Suscribete
 
1363 17 Julio 2013

 

Espionaje en son de paz
Hugo L. del Río

Monterrey.- Me disculpan, pero no me uno a los aplausos. Que la captura de Miguel Ángel Treviño, el Z 40 es un gran triunfo. ¿De veras? Pero si ya tomó las riendas del cártel su hermano Omar, Z 42. “Muerto el perro, la rabia permanece, no se acaba”, escribió Pepe Grillo en La Crónica defeña.

¿Cuántos jefes zetas han sido abatidos o están en prisión? Quién sabe, pero la organización criminal sigue creciendo. La Armada, el servicio consentido de los gringos, detuvo al delincuente en una brecha entre Nuevo Laredo y Ciudad Anáhuac. Traía dos millones de dólares.

No se necesita mucho cacumen para entender que los norteamericanos no sólo les dijeron a los marinos dónde estaba Treviño, sino que, además, de alguna manera, vamos a decirlo con moderación, los animaron a actuar. No me parecen coincidencias estos datos: la captura del ahora ex comandante zeta, aquieta, por lo pronto, las aguas revueltas por las “noticias” de que los buenos vecinos se han pasado la vida espiándonos. Si el espionaje ayuda al arresto de malos pesados, que los gringos nos sigan oliendo los calzones.

Y ocurre que el mismo día de la aprehensión, los secretarios de Defensa y Marina, Salvador Cienfuegos y Vidal Francisco Soberón, se entrevistan en la ciudad de Washington con el jefe del Estado Mayor Interarmas, Martin Dempsey. En seguida dialogarán (es un eufemismo) con el jefe del Comando Norte, Charles Jacoby Jr. Vamos, ya sabemos a qué fueron.

Ahora, aquí, a Miguel Ángel lo acusan de todo: las 54 víctimas del Royale, los 44 reos ultimados en Apodaca, los 49 torsos en Cadereyta, 280 migrantes centro y sudamericanos acribillados en dos eventos en San Fernando, Tamaulipas, los 21 muertos del Sabino Gordo y lo que salga. Será, pero los zetas siguen creciendo. Su milicia guatemalteca, la banda La Mesilla, conocida también como el cártel del Golfo, mató en Quetzaltenango, a nueve policías que les robaron un alijo de droga. Ya habían victimado a otras 50 personas.

Autoridades mexicanas colaboraron con Guatemala en la captura de unos cuantos mesillas, entre quienes había, naturalmente, por lo menos un gendarme.

¿Y para quién eran las armas aseguradas en el carguero norcoreano Cong Chon Gang, detenido en Colón, Panamá? No son juguetes: armamento pesado, de tecnología de punta, incluidos misiles. No, a cabronazos nunca resolveremos el problema. Los cárteles existen porque gozan de “protección política, legal, institucional y, sobre todo (lo más doloroso), la aceptación ciudadana”: Ricardo Alemán dixit en El Universal.

Así que, disculpen, pero no me uno al aplauso. No hay nada que celebrar.

 

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

 

15diario.com