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1475 20 Diciembre 2013

 

Kakistocracia en Nuevo León
Jesús González Ramírez

Monterrey.- Nuevo León ya no es el líder a seguir en México. Decidió hace muchos años emular el sistema de gobierno estadounidense, tropicalizar su cultura basada en lo económico. Howard Zinn, un académico real, consecuente con sus ideas libertadoras en Estados Unidos y que no se contentaba con hacer experimentos controlados y superfluos o mirar desde las aulas como sucede en nuestro estado, definía aquel sistema de gobierno de manera lapidaria: “El sistema americano es el más ingenioso sistema de control de la historia mundial.”

Y algo así es lo que construyó la oligarquía en Nuevo León, formada por empresarios, políticos e iglesia, recordando que oligarquía significa “el gobierno de los pocos” construyeron un chip regio que les dio el control total del estado. Como bien nos comentó el luchador social y además Obispo de Saltillo Raúl Vera López el sistema que domina nuestras vidas está regido por la codicia, una codicia que devora todo lo que tiene a su paso.

Hasta hace unos años, Nuevo León tenia elementos para alimentar el orgullo de ese chip regio, era la sede de varias de las grandes empresas del país. Hoy la población que aún no despierta de ese letargo sigue creyendo que eso es así, pero la realidad es distinta, bastan dos ejemplos: Hylsa, uno de los grandes productores de acero de México el siglo pasado, hoy ya no es regia, está bajo control de una empresa argentina. La cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, símbolo del poder regio, hoy es controlada por una empresa holandesa. En ambos casos, los regios han pasado de ser dueños a empleados, actitud perdedora que comienza a conocerse como “el efecto Diablo Fernández”.  Está por demás decir que estos cambios han traído el despido de los ejecutivos de esas empresas y un ajuste en las políticas laborales en perjuicio de los trabajadores que en el caso de Hylsa-Ternium han costado vidas humanas.

En el año 2008, el sistema estadounidense cayó en una crisis de la que no ha podido salir y entonces una gran parte de la población en ese país se dio cuenta que todo era una farsa, que estaban en manos de lo que el extraordinario analista Alfredo Jalife Rahme ha llamado la kakistocracia, que significa, irónicamente “el gobierno de los peores”. Una crisis de la que es muy probable que nunca se levante.

En Nuevo León también vivimos un gobierno de los peores desde hace 10 años al menos, esa oligarquía decidió delegar el gobierno del estado en un grupo de gente que se adueñó de los partidos políticos, de los organismos empresariales y de una parte de la iglesia que nos trajo a ser hoy un estado con una de las mayores tasas de homicidios del país, de desapariciones de personas, con una tasa de cierre de pequeñas empresas que ha destruido una parte de la economía, con una de las deudas públicas más altas del país ¡70 mil millones de pesos debemos! con la mayor tasa de deserción escolar en jóvenes de secundaria y un largo etcétera.

En algunas de las valientes protestas de hace un año, una consigna que gritaba la gente era: ¡Monterrey, despierta, o ya no sales de ésta! y poco a poco lo está haciendo pero no es seguro si el esfuerzo será suficiente.

Al hacer realidad cambios sociales de fondo en el mundo, la historia nos dice que muchos de ellos provienen o cuentan con el apoyo de personas que se encuentran en las clases acomodadas, si bien no son la vanguardia, han sido en muchas ocasiones los que han inclinado la balanza a favor de esos cambios sociales. Basta mencionar que en la Independencia del país los criollos fueron los dirigentes, o que antes de iniciar la Revolución en 1910 los que la planeaban eran principalmente de clase media o recibían financiamiento de clases acomodadas, como Ricardo Flores Magón.

Hoy en Nuevo León crece este fenómeno, el de las personas que comienzan a ir en sentido contrario al sistema, gente de clase acomodada que se dio cuenta que ya no había opción sino combatir a esa kakistocracia regia representada por la neocupula del PAN donde deciden los grupos de Raúl Gracia, Fernando Larrazábal y otros menores y por otro lado dentro del PRI el grupo alrededor de la familia González Paras.

Estas personas se han dado cuenta que los llamados organismos intermedios están controlados por los grandes empresarios, quienes no les permiten ser confrontativos contra esa kakistocracia, antes bien, procuran acercarse activistas carentes de ideología para que desarrollen acciones de aparente movilización que no afectarán la extracción de los recursos de Nuevo León en favor del grupo dominante.

Las condiciones socio-históricas en Nuevo León en 2014 se alinean para que puedan ser aprovechadas por quienes quieran derrumbar la forma de gobernar de ese grupo.

PD: Falta que los llamados intelectuales y académicos se lancen a intervenir de manera real y de fondo contra el sistema… como Howard Zinn.

@proyectoepuente

 

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