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1423 9 Octubre 2013

 

Alquimia pura
Hugo L. del Río

Monterrey.- José Antonio González Treviño se merece el Nobel de Química: hizo popó a la Secretaría de Educación: escuelas que se están cayendo, con goteras, sin sanitarios ni bebederos. La sucesora, profesora Juana Aurora Cavazos, heredó escombros.

Pero, con el perdón de Virgilio, las ruinas no perecen. Y los materiales en derrumbe son útiles para reconstruir la estructura educativa de Nuevo León. Lo malo es que Cavazos tiene sus intereses en otros sectores de la administración pública. En la asignatura de sensibilidad, la profesora (no es maestra, ni mucho menos) Cavazos tiene calificación de cero.

Mujer, hace patente su desprecio hacia las escolapias. En el escándalo provocado por la discriminación hacia las chiquillas de origen indígena que estudian o estudiaban en la Primaria Felipe Ángeles, la titular de la SE anunció que el comportamiento de la directora del plantel (a quien durante años le valió madre el maltrato que sufrían las pequeñas por el simple hecho de comunicarse en náhuatl entre ellas) no amerita sanción.

Vaya: Cavazos se pone en plan no de comprensión, sino de complicidad. Naturalmente que la responsable de la escuela merecía una punición ejemplar. Supongo que doña Juana Aurora, pase lo que sea, no quiere enturbiar su relación con el sindicato.

Luego tenemos el caso de la chica salvajemente golpeada por ocho o nueve de sus “compañeritas” en el colegio Manuel de Montemayor. ¿Qué hizo Cavazos? Nada. Lo que se llama nada. Los abusos físicos contra los peques en las academias públicas son, lamentablemente, cosa de todos los días. Y la anomalía seguirá así hasta que maten a un pequeño, porque los falsos educadores de vocación tienen lo que yo de astrofísico: ellos lo que buscan es billete y poder.

Y el círculo de perversión lo cierra Cavazos con su indiferencia. Una maestra auténtica, inteligente y enérgica, hubiera aprovechado la oportunidad de heredar la desolación para lucirse poniendo en pie a un sistema de educación que hasta hace algunas décadas nos llenaba de orgullo a los nuevoleoneses. Pero Juana Aurora Cavazos…

Pie de página

México es un Estado fallido. O poco le falta. Que le nieguen en un hospital público de Oaxaca el servicio a una mazateca, al grado de obligarla a parir en los escalones, es cosa que sólo se ve en esta alegre y tropical republiquita y en África.

Y esto en Oaxaca, tierra de don Benito Juárez, un indio que dejó su huella en la Historia del mundo.

 

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