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1423 9 Octubre 2013

 

ESTADO DE LOS ESTADOS
México al precipicio
Lilia Arellano
         
Cancún.- El precipicio al que llevará al país la reforma energética, según lo dicho por Marcelo Ebrard, no es sólo en el renglón económico sino también en el político y social, tal como señaló, el daño parece irreversible.

Tanto el PAN como el PRD se distribuyeran las reformas a apoyar y de esta manera prestarse a que el PRI garantice las aprobaciones. De ahí que se logre que el ex candidato presidencial y representante del mayor número de opositores al régimen actual, Andrés Manuel López Obrador, reciba cada día más respaldo a su llamado a la desobediencia civil pacífica, traducida en no pagar el aumento de impuestos, ni los recibos de luz, entre las 16 acciones que conforman esta propuesta, que tiene como objetivo lograr que se lleve a una consulta popular la iniciativa presentada por Enrique Peña Nieto.

En clara respuesta, el titular del Ejecutivo (al participar en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico que se lleva a cabo en Bali, Indonesia) sostuvo que las resistencias a sus iniciativas de reformas, −refiriéndose tanto a la energética como a la hacendaria− causan desgaste, pero que su gobierno asume tanto la responsabilidad como los costos políticos.

Y como declaración no está mal, sólo que la realidad es totalmente diferente porque los costos los asumiremos los mexicanos y éstos, no son benéficos sino todo lo contrario, independientemente de que han logrado unir tanto a los de arriba como a los de abajo en contra.

Al arrancar los foros sobre la reforma energética propuestos por el PRD, se supo que tal iniciativa coloca “al borde del precipicio la soberanía económica del país al entregar un elemento fundamental para el desarrollo nacional a empresas extranjeras y constituye una regresión histórica del nacionalismo mexicano”. Aunque esta propuesta podría contar con un respaldo singular de los empresarios nacionales, no es así ya que al igual que las firmas del exterior saben que en dos años más puede tener efecto, lo quiera el gabinete del mexiquense y él mismo o no, la consulta popular y, a sabiendas de lo que el petróleo representa, recibir un revés, por lo que sus inversiones estarían en juego.
Ante esta falta de certidumbre y de seguridad no es factible que, aún y cuando lograran su aprobación, lleguen al país los capitales que esperan captar y menos que se tengan registros que hablen de la creación de empleos, que son los dos renglones sobre los que sustentan su intentona y con los que pretenden convencer a los ciudadanos.

La trama que se está urdiendo en torno a estas reformas revela que al igual que la izquierda con la reforma energética, el PAN ha cerrado filas en torno al rechazo total a la reforma hacendaria del presidente Enrique Peña Nieto. Sin embargo, esto no es más que una bien elaborada jugada de ajedrez político del régimen actual. 

Según la bancada del Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados, el PRI ya entró en arreglos con las diputaciones del PAN y del PRD para impulsar las reformas hacendaria y energética. Ricardo Monreal, coordinador de la fracción parlamentaria del MC, adelantó que el PAN respaldará la reforma energética, mientras que el PRD la hacendaria, en el ánimo, dijo, de “lavarse la cara”. ”Los dos nos lavamos la cara, los dos le ayudamos al PRI, y ustedes PRD y PAN, propongan la reforma política. Les aceptamos otra cosa y todos ganamos”, dijo Monreal.

Todo parece indicar que mucha razón tiene el político zacatecano y en ese escenario de simulaciones, la oposición panista a las modificaciones fiscales ha llegado al punto de proponer que “el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2014 y la Ley de Ingresos se apruebe con la normatividad vigente, y que las reformas fiscal y hacendaria se dejen para discutirse el próximo año”, como lo planteó el senador panista Héctor Larios, presidente de la Comisión ,y Fomento Industrial de la Cámara alta.

Para los panistas, la reforma hacendaria y fiscal “provocan más daños que beneficios. Afectan a los trabajadores y sus prestaciones y a la industria”, como lo consideró el legislador. También los gobernadores de Acción Nacional han externado el rechazo a la propuesta de Peña Nieto en la materia. El gobernador de  Guanajuato, Miguel Ángel Márquez, sostuvo que la aplicación del IVA en colegiaturas, hipotecas e importaciones temporales, afectaría el desarrollo económico de la entidad, que por primera vez en la historia cuenta con un cluster de armadoras automotrices y está dentro de los 10 primeros Estados con mayor desarrollo de viviendas.

