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1577 13 Mayo 2014

 

MUROS Y PUENTES
De esport en la Casa Blanca
Raúl Caballero García

Dallas.- Algunos pensamos que la de ayer en la Casa Blanca debió ser para José Mujica –presidente de Uruguay– una de esas incómodas ocasiones en que se obligó a vestir un traje formal... si bien sin corbata. En la Oficina Oval el ex guerrillero tupamaro aceptó, para beneplácito de su contraparte estadounidense, acoger en Uruguay a seis prisioneros de Guantánamo.

Eso como un gesto de buena voluntad, que abona al cierre de esa prisión, una de las promesas incumplidas de Obama y que hoy por hoy busca sacársela de encima por diferentes medios... los presos en Guantánamo, espera, serán acogidos por una docena de países.

“Pepe” Mujica fue uno de los dirigentes tupamaros, luego de un periodo de clandestinaje, pasó duros años en prisión, y a mediados de los ochenta sale libre en una amnistía; luego con compañeros de izquierda crean el Movimiento de Participación Popular; en coalición con varios partidos progresistas es electo diputado, años después asume un escaño en el Senado. Se vuelve un político popular porque sus ideas no sólo son notables sino se materializan en favor de la gente.

En noviembre de 2009 es electo presidente de la República Oriental del Uruguay. Él y su esposa, la senadora Lucía Topolansky -también ex guerrillera- viven en una “chacra” (en un rancho modesto) donde cultivan flores para venderlas en los mercados de Montevideo. Mujica donó el 90 por ciento de su salario a fines benéficos. Se desplaza en su propio viejo Volkswagen de su casa al despacho presidencial. Uno de los ejes desde el principio de su gobierno ha sido la educación, hoy le ha pedido a Obama un intercambio de maestros estadounidenses, pues quiere que los maestros vayan a su país porque “los estudiantes uruguayos que se vienen a estudiar a EU encuentran más oportunidades acá y se quedan”, lo cual significa una pérdida para el Uruguay.

En 2012 en tanto que sus contrapartes latinoamericanos comenzaban con tibieza a “tocar el tema” de la legalización de las drogas, Mujica propuso legalizar la mariguana, despenalizar su consumo y su comercio, todo lo cual fue aprobado. Y si bien en la conferencia de prensa respecto a su encuentro con Obama, ninguno hizo alusión a que tocaron el tema, uno es dado a pensar que el estadounidense estará interesado en saber cómo ha funcionado tal legislación en Uruguay, pues en los EU en varios estados ya entraron en vigor legislaciones parecidas y previsiblemente acciones similares se vienen abriendo paso en otras partes del país.

 Por su parte, Obama agradeció lo hecho por Mujica en torno al respaldo a los derechos humanos y su impulso a la paz lo mismo en Haití que en África. La Casa Blanca había anticipado sus intenciones de reforzar sus relaciones con gobiernos “de izquierda moderada” como Brasil, Chile y el Uruguay de Mujica, quien llegó a Washington con una comitiva que es parte de su gabinete, quienes ya discuten con representantes estadounidenses, encabezados por Joe Biden, tratos comerciales y la eliminación de visas para que uruguayos puedan ingresar a EU sin ese requisito.

Mujica también le ofreció un consejo a Obama, le dijo que Estados Unidos –a la par de América Latina– deberá ser bilingüe, inglés-español, “sí o sí”.

Escritor y periodista regiomontano, es director editorial de La Estrella en Casa y La Estrella Digital en Dallas/Fort Worth, Texas. E-Mail: rcaballero@diariolaestrella.com Twiter: @raulcaballero52.

 

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