calidad educativa y la llamada reforma sólo es una acción política?

Lamentablemente hasta ahora el profesor sólo ha recibido amenazas en su situación laboral creando un ambiente de incertidumbre.

Es importante que los profesores que día con día atienden a los niños y niñas de México se sigan preparando, se informen y participen activamente en este proceso: la educación en México es tan importante que no se debe dejar en manos de los políticos.