México arde
Hugo L. del Río
Monterrey.- Michoacán es un estado hermoso y rico, con una herencia cultural que despierta respeto y admiración. La entidad merecía mejor suerte. Pero, al igual que toda la República, en Michoacán los canallas viven sus mejores tiempos.
La CNTE suspendió las clases en todo el territorio michoacano durante tres semanas. Apenas el diez de septiembre se hizo el simulacro de reabrir las escuelas y hoy, nuevamente, la coordinadora hará estallar “un paro por tiempo indefinido”. Curiosos profesores que se dedican a la grilla y el vandalismo sin atender a los niños.
Ayer, Morelia vivió una jornada de infierno: una marcha de dizque estudiantes pertenecientes a un grupo o comando (ya no se sabe) que se autodenominan Mó Vándalos, whatever that means. Escogieron la avenida Camelias para practicar sus artes negras: causar destrozos, ensuciar edificios con pintas, gritar a favor de causas que no entienden; una que otra pedriza, agresiones físicas y/o verbales a quien tenga la desdicha de cruzar por su camino y todo eso que ya sabemos. Eso sí, a la respetuosa distancia de dos o tres cuadras de la Casa de Gobierno.
Apenas entraban los Mó Vándalos en calor cuando llegaron treinta autobuses con unos mil ex estudiantes de las Normales de Tiripetío, Cherán y Arteaga. Ayer fue el día de gloria de los Mó Vándalos; hoy será la jornada de los ex normalistas a quienes, desde luego, apoyará la CNTE.
En Michoacán nadie pregunta quién financia el desplazamiento de estos quisques, porque todo el mundo conoce la respuesta: nadie alquila los buses: simplemente los secuestran. No lejos de Morelia, en Cuatro Caminos, hay un retén de truhanes que se adueña de los carros colectivos.
Las líneas de camiones suspendieron sus corridas a la región de Tierra Caliente y de Lázaro Cárdenas (asiento de la siderúrgica más importante de México) Apatzingán, Nueva Italia y Zihuatanejo no sale ni un ómnibus. Si a esto agregamos el imperio de los sicarios del narco, la corrupción de los gobiernos estatal y municipales; la ocupación, por parte de los pistoleros al servicio de los capos, de tramos de carreteras federales e incluso de algunos centros poblacionales, ¿qué tenemos?
Y en Guerrero las cosas están todavía peor. Hace una semana que está bloqueada la comunicación terrestre entre Casa Verde y Filo de Caballos. Siete días y uno recuerda el “Lugar Maldito” de Ivo Andric: “Aquí las preguntas no sólo no se responden, sino que se olvidan”. Cómo estará la cosa que Misael Medrano Baza, subsecretario de Asuntos Políticos de la administración de Ángel Aguirre Rivero, reconoce que la crisis de la violencia rebasó al gobierno.
Enrique Peña Nieto nos promete paz. Pero Felipe Calderón hizo el mismo ofrecimiento y, sin duda, lo volverá a hacer el sucesor de EPN. Vivimos en la mentira.
