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1475 20 Diciembre 2013

 

Horror en Reynosa
Hugo L. del Río

Monterrey.- Con pudor y timidez, el diario de Reynosa La Prensa, cabeceó como “fatalidad” el asesinato de los cinco adolescentes victimados el miércoles por el hampa. “Fatalidad”, según el diccionario, es “hado que fija irrevocablemente los acontecimientos/concurso de circunstancias inevitables”. Esto es, no hablamos de un homicidio colectivo, sino del azar del destino.

El gobierno de Tamaulipas no la libró mejor: se refirió al baño de sangre como “un incidente”. Alguien escribió, hace siglos, que la corrupción del Estado empieza por la degradación del lenguaje. Los hechos: dos “civiles armados” manejaban a exceso de velocidad una camioneta de doble cabina y arrollaron a un grupo de chicos de doce a 15 años que recién había salido de la posada de la Secundaria Técnica 59. Los victimarios, como es natural, escaparon y nadie sabe, nadie supo quiénes son. Eso sí, la Procuraduría estatal abre una investigación para dar con su paradero. En un descuido están descansando y celebrando su hazaña negra  en el propio edificio de la Procu o en un cuartel de la judicial.

La primera versión dice que los pistoleros eran perseguidos por los militares (The Brownsville Herald, un diario modesto pero muy profesional, valida esta hipótesis); pero horas más tarde, la “autoridá” se desmintió a sí misma: no había tal perseguimiento. Los hijos del narco simplemente se dieron gusto oprimiendo el acelerador y dirigiendo el carro, convertido en proyectil de muerte, contra los muchachos.

Los periódicos de Tamaulipas dicen que pronto llegó un convoy del Ejército, cuyos elementos se dieron a la tarea de ayudar a los heridos. La policía se enteró más tarde por la radio y la TV. Está muriendo demasiada gente y los capos están ganando la guerra.

El cártel de la globalización no es, no puede ser ajeno a la tragedia que nos enluta desde hace siete años. ¿Qué pretenden: abatir a más y más mexicanos hasta que la sociedad pida a gritos un gobierno de mano dura que, incidentalmente, capitalizará la crisis para acallar las protestas sociales?
PIE DE PÁGINA
Qué poca madre tiene el Estado mexicano: subir el sueldo mínimo en dos pesos y centavos al día. Esto, en los días que corren, parece una burla. Apuesto tronchado a que el presidente, los secretarios de Despacho, legisladores, alcaldes, gobernadores y toda esa pestilente e indeseable fauna que nos saquea, cobrarán más de dos pesos de aguinaldo. Pensar que un diputadete cualquiera, en un desayuno, gasta más dinero nuestro de lo que gana en un mes el mexicano promedio de a pie.

Duele decirlo, pero México es uno de los países más corruptos e injustos del mundo.

 

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