NL entre víctima y cómplice
Jesús González

Monterrey.- Decía Gilberto Bosques, Cónsul General de México en Francia durante la Segunda Guerra Mundial, y quien salvó a miles de refugiados de morir a manos de la Alemania Nazi: “Algunas veces es necesario salir de la legalidad para entrar en el derecho”.

En Nuevo León mucha gente está entendiendo que hay que romper paradigmas para poder salir adelante de la crisis humanitaria en la que nos encontramos, y evidenciar lenguajes que normalizan la barbarie.

Uno de los diarios de mayor circulación en el Estado lleva un conteo de los muertos por la guerra contra el narco, ellos cuentan hasta hoy 462 víctimas, de las cuales ya juzgaron que 431 eran criminales y señalan como inocentes a 21. Saltan a la vista las discrepancias, ya que tan sólo los asesinados del grupo musical Kombo Colombia eran 17. ¿Los pusieron como criminales o inocentes?

Desafortunadamente, este es el tipo de información con la que la población juzga que la delincuencia ha disminuido. La realidad es que nunca se fue y hay que evidenciarlo.

Existe la legalidad privada que defiende una diputada al justificar la expulsión, con base en un reglamento interno, de una niña en su colegio sólo porque sus padres son homosexuales. La legalidad pública hace que no podamos saber las irregularidades en las cuentas públicas de los presidentes municipales, sólo porque ya fueron aprobadas por los diputados.

La legalidad no permite que ciudadanos puedan ejercer su derecho a ser votados en elecciones o a ejercer una democracia con participación de la población, sólo porque “no existe el marco legal”. Esta es una legalidad acomodaticia donde pasan los años y no se encuentra a las y los desaparecidos, mientras algunas Ong´s y gobierno salen a dar entrevistas conjuntas para decir que se está avanzando.

Gilberto Bosques en la Francia ocupada por los alemanes o Gonzalo Martínez Corbalá en el Chile de Pinochet, llevaron al extremo el cumplimiento de sus principios con tal de salvar de la muerte a miles de personas, los obligó esa convicción de que por encima de la legalidad está el derecho.

Se han explicado mucho las circunstancias en que está sumido Nuevo León desde 2007 a la actualidad, pero no se ha pasado a la acción que cambie de tajo esta realidad. Nos hemos conformado con soluciones temporales a veces a modo del sistema dominante, como cuando las Ong´s apoyan proyectos de “reconstrucción” en barrios como La Purísima, donde se esconden la especulación inmobiliaria de algunos personajes.

En el repunte mediático de la violencia, se encuentra una nueva hora cero. Siendo conscientes de que esta película ya la vimos y sabemos cómo termina, seremos conscientes de que, como decía la consigna en las marchas por la Paz de 2011, Si Nuevo León no despierta ya no sale de esta.

Nuestro construido orgullo nos puede indicar que Nuevo León no va a desaparecer nunca, es cierto. El estado geográfico no desaparecerá, lo que desaparecerá serán los ahorros de las familias, la vida de mujeres y hombres, el medio ambiente, etc.

Al decir ¡ya basta! no permitiremos que sucedan cosas como la inauguración de centros comunitarios de ong´s con computadoras prestadas para la inauguración, y que luego son retiradas al irse la prensa y el presidente o presidenta municipal.

Evitaremos que niños sean discriminados por hablar en su lengua materna, rechazando la simulación de Ong´s que dicen que los apoyan, pero reciben financiamiento de medios de comunicación que repiten estereotipos discriminatorios.

Comenzaremos a pedir explicaciones sobre la pérdida de miles de pesos en nuestras cuentas de Afore, que se supone servirán para nuestro retiro.

Hace poco, un activista comentaba que es cierto que el sistema no deja participar a la población en las decisiones públicas, pero también es cierto que la población no quiere ese poder. Aunque se dé el poder de decidir, no se ejerce, esa es la constante en Nuevo León.

Somos como una familia violenta, disfuncional, que gasta más de lo que gana y que le echa la culpa de todo al vecino, pero que cuando debe salir a pasear o a visitar a un familiar se comporta como una familia feliz. Estamos viviendo tiempos históricos para el país y nos toca elegir si Nuevo León será protagonista de un cambio o víctima de las circunstancias.

El fin de semana caímos en cuenta de una analogía con el periodo de la dictadura chilena. En 1973 primero se tomó el poder por la fuerza, después se asesinó y desapareció a miles de personas. Algunos empresarios y gente que apoyaba al régimen de Pinochet se quedó con los bienes y hasta con los hijos de las personas asesinadas; después, ya sin oposición, Chile comenzó las primeras reformas neoliberales de gran calado en Latinoamérica privatizando las empresas, la educación, etc.

En México ya estamos en el último paso: tuvimos una toma del poder por la fuerza al no respetarse la decisión del pueblo en 2006; ya tuvimos (y tenemos) el periodo de violencia que ha matado y desaparecido gente, los bienes de esas personas acabaron en manos de quienes ejercen violencia y estamos en el paso, donde ya sin oposición, se introducirán reformas de gran calado.

¿Cuánto le queda a usted en su cuenta de ahorros?
¿Cuánto perdió usted estos meses en su Afore?

Pasar de la legalidad al derecho puede comenzar con un honesto ¡ya basta!

PD: 2 de Octubre ¡no se olvida!

@proyectoepuente