Quieren acabar con todo
Hugo L. del Río

Monterrey.- ¿Será útil el cerco al Senado? Lo dudo. En el momento crucial (se rumora que la ley de la reforma energética sería aprobada a más tardar el domingo) le dio un infarto a Andrés Manuel López Obrador. El tabasqueño evoluciona favorablemente, cosa que nos da gusto, pero necesitará guardar reposo durante cierto tiempo, y en todo caso ya no podrá desplegar la energía y vital coraje que fueron algunas de sus características.

Respeto la inteligencia y cultura de AMLO: sé que es un voraz devorador de libros. Pero su cualidad más importante, a mi juicio, es su carisma. El hombre convocaba a muchedumbres y las llevaba a marchas, protestas y bloqueos. Ya no lo podrá hacer. Y esto del sitio a la mal llamada Cámara Alta es una táctica pueril. Lo peor: ya empezó la rebatiña por la herencia de AMLO, y claro, ninguno de los aspirantes, tiene el tamaño del hombre de Tabasco.

Mientras, el tiempo avanza el favor de los globalizadores. Dícese que se dice que Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa ya respiran tranquilos porque hicieron el recuento de los votos a favor de la entrega del petróleo y el resultado los favorece. Todos tenemos la culpa de haber manejado de manera tan infantil la oposición al cártel de la globalización. Sin duda, la mayoría PRI-PAN aprobará las enmiendas a los artículos constitucionales 27 y 28 y creará la figura de contratos de utilidad compartida.

El constitucionalista Diego Valadés Ríos advirtió oportunamente que los cambios a la Carta Constitucional “darían a los particulares derechos reales, es decir, de posesión o propiedad sobre la parte de los recursos que hayan sido objeto de la contratación”. El esquema pone en manos de Hacienda las utilidades por venta y exportación de los hidrocarburos. De hecho, la SHCP distribuirá la marmaja entre lo que sobreviva de Pemex y los capitalistas dueños reales del ente petrolero.

Don Adrián Lajous, quien fue director general de Petróleos Mexicanos, también hizo público su desacuerdo con el gobierno, el Congreso de la Unión y los partidos políticos sumisos a la globalización. Conviene más a México, dijo, “un régimen de permisos y de licencias” antes que el sistema de utilidad compartida. Es siniestra la conspiración contra México. Incluye la liquidación del Fondo de Estabilización para la Inversión en Infraestructura de Pemex (o Petromex, como la bautizó un cabecero del defe), con lo que le arrebatan a la paraestatal su autonomía en rubros como gestión y presupuesto.

¿Podemos, todavía, evitar el desastre? Tenemos cuadros políticos millonarios en imaginación, cultura política y patriotismo. Olvidemos los juegos de niños como el famoso cerco y pongamos la inteligencia a trabajar. Inteligencia y temple.