MUROS Y PUENTES
Hacia la pelea estelar
Raúl Caballero García

Dallas.- Un día sí y al otro también, el tema del panorama electoral en EU para 2016 ocupa el escenario nacional pese a que faltan dos largos años, y donde más maromas echan y más empujones hay es en la pista de los republicanos. Pero cada día cobra más fuerza la figura de Jeb Bush.

La edición de ayer (13 de mayo) del portal digital Político aporta una muy elocuente caricatura editorial de Matt Wuerker, para ilustrar un reportaje de Maggie Haberman donde a su vez da cuenta que a la fecha es la familia toda la que viene empujando la decisión de Jeb Bush de lanzarse por la Presidencia (y es que ellos lo han dado a entender en declaraciones veladas y lo han dicho sin decirlo en variadas entrevistas, creando un suspenso que aglutina fuerza para un espectacular destape).

Chorreando ironía en la tinta y colores, en su dibujo Wuerker coloca en el centro del cuadro a Jeb Bush como protagonista potencial para ocupar la silla presidencial. Aparece toda la dinastía de los Bush en torno a un cuadrilátero en cuyo centro se lee “2016”; en primer plano por supuesto está Jeb con una gorra en la mano que porta el número 45 (ojo, no se la ha puesto), los dígitos corresponden al número del presidente sucesor de Obama; del otro lado del ring recargado en las cuerdas con aire de “complaciente y experimentado” entrenador de box vemos a George W. Bush (quien ya salió a decir en público que sobre la carrera por la Casa Blanca le puede dar consejos a su hermano menor). W. aparece con su respectiva gorra con el número 43.

Hacia el otro lado del protagonista, de derecha a izquierda están su esposa Columba y luego su madre Bárbara Bush, ambas con los brazos cruzados, como evaluando satisfechas lo que hacen “los chicos” en la arena nacional; le sigue Bush padre, venerable y sentado, gorra puesta con su número 41, dando “like” con la mano zurda y sonriendo de una manera paternal y un tanto socarrona. En el extremo es notable que el hijo de Jeb, George Prescott Bush, aparece dando “like” con la derecha, sonrisa amplia y un premonitorio 48 en su gorra... (George P. Bush ya está metido en la calistenia política de Texas, pues logró la nominación de su partido para ocupar la oficina de Comisionado de Tierras en las contiendas de este año), pero el momento estelar que se aproxima es el de su padre, aparentemente, quien en el cartón observa de reojo a su hermano, esboza una sonrisa, y enarbola la gorra con la mano derecha. La composición del rostro de Jeb es un guiño, un mensaje implícito entre hermanos, un tanto vanidoso, un tanto coqueto, que deja entrever que está como a punto de subirse al cuadrilátero.

La descrita caricatura se titula “Jeb 2016: Los Bush dentro de la pelea”. Con todo Jeb no se ha pronunciado abiertamente. El lunes, ya el mismo presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, declaró ante los miembros de la Cámara de Comercio Hispana de San Antonio Texas que él desde hace tiempo viene instando al ex gobernador de Florida para que busque la nominación presidencial de su mutuo partido. Colectivamente se viene pintando la declaración que Jeb se guarda. Todo mundo ya lo sabe sin saberlo. El reverso del silencio acaso le dé más fuerza al momento de la declaración. De todos modos desde hace meses diversas encuestas, por otra parte, le dan una ventaja a Jeb Bush, que lo sitúa muy por encima de los posibles contrincantes. Ahí está pues ya el ring esperando a que se imprima el cartel republicano con el nombre del retador.

En la esquina demócrata, todo indica que será Hillary Clinton la que defenderá la Casa Blanca. Es un pleito cantado, pero falta el cartel y desde luego la contienda preliminar –esa danza pogo entre todos los aspirantes republicanos, al son de los ultras del Tea Party– de la que seguramente el nominado saldrá maltrecho y con moretones.

Escritor y periodista regiomontano, es director editorial de La Estrella en Casa y La Estrella Digital en Dallas/Fort Worth, Texas. E-Mail: rcaballero@diariolaestrella.com Twiter: @raulcaballero52.