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1314 9 Mayo 2013

 

La Infancia Cuenta
Irma Alma Ochoa

Monterrey.- La Infancia Cuenta en México, 2012, documento elaborado por la Red de los Derechos de la Infancia en México, (Redim), nos ofrece una visión cuantitativa y cualitativa de la situación de los derechos de niñas, niños y adolescentes en el país. La información recopilada se despliega en ocho dominios y doce variables, desagregada por sexo y edad, lo cual nos permite tener un panorama integral sobre la situación de niñas y niños en los aspectos: demográfico, salud, educación, seguridad, ciudadanía, legislativo, hábitat y economía.

El Informe muestra el lugar en que cada entidad se encuentra en la clasificación nacional, con datos de cada una de ellas y la media nacional. Pero aclara que tener un buen sitio en esa lista no significa que se tengan mayores avances sino que puede indicar un estancamiento o, quizá, un retroceso a nivel nacional.

El concienzudo análisis que realiza la Redim respecto de la reforma constitucional de junio de 2011, nos lleva a reconocer que éste es el cambio más importante de los últimos años en nuestro país, porque representa un nuevo paradigma para el respeto, protección, garantía y satisfacción de los derechos humanos. Asimismo, porque esta reforma cambió la noción del cumplimiento obligado de las necesidades básicas, al reconocimiento de que todas las niñas y todos los niños gozarán de todos los derechos, ya sean económicos, sociales, culturales, civiles o políticos.

El informe advierte que tendrán un impacto indiscutible sobre los derechos de la infancia, al establecer al mismo nivel los derechos contenidos en la Constitución y los expresados en la Convención de los Derechos del Niño y sus dos protocolos facultativos, el Protocolo relativo a la Venta de Niños, la Prostitución Infantil y la Utilización de Niños en la Pornografía; y el Protocolo relativo a la Participación de Niños en los Conflictos Armados. Ambos, de preeminente peso en los momentos cruciales que atraviesa el país.

Desde hace ya tiempo, un tema que ha provocado dolores de cabeza a las y los defensores de derechos humanos, por los riesgos que implica y su estrecha relación con la trata de personas, es la demora en registrar civilmente a niñas y niños. El informe revela que en el año 2000, Nuevo León ya alcanzaba un 93.2 por ciento de registros de nacimientos de población menor a un año, pero en vez cubrir el cien por ciento, en diez años retrocedimos al 89.5 por ciento.

Del informe se colige una violación al artículo 32 de la Convención de los Derechos del Niño y a la norma Constitucional que prohíbe el trabajo a menores de 14 años de edad, al mostrar que en la entidad trabajan 70 mil 814 personas de entre 12 a 17 años de edad. Como muestra de la desigualdad de género existente, del grupo que trabaja, 61.45 por ciento son niñas y 38.55 por ciento niños.

Por las diversas violaciones a los derechos humanos que comporta, es preocupante el matrimonio precoz. Pese a que en Nuevo León la edad mínima para celebrar el rito civil es de 16 años cumplidos para niñas y niños, agencias internacionales recomiendan los 18 años cumplidos. El informe reporta que en la entidad, en 2010, habitan 973 personas de entre 12 a 14 años no solteras; 930 casadas o en unión libre; 38 divorciadas o separadas; 5 viudas; y 13 mil 898 personas de 15 a 17 años no solteras. De ellas, 13 mil 333 casadas o en unión libre; 525 divorciadas o separadas; y 40 viudas.

Es satisfactorio notar que la Redim predica con el ejemplo. Toma en cuenta la opinión de niñas y niños. A Anahí, una niña de 14 años de edad le preocupa que ahora hay muchas chavas de 15 y 16 años embarazadas. Anahí sabe de lo que habla. En el estado, en 2010, la tasa de maternidad en niñas de 10 a 14 años de edad es de 1.8, es decir 360 niñas en este rango de edad registraron, al menos, un hijo o hija. En cuanto a la tasa de maternidad en niñas de 15 a 17 años subió a 52.3, es decir 6 mil 262 niñas son madres.

Cuando a las niñas y niños se les preguntó cuál es el mayor problema en su comunidad, Mariana de 7 años se quejó de que las personas adultas “a veces no escuchan”; a juicio de Humberto de 13 años, es “la drogadicción, el vandalismo y la inseguridad”; David de 14 años, reveló “Por mi casa venden droga y hay balaceras y levantones y por eso la gente se esconde y todo eso es por el narcotráfico”. Claudia de 12 años, estimó que “la discriminación en la escuela, en la calle y en muchas partes, es el mayor problema. Mientras que Tania de 12 años, declaró que tiene miedo de que a su familia le suceda algo por la delincuencia. Miguel de 13 años, llegó a la conclusión de que el problema es la violencia familiar porque no hay diálogo entre padres e hijos. Para Elías de 13 años, es la falta de civilidad. Explicó que “las personas tiran la basura en la calle, en la banqueta, al frente de las casas deshabitadas y en lotes baldíos y no en sus botes correspondientes. En tanto que para Ilse, de 11 años, la obesidad es el mayor problema.

Éstos y otros muchos datos se encuentran en este magnífico informe realizado por la Redim, que puede consultarse en la página www.derechosinfancia.org.mx. Hago votos porque su conocimiento sea de utilidad en los trabajos que cada quien desarrollemos desde nuestras diversas áreas de actuación, en pos de los derechos de la infancia en Nuevo León.

 

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