HORIZONTE CIUDADANO
¿Así son los ninis?
Rosa Esther Beltrán

Saltillo.- El recientemente celebrado Día Internacional de la Juventud, dio lugar a un conjunto de debates, discusiones y deliberaciones en las instituciones educativas y en los medios de comunicación, acerca de la situación de este sector tan importante de la población mexicana y el cual con la niñez, en buena medida representan el futuro de este país.

Según el informe de la Secretaría de la Juventud local, en Coahuila hay 44 mil jóvenes cuyas edades van de los 12 a 29 años que no estudian ni trabajan, los apodados “ninis”; de acuerdo a esa Secretaría y con datos del Inegi, se registra una tasa de desocupación en los jóvenes de 9.9 por ciento (primer trimestre 2013), la cual es muy alta si se tiene en cuenta que en el estado la desocupación alcanza el 5.8 por ciento.

Los especialistas sostienen que el mayor número de personas desocupadas en el país son jóvenes de 20 a 29 años, y aquellos con el mayor nivel de instrucción académica.

Pero el sector de la población joven, además de encontrarse sin empleo ni escuela también está desprotegida de los sistemas de seguridad social en salud, por lo que Mauricio Hernández, director del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), los clasifica como triples “ninis”. Diputados federales y especialistas en esta temática, ya advirtieron sobre el rezago en políticas públicas dirigidas a este segmento poblacional.

Según cálculos de la OCDE, el número de mexicanos de 15 a 29 años que no estudian ni trabajan, ascendía, a finales del sexenio pasado a 7 millones 248 mil 400; en su último informe sobre el Panorama del Empleo 2013, emitido hace un mes por ese organismo, más de un tercio de las mujeres jóvenes son consideradas como “ninis”, comparado con sólo uno de cada 10 hombres jóvenes, por lo que estiman que los datos reflejan la exclusión de las mujeres en el mercado laboral, por lo que instan al sector empresarial a aumentar la tasa de participación de las mujeres mejorando sus oportunidades laborales, lo que estiman promovería el potencial económico de México.

Como puede verse, el panorama para los “ninis” locales y nacionales es desalentador, más si se tiene en cuenta que el gobierno federal ha recibido fuertes reclamos por la desatención de la juventud por parte del gobierno de Peña Nieto.

En la Universidad Autónoma de Nuevo León, un grupo de académicos investigadores abordaron el problema de los “ninis” y en principio buscan redefinir ese concepto, que a su decir, es demasiado general y no explica lo que en realidad le sucede a ese sector, por lo que se proponen construir un concepto científico que explique ese fenómeno.

Los investigadores explican que “un nini no estudia ni trabaja porque ha perdido la esperanza en su entorno económico y social”; sostienen también que un nini suele ser soltero, no migrante y con baja escolaridad, proviene de un hogar de bajos ingresos en el que por lo general falta el padre.

Las mujeres pueden encontrarse en esa situación con más frecuencia por cuestiones de cultura, esta hipótesis es factible, lo probaría el informe de la OCDE, pero la cuestión de que los “ninis” provienen de hogares de bajos ingresos es más difícil de probar, ya que hay estudios que informan que existe desocupación entre los jóvenes que tienen un alto nivel académico.

Los académicos plantean que el de los “ninis” es un fenómeno que alarma a la sociedad por considerarlo una amenaza social, y que de prolongarse podría reducir la movilidad social y ampliar la desigualdad social, además de que su persistencia podría dañar la cohesión de la sociedad hasta inducir a los implicados al alcoholismo, la criminalidad o el suicidio, ya que han encontrado que en los sectores geográficos en donde se encuentran más “ninis” se registran más delitos.

Me parece muy importante que la academia se involucre en la investigación de los fenómenos y problemas sociales que nuestra sociedad vive porque las universidades se sostienen y mantienen con los impuestos que la población entrega al gobierno y que éste devuelve en forma de presupuestos para las instituciones de Educación Superior, de manera que hay un compromiso de la academia para con la sociedad y es alentador ver que se cumple.
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Una enorme felicitación a Quitzé Fernández Bonilla
y a Vanguardia por obtener el Premio Rostros de la
Discriminación “Gilberto Rincón Gallardo”.