MALDITOS  HIPSTERS
Vamos por récord Guiness de obras atrasadas
Luis Valdez

Monterrey.- Los egipcios se burlarían en nuestra cara si supieran lo que nos tardamos en construir un paso a desnivel o una joroba como la de Lázaro Cárdenas y Garza Sada. La ciudad que se construye y deconstruye va en reversa. Cuando entré a la escuela secundaria tenía que pasar el Río La Silla por un puente que sólo me duró tres semanas. El Huracán Gilberto se llevó la construcción de metal y concreto y no volvimos a tener un puente hasta después de 7 años.

Durante un buen tiempo las constructoras hacían y deshacían avenidas, puentes peatonales, jorobas y otros proyectos urbanísticos, con atrasos que incluso vistos ante la prensa eran normales. Días como aquellos en que Natividad era gobernador del estado, encendieron mecha para que la constructora de su suegro ganara un titipuchal de lana y recordara los años de gloria en que su padre era el que le compraba los uniformes a todo el equipo de beisbol de los pequeños campeones. Pepe Maiz se relamía los labios y construía un puente por aquí, un puente por allá.

Pero esta ciudad ahora tiene otros colores. El PAN en la alcaldía de Monterrey, el PRI en la gubernatura de Nuevo León. La alcaldesa cuenta cada noche las casas que va adquiriendo y algún día venderá (menos a Benjamín Clariond, porque paga poco) y el gobernador va y viene de la frontera, porque prefiere vivir en Texas que en su propio país. Si nosotros fuéramos alcalde o gobernador, puede que tampoco veríamos más allá.

En mi caso, lo único que veo es un boquete en plena avenida Lázaro Cárdenas. Una fosa que se llena de agua cada que llueve y atrasa la obra cuatro meses más. ¿A dónde nos llevará eso? ¿A una ciudad que además de estar balaceada ahora parece bombardeada?