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1392 27 Agosto 2013

 

Cabrito de Plata para López Tarso
David Carrizales

Monterrey.- “No soy un actor de mucho talento, pero soy de muy buenas intenciones, y como me divierto muchísimo haciendo mi trabajo, parece que tengo talento, pero no, no tengo mucho, lo que pasa es que me aparecen muy buenos personajes” señaló sin falsa modestia Ignacio López Tarso, en rueda de prensa previa al homenaje que se le ofreció este lunes por la noche, dentro del Noveno Festival Internacional de Cine de Monterrey.

Durante la ceremonia celebrada en el Auditorio San Pedro, el primer actor recibió dos reconocimientos: el Homenaje Mexicano a la Trayectoria Artística, por el que se entregó la presea “El Cabrito de Plata”; y el Premio Icono del Cine Mexicano, que le hizo merecedor de “El Cabrito de Cristal”.

López Tarso comentó ante los periodistas que durante el siglo XX hizo 50 películas, acompañado de grandes personalidades del séptimo arte como Dolores del Río, María Félix, Carmen Montejo, Elsa Aguirre, y dirigido por auténticos genios de la industria como Roberto Gavaldón, Luis Buñuel y John Huston; pero en este siglo ha estado prácticamente retirado.

“Y me he divertido y he gozado muchísimo haciendo cine, quisiera volver. Sí me han ofrecido algunas cosas que no me han gustado nada, el cine tienes que hacerlo cuando te ofrecen una muy buena historia, un plan redondo con un buen director, un buen reparto, un buen proyecto y entonces lo haces con muchísimo gusto, de otra manera prefiero esperar otras oportunidades”, expresó.

–¿Ha faltado talento?
–En mí. No soy un actor de mucho talento, soy un actor de muy buenas intenciones siempre, como me divierto también muchísimo haciendo mi trabajo como actor, pues parece que tengo talento, pero no, no mucho; pero me aprecian muy buenos personajes, he hecho en teatro los grandes clásicos, los griegos, Shakespeare, los clásicos españoles, un teatro que poco se hace en México y en todas partes del mundo.

Agregó que le ha ido estupendamente bien haciendo teatro clásico, de manera que los que dicen que con esas obras la gente se duerme, dicen mentiras grandísimas, inventadas por los que no pueden hacer ese tipo de teatro.
“El teatro clásico bien hecho es una maravilla que perdura después de 25 siglos con Sófocles, Esquilo, Eurípides. Ese es el teatro que me gusta y el cine que me gusta corresponde a eso, he hecho “Pedro Páramo”, cuentos, historias muy bellas como el Gallo de Oro, cuento escrito por Juan Rulfo, adaptado al cine por Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez.”

“Ahora el cine mexicano ya no es lo que fue hace algunos años, fue una industria tan poderosa que trajo tanto dinero al país que se comparaba con el petróleo o con el turismo; pero eso pasó ya a la historia.”

“Esto fue así porque el cine mexicano no tenía la competencia brutal que significa Hollywood para México, Argentina, España, Perú. La única gran industria cinematográfica del mundo utiliza 250 millones de dólares para hacer una película, mientras nosotros nos quedamos con la boca abierta, pues con eso hacemos diez años de cine en México. La única forma de tratar de competir es a base de talento, muy buenas historias, muy buen gusto y buenos repartos.”

No obstante, dijo López Tarso, el cine mexicano, a pesar de que ya no es la gran industria, cada año resulta ganador de dos o tres grandes premios ganados en los festivales internacionales, y cuando las cintas regresan al país se exhiben con un gran éxito comercial. Puso como ejemplo “Nosotros los Nobles”.

Comentó que nadie sabe en realidad cuál es el condimento para que una película sea un gran éxito, “eso no se sabe ni en cine, ni en teatro, ni en televisión, eso lo decide el público”, y luego resulta que lo que menos se espera que funciones, a veces resulta un taquillazo, “eso es un misterio: saber qué le gusta al público y qué no”.

Señaló que se ha mantenido vigente porque a sus 88 años y con 65 de trayectoria, no he dejado de trabajar desde que inició como actor en 1948:  “andaba yo a ver qué encontraba en la Escuela de teatro de Bellas Artes que era la única que había en el país, para conocer a las grandes estrellas de entonces, y a los grandes maestros como Novo, Villaurrutia, entre otros genios, que tenían a su cargo crear actores, pues los pocos que había se hicieron en el escenario, empezaron en la carpa y al rato ya estaban en Bellas Artes.”

–¿Se enamoró de alguna gran actriz con la que compartió escenarios?.
–De todas, imagínense he trabajado con Dolores del Río, la tuve cerquitita durante una temporada de teatro donde éramos ella y yo solos, era una obra de dos personajes y además ella se iba por ahí entre cajas, entre telones y se cambiaba de ropa mientras yo hablaba con el público, hasta se me olvidaba el texto.

Además, “ Dolores a los 60 años se mantenía bellísima y además era una mujer muy culta, muy tierna, muy inteligente, una dama, una mujer extraordinaria ¿quién no se enamora al conocer un genio de ese tamaño?”

“Y aquella otra, brava la María Félix, y cuando conocí a Elsa Aguirre que era la más bella del mundo, te encontrabas con ella y caías de espalda, era verdaderamente hermosísima, y luego grandes actrices como Ofelia Guillmáin, Carmen Montejo, Marga López, María Douglas, me he topado con las meras meras, grandes estrellas del cine, teatro y la televisión”, dijo López Tarso.

Agregó que nunca ha pensado producir cine porque sería meterse en un lío terrible, “la distribución del cine mexicano es un acertijo, es meterte en el laberinto griego que no tenía ni principio ni fin, no encuentras la salida, para producir cine hay que tener mucho colmillo y mucho dinero, y a veces pega y se quintuplica el dinero”.

López Tarso dijo sentirse muy feliz por el homenaje del FIC Monterrey. “A mí me encantan los homenajes, los premios, los trofeos, todo eso, ando de ciudad en ciudad, a cada ciudad a donde llego es un homenaje, y un trofeo”. Pero, bromea, “luego necesito quien me lleve, ¿este no pesa mucho verdad?”.

Se le pregunta cómo hace para mantenerse tan fuerte a los 88 años y dice: “trabajando mucho, afortunadamente no he parado en años y años; yo nunca he tenido vacaciones , de decir hay nos vemos voy a una viaje de dos meses por Europa, nunca.”

“Mis viajes los aprovecho siendo invitado a un festival, he ido a muchos festivales en Europa, he estado en Cannes, en Alemania, en Irlanda, Tel Aviv, “me invitan a grandes lugares y además me pagan el boleto de primera clase hasta Moscú, ¿dónde voy a decir, no, no puedo ir?”

Se le menciona una anécdota que contaba sobre su persona el maestro Silvino Jaramillo, a quien una vez un periodista le preguntó si le gustaba su trabajo de actor, y respondió: Me tocó trabajar en El Gallo de Oro, con Lucha Villa en sus mejores tiempos, y además me pagaron...

Al respecto comenta: “pues muy poco, pero me pagaban. ¡Pero si usted ha participado en la época de oro en el cine mexicano! Les digo, sí, pero del oro yo no he visto nada, cuando llegué ya se lo habían acabado aquellos grandes, Pedro Armendáriz, el Indio Fernández, María Félix, Dolores del Río, Gabriel Figueroa, esos grandes que hicieron la época dorada…”

 

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