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1353 3 Julio 2013

 

EL CRISTALAZO
Paso, peso, piso
Rafael Cardona

Ciudad de México.- Después de revisar algunos hechos recientes, he llegado, como el Gran emperador Federico (quien en verdad no sé si tuvo conocimiento de estos hechos) a una conclusión muy sencilla: los derechos mal empleados, conocidos como se verá más adelante como los derechos de “P”, son la causa de muchos de los graves problemas nacionales. ¿Cuánto nos cuesta en atraso, violencia y explotación?

Por ejemplo el derecho de Paso:

Esta nociva práctica, como se sabe, consiste en cobrar a los migrantes centroamericanos (o de cualquiera otra nacionalidad, es cierto) por la mala fortuna de pasar por nuestro país en su incierta, azarosa y a veces infructuosa ruta hacia los Estados Unidos.

La forma de operar de quienes aplican este impuesto es muy simple. Un grupo se encarga de prometerles la posibilidad de cruzar la frontera sur, ya sea subidos en llantas o lanchones improvisados, o por los vados en tiempo de secas a través del río.

Estos modernos Carontes los traen al territorio mexicano, donde sus aliados simulan llevarlos primero por el bestial tren de todos conocido, hacinados y apretujados como manos de plátano en camiones atestados, hacia zonas más norteñas. En el camino, el derecho de pasar se convierte en el derecho de cobrarles por hacerlo. Les cobran los aduanales, los de migración y si es posible, hasta los policías de crucero.

Todo mundo mete mano (y si se trata de mujeres, algo más). Cuando por fin creen haber conseguido algo con la ganancia de los kilómetros, entonces la banda grande los apaña. Los mete al bodegón y extorsiona a sus familiares. A veces no pagan y los matan. A veces los matan después de pagar y de sufrir vejaciones infinitas.

Después tenemos el derecho de peso. Ese lo ejercen los transportistas a quienes no les importa arriesgar la vida de sus operadores, o de quienes resulten afectados por frecuentes volcaduras, rupturas de plataformas o accidentes relacionados con el irracional volumen de sus dobles salchichas.

Los tráileres de dimensiones no admitidas en otros países por muchas razones, la principal de ellas el riesgo, circulan en carreteras de asfalto (ni siquiera de concreto armado) en condiciones francamente suicidas y a veces homicidas.

A ese respecto ofrezco estos datos de NSS Oaxaca. Son aterradores: 

“Aparte de segar vidas y causar pérdidas materiales cuantiosas (cada año hay más de 30 mil accidentes y unos 20 mil involucran vehículos de autotransporte federal de carga), destruyen las carreteras, los puentes se “vencen” más rápido por el peso excesivo en aplicado en una sola emisión. También destruyen el pavimento de las ciudades, su red de drenaje, tuberías de agua y gas; hasta dañan las casetas y señalamientos, como en Oaxaca, cuya mayor parte de carreteras no cuenta con el acotamiento adecuado para esos “animales.”

“Seguramente mucho dinero invierten en autoridades y legisladores los dueños de estas empresas, ya que no se ha podido prohibir la circulación de los dobles tanques. Al parecer, México es uno de los pocos en el mundo donde se permite esto. Pueden pesar, ¡hasta cien toneladas! violando las normas internacionales. Por ejemplo, en Estados Unidos (están prohibidos lo dobles remolques), ahí se respeta la norma y no se permite que se transporte carga con peso mayor a las treinta toneladas. En otros países de la Unión Europea, Japón y Suramérica, el límite es de unas 43 toneladas."

“Además, nuestro país, tiene permitido, también, las mayores dimensiones de camiones y tracto-camiones de doble caja. En la mayoría de los países del mundo, el máximo es de 18.75 metros, Rusia y Holanda (20), Islandia (22), Suiza (24), Canadá y Estados Unidos (25 metros), en Finlandia (25.25 metros). En México, un camión de carga tiene de largo hasta ¡31.5 metros!, muy superior a esos países mejor organizados y seguramente con legisladores y gobiernos con mayor vocación.”

También tenemos la otra “P”, peligrosa y nociva como las anteriores; derecho de “piso”. Esto es el cobro mafioso a los negocios en operación. No me refiero al otro, al ejercido de manera plena por la alta burocracia de cualquier partido, consistente en allanar la tramitología mediante una coima o la entrega de una proporción accionaria de la empresa. El “honrado diez”, le han llamado en la jerga cínica de la corrupción.

En cuanto al derecho de piso aquí hay un ejemplo reciente:

“Nezahualcóyotl, Estado de México, 24 de enero.- Por segundo día consecutivo, un hombre fue asesinado esta madrugada en el municipio de Nezahualcóyotl, presuntamente al no pagar el derecho de piso de su negocio a la delincuencia organizada.”

“Al igual que en el homicidio de ayer, los responsables dejaron un mensaje en una cartulina donde indicaban que iban a seguir las ejecuciones a cargo del grupo criminal “La Empresa FM” (Excélsior).

Más “derechos” de este tipo hay, como por ejemplo la proporción de la prostitución, mediante el cual las daifas ganan uno y los explotadores, protectores, proxenetas y demás, ganan 99. Pero esa es historia para otra ocasión.

 

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