Los panistas buscan desviar la reforma fiscal hacia otros rubros. Por ejemplo, la diputada de Acción Nacional, Leslie Pantoja, propuso aumentar el impuesto especial al cigarro para que suba 11 pesos, es decir, si actualmente una cajetilla cuesta 42 pesos, subiría a 53. La legisladora pretende modificar el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) al tabaco, que actualmente reporta recaudación de 53 mil millones de pesos, y con un cobro de 11 pesos más por ese concepto, se recaudarían 7 mil millones de pesos adicionales.

La oposición panista a la reforma hacendaria es táctica, no estratégica. El mismo dirigente de Acción Nacional, Gustavo Madero, reconoce que “el PAN no tiene los suficientes votos para detener que se apruebe, pues sólo requiere de una mayoría simple”. El líder blanquiazul justifica que la reforma fiscal es la única que no surgió del Pacto por México, por lo tanto, el PAN tiene la libertad y la autoridad moral para oponerse.

En ese mismo escenario de simulaciones, Silvano Aureoles, coordinador del PRD en la Cámara de Diputados, consideró como una estrategia oportunista el posicionamiento del PAN en contra de la reforma hacendaria. Adelantó que los perredistas rechazarán gravar con IVA la renta, venta e hipoteca de casas habitación, y propondrán que suba el porcentaje propuesto para gravar las utilidades de las compañías mineras y operaciones en la Bolsa Mexicana de Valores. Dijo que respaldarán eliminar el régimen de consolidación fiscal, mantener la pensión universal para adultos de más de 65 años y constituir el seguro de desempleo. Es decir, adelanta el voto perredista a favor, a cambio de algunos ajustes a diferentes rubros que, sin duda, atenderían la presión de las cúpulas empresariales.

Los perredistas ya construyeron la vía para oponerse a la reforma energética, que sin duda apoyará el Partido Acción Nacional, ya que su propuesta coincide en su mayor parte con la que presentó Enrique Peña Nieto al Congreso de la Unión. Para empezar, el PRD ya arrancó la realización de sus propios foros en materia energética, en la vieja casona de Xicótencatl, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Los ponentes destacaron que la propuesta energética de Enrique Peña Nieto coloca “al borde del precipicio” la soberanía económica del país, entrega un elemento fundamental para el desarrollo nacional a empresas extranjeras y constituye una regresión histórica del nacionalismo mexicano”.

Es así como se presenta el escenario político en el que la farsa es el elemento principal ya que, por un lado, se apoya un incremento tributario cuando se desconoce el destino de los montos recaudados y de los empréstitos contratados, la opacidad sigue reinando, no hay rendición de cuentas y, por lo pronto, se utilizan todos los canales informativos populares para cuestionar ¿para qué pagamos más impuestos? Aunque también podría agregarse ¿para beneficiar a quién? Porque visto está que no hay dinero que alcance para el gobierno federal que tan duro se ha portado con las cuentas en las Entidades de la República y sus endeudamientos cuando son ellos los que tienen los rubros más abultados.

De la presentación de un escenario en donde nada de lo que se ve es real, resulta difícil aceptar reformas que dicen fundamentar un cambio. Habrá que tener en la mente muy presente que tal palabra “cambio” fue pronunciada por Vicente Fox y respaldada por una gran mayoría, que en el corto tiempo se dio cuenta de que había sido víctima de un engaño.

No es una oposición vaga la que existe en torno a una ley antilavado de dinero, sino que el objetivo de ésta no sea combatir al crimen organizado, es decir, que sea para contar con armas para mantener a la sociedad viviendo en el temor y con la sospecha de que a la menor crítica el armado de expedientes y multas estará a la vista. No es rechazo a un combate de esta naturaleza sino certeza de que no es ese el objetivo.

 

lilia_arellano@yahoo.com
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