Exportación de ponzoña
Hugo L. del Río

Monterrey.- Juan José López Gómez y Adolfo León López Marín viajaron desde Sinaloa hasta San Pedro Sula, Honduras, una de las ciudades más peligrosas del mundo. No estaban haciendo turismo. Las autoridades hondureñas y los capos de otros cárteles están convencidos de que en las inmediaciones del supermercado PriceSmart, los sicarios del chapo Guzmán tienen un escondite donde almacenan millones de dólares en billetes y joyas; una cantidad considerable de narcóticos y un arsenal de cuernos de chivo, misiles y granadas de mano.

Los dos sinaloenses, al parecer, tenían instrucciones de traer el sucio tesoro a México, con la complicidad del gobierno hondureño y sicarios de otras bandas. No pudo ser. Los dos sinaloenses fueron acribillados y su muerte marcó, desde hace pocos días, el inicio de una batalla alrededor del establecimiento comercial. Al momento han muerto diez personas: seis hondureños y cuatro extranjeros.

Gracias a las habilidades de los narcos mexicanos en el ramo de la mercadotecnia, en San Pedro Sula no se aburre nadie. La policía reportó el hallazgo de 600 mil dólares en una casa allanada. La banda de “los chirizos” fue desmantelada después de meses de secuestros y extorsiones: entre los once malevos, había siete menores de edad, el más chico, de nueve años. “Los chirizos” son hondureños pero su modus operandi es mexicano: son los aztecas quienes les enseñaron a reclutar niños.

El narcopulpo mexicano se está adueñando de Centroamérica. Costa Rica, que era una República ejemplar, ya está infectada: se denunció que el Poder Judicial come de la mano de los traficantes de drogas. Naturalmente, la más afectada es Guatemala. En los sectores de Chimaltenango y Totonicapán han sido asesinadas 30 personas en lo que va del año. Los crímenes los cometen binomios que se desplazan en motocicletas y que dejaron, además, 21 heridos. La cifra asusta, porque en las mismas regiones, en todo el 2013 hubo 34 asesinatos. En San Cristóbal fueron detenidas cuatro personas con un alijo de drogas y en Chiquimula sayones armados con AK-47 y AR 15 ultimaron a una persona y lesionaron a dos. 

Sólo en la capital guatemalteca han sido detectadas setenta bandas dirigidas desde las penitenciarías: los pandilleros se dedican al asesinato de rivales o inocentes, el tráfico de narcóticos, la extorsión y el secuestro. En todos estos casos llaman la atención la juventud de los hampones, tanto hombres como mujeres –casi todos en los veinte años– y la presencia de niños.

Aleluya, mexicanos. Tenemos motivos para sentirