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1444 7 Noviembre 2013

 

TRANSICIONES
¿Otra historia?
Victor Alejandro Espinoza          

Tijuana.- El pasado viernes 1 de noviembre tuvo lugar en la ciudad de Mexicali la ceremonia de investidura del gobernador, Francisco Kiko Vega de la Madrid. Se trata del onceavo gobernador electo desde que en 1952 el territorio se convirtiera en estado de la Federación. Sin duda, se trata de una joven historia.

En 1989, la entidad se convirtió en referencia de la transición política nacional cuando se eligió al primer gobernador de oposición en la historia. Ernesto Ruffo Appel, candidato del PAN, triunfó en los comicios de aquel verano. Luego vendrían otras alternancias y dobles alternancias en estados como Chihuahua, Nuevo León o Jalisco, pero en Baja California los ciudadanos decidieron en las urnas, y en sus casas, merced al acentuado abstencionismo, la continuidad de Acción Nacional.

Este 1 de noviembre asumió el cargo el quinto gobernador electo de origen panista (y sexto si contamos al gobernador sustituto, Alejandro González Alcocer, quien sucedió en 1998 a Héctor Terán Terán, que murió repentinamente a la mitad de su sexenio). Son ya 24 años consecutivos y 30 al finalizar el mandato de Kiko Vega. La única entidad blanquiazul que nos sigue de cerca es Guanajuato que tiene gobernadores panistas desde 1992.

Kiko Vega llega con el menor margen de victoria de la historia de la entidad, 2.6 por ciento. Es decir, triunfó en una elección sumamente competida que arrojó un gobierno dividido: la alianza que lo postuló, Unidos por Baja California (PAN/PRD/PANAL/PEBC) no cuenta con la mayoría absoluta de votos en el Congreso (13), alcanzando 12; mientras que la alianza encabezada por el PRI, Compromiso por Baja California (PRI/PVEM/PT/PES) se quedó con 11 y el Movimiento Ciudadano obtuvo 2. En esa relación entre poderes Ejecutivo y Legislativo se concentran retos mayúsculos que exigen una operación política fina.

Los indicadores sociales y económicos de la entidad no son halagüeños y los efectos previsibles de la homologación del IVA a 16 por ciento, llevan a pensar que los retos serán mayúsculos. Se requiere un gabinete capaz, con profundo conocimiento en cada una de las áreas. Concediendo el beneficio de la duda, sólo atinamos a ubicar a tres o cuatro funcionarios de primer nivel con dicho conocimiento y experiencia. El mismo gobernador electo lo ha dicho: “los nombramientos reflejan los apoyos recibidos en campaña”. Por el bien de todos, esperamos que muchos de ellos nos sorprendan realizando un trabajo profesional y digno.

Si tomamos en cuenta la experiencia de lo que han sido los gobiernos de Acción Nacional a nivel federal, estatal y municipal en nuestro país, el “fuego amigo” podrá ser una fuente constante de tensión. Muchos panistas consideran que el poder no se comparte y menos con adversarios políticos; sin duda presionarán para que pronto sólo haya funcionarios de primer nivel blanquiazules. Eso ya sucedió durante el gobierno de Héctor Terán Terán, cuando merced a una verdadera cruzada lograron la renuncia del único secretario que no provenía de las filas panistas.

Un ingrediente inesperado en el discurso de toma de protesta del nuevo gobernador, fue la crítica hacia la administración saliente. Se sabía de una historia de desencuentros entre los grupos encabezados por Kiko Vega y José Guadalupe Osuna Millán, pero durante la campaña se cuidaron de no hacerlo evidente. Hoy las condiciones han cambiado y al parecer se trata de marcar una línea divisoria entre un gobierno y otro. La mejor forma es ponderando los graves problemas heredados (deuda pública, desempleo, aumento de la pobreza, incremento de la delincuencia, caída de la competitividad, opacidad y ausencia de rendición de cuentas, etc.) y proponiendo soluciones para convertirse en “El mejor gobierno de la historia”, como dice que será el suyo. Ya veremos si no son fuegos de artificio.

Sin duda, el realineamiento de los grupos panistas será otra variable que influirá en los cambios locales y en la historia de los grupos panistas: si ganan los calderonistas la dirección nacional del PAN, será una historia diferente a si se impone Josefina Vázquez Mota o incluso continúa Gustavo Madero. Pero todo parece indicar que el calderonismo está en retirada, y a nivel estatal el gobierno de Kiko Vega le puede dar un empujoncito.

Víctor Alejandro Espinoza es investigador de El Colegio de la Frontera Norte.
victorae@colef.mx.
Twitter: @victorespinoza_

 

 

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