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1399 5 Septiembre 2013

 

Crisis múltiple
Lupita Rodríguez Martínez

Monterrey.- La administración de Enrique Peña Nieto ha decidido profundizar el modelo neoliberal en todos sus órdenes.

No nada más han resuelto secar la economía, sino que además planean una alza de impuestos para toda la población, que pasa por imponer el IVA a alimentos, medicinas y aumento de impuestos al ingreso de las clases media hacia arriba. Estas medidas profundizarán la recesión que provocará que en este año la economía tenga un pobre desempeño, el cual estimamos que se ubicará apenas en 1.5 por ciento de crecimiento del Producto Interno Bruto.

Podemos afirmar que México enfrenta, en el primer año de Peña Nieto, una crisis múltiple; es decir, no solamente la crisis económica, sino que también es una crisis social y una crisis política.

El modelo económico neoliberal que se aplica en el país, ha generado un aumento de la pobreza que ya rebasa los 53 millones de pobres, así como aumento del desempleo, del subempleo y grandes rezagos en materia de vivienda. La crisis social también se expresa por el incremento del hambre y la desnutrición en muchas regiones del país y la incapacidad del sistema educativo nacional, tanto en educación media superior y superior, traducida en el incremento acelerado de estudiantes rechazados de estos niveles educativos.

Producto también de la agudización de la crisis económica y de la crisis social, es la crisis política que hoy se vive en todo México.

Expresión de esta crisis es el estado fallido que prácticamente se vive en todo el país, provocando el surgimiento de un estado paralelo que bien podríamos calificar como narco-estado, el cual ha llevado a que en muchos puntos de México se manifieste el hartazgo de la población ante secuestros, cobro de piso, asaltos, desapariciones y asesinatos perpetrados por el crimen organizado, sin que a la fecha las autoridades puedan controlar este gran problema social.

Todo lo anterior ha originado la creación de grupos de autodefensa armada o de policías comunitarios que tratan de suplir el fracaso del gobierno para garantizar el estado de derecho.

Dentro del marco de esta crisis política se expresan los movimientos sociales que se defienden de la aplicación del modelo neoliberal, tanto del ámbito laboral como educativo. Este es el caso de las grandes protestas de los trabajadores de la educación, del sindicato mexicano de electricistas y del movimiento estudiantil, expresado a través de #YoSoy132.

A estas protestas se suman ya los movimientos a nivel nacional en contra del robo del siglo que el gobierno de Peña Nieto pretende realizar, en complicidad con potentados nacionales y empresas transnacionales, al tratar de apropiarse de los ingresos del petróleo, del gas y de la energía eléctrica, con la mentira de que Pemex no tiene recursos para invertir en su modernización y expansión, de acuerdo con las necesidades de energéticos del País.

Junto con este despropósito viene de la mano otra llamada reforma estructural en materia hacendaria y fiscal, relativa al aumento del IVA y su aplicación en alimentos y medicinas para compensar el “hoyo fiscal” que provocará la entrega de nuestros hidrocarburos.

El actual grupo gobernante, que encabeza Peña Nieto, debe repasar las experiencias históricas de lo que ocurrió en Argentina con Carlos Saúl Menem (1989 a 1999), quien después de privatizar todo conforme los mandatos de Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, expresadas en el Consenso de Washington, llevó a efecto todas las medidas dictadas por estos organismos, que supuestamente harían que el país creciera a altas tasas de desarrollo. Lo que ocurrió fue todo lo contrario, ya que Argentina se hundió en las peores crisis sociales y políticas de su historia.

Cuando Argentina solicitó un paquete de rescate al FMI, al Banco Mundial y al Gobierno de Estados Unidos, éstos se negaron a proporcionarlo al argumentar que no tenían forma de garantizar los empréstitos, dejando a ese país abandonado a su suerte. Tras la caída del gobierno de Menem, como consecuencia de la crisis múltiple que vivió Argentina, años después subió al poder Eduardo Duhalde, quién cambio radicalmente la política económica, rompiendo con el FMI y declarándose en moratoria, así como implementando una política económica nacionalista y popular que condujo a ese país a la paz social y hoy Argentina, con Cristina Fernández de Kirchner como Presidenta, tiene una economía en crecimiento y desarrollo.

 

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