La restauración del viejo PRI
David Carrizales
Monterrey.- El dirigente nacional del Partido del Trabajo, Alberto Anaya Gutiérrez, auguró un 2014 de carestía, desempleo, alza generalizada de impuestos, represión política y descontento social que puede provocar estallidos de violencia, ante acciones de persecución y acoso contra las fuerzas democráticas y de izquierda.
El diputado federal por el PT, expuso que el país vive hoy una situación de tragedia nacional, después que ha sido publicada la contrarreforma energética que tiene como propósito entregar la riqueza petrolera a las empresas extranjeras, potentados nacionales y encumbrados políticos mexicanos.
Explicó que los ingresos que Pemex obtiene por la venta del petróleo, representan el 40 por ciento del presupuesto nacional, y una vez que sean compartidos con empresas extranjeras, ese hoyo fiscal será rellenado con un aumento generalizado de impuestos y el gobierno, atendiendo las recomendaciones de la OCDE, buscará elevar a 22 puntos la tasa del IVA, incluyendo alimentos y medicinas.
Por ende, dijo Anaya, será la mayoría de mexicanos que con más sacrificio, esfuerzos y recursos, los que paguen en última instancia este gran atraco a la nación, que ha significado entregar en bandeja de plata el petróleo al extranjero. Pero además, advirtió, esta medida pondrá en grave riesgo la seguridad nacional, pues México queda obligado a satisfacer las necesidades energéticas de Estados Unidos, y si ahora se estiman reservas para 30 años, buscarán saquearlas en 15 años.
Y sí, asentó Anaya, es cierto que habrá más empleos y desarrollo, como dice la propaganda oficial, pero en Estados Unidos, Alemania, Japón, y puede ser que hasta en China, por el crecimiento de las industrias de refinación, petroquímica básica y petroquímica secundaria, mientras en el territorio mexicano sólo quedarán hoyos, contaminación, enfermos y tuberculosos.
Volveremos a la situación previa a la Expropiación Petrolera de 1938, viviremos un retroceso al Porfiriato, de lo cual no había ninguna necesidad, porque el petróleo promedió este año un precio de cien dólares por barril en los mercados internacionales y el costo de extracción con ineficiencia, con corrupción por las demasiadas concesiones a la dirigencia petrolera, es de apenas diez dólares.
Anaya señaló que muchos mexicanos no se han percatado de la gravedad del momento que atraviesa el país, pero se darán cuenta cuando sientan que ya no habrá recursos para educación, salud, e infraestructura, y sepan que lejos de bajar, subirán los precios del gas, de la luz, y de todos los productos básicos, además de que subirán los impuestos.
Agregó que para revertir la contrarreforma en el futuro, por un gobierno nacionalista o de izquierda, se va a necesitar mucha lucha popular y una compleja situación de litigio, porque las controversias no se van a dirimir en el marco de las institucionales nacionales, sino en las cortes internacionales, lo que pone al país en gran desventaja, porque todos los organismos internacionales, como la OEA, ONU, o las cortes de la Haya, son instrumentos al servicio del imperio estadunidense para defender sus intereses.
“Apenas empieza esta lucha de reivindicación del pueblo mexicano para derrotar estas reformas que significan claudicar, traicionar a la patria, muy similares a las que hizo Santa Ana al entregar a Estados Unidos más de la mitad de nuestro territorio”, agregó el dirigente del PT.
Estimó que con todos estos golpes a la economía y al bienestar popular, la gente terminará por tomar mayor conciencia, y recuperar la riqueza petrolera, pues de hecho según diversas encuestas, un 80 por ciento rechaza la privatización del petróleo.
“El artículo 35 de la Constitución establece el derecho a la consulta popular, y las fuerzas nacionalistas y de izquierda lucharemos porque en 2015 la población resuelva que el petróleo regrese a los mexicanos”, asentó Anaya.
El diputado federal por el PT, dijo que el panorama se antoja muy difícil para 2014 y años venideros, porque hay un proyecto de restauración autoritaria del modelo del PRI que prevaleció en los años 60, “esperamos un endurecimiento, el dinosaurio regresa potentado, con avidez de acabar con el sistema de partidos políticos y restaurar el sistema de partido único”.
Su pretende, expuso, continuar con la fórmula porfiriana de la cultura del fraude como mecanismo para ganar los espacios que hoy no tienen y mantenerse en el poder a toda costa. “Vamos a ver a los cuerpos policiacos, incluso al Ejército, reprimir al pueblo mexicano; no hay eficiencia para combatir al crimen organizado, pero sí piensan en una gran eficiencia para reprimir la protesta pública, y hay intentos de criminalizarla, violentando la libertad de expresión y la libre manifestación de las ideas que ampara la Constitución.
Comentó que las fuerzas gobernantes, quieren revivir artículos de corte fascista en el Código Penal Federal (145 y 145 bis), que establecían el delito de “disolución social”, y señalaban que cualquier persona por tener una idea o un pensamiento, una posición que pudiera generar alguna forma de protesta o disturbio social, podría ser encarcelado. Esto llevó a la cárcel a destacados luchadores sociales como Demetrio Vallejo, Valentín Campa y el intelectual Eli de Gortari, pero esa legislación fascista fue derogada, producto del movimiento de 1968, explicó Anaya.
“Hay una restauración autoritaria del viejo PRI, se esperan situaciones de persecución y acoso policiaco contra las fuerzas democráticas y de izquierda”, y ahora se pretende imponer una ley antiterrorista “por mandato de Estados Unidos”.
En suma dijo Anaya, el priismo que capitalizó la Revolución Mexicana, que costó de un millón de muertos, ha traicionado sus planteamientos fundamentales, pues se trató de un movimiento profundamente nacionalista que rescató las riquezas nacionales que estaban en manos de extranjeros: agua, bosques, tierras, petróleo, gas y la soberanía de las aguas nacionales; pero ahora ya no nos queda nada.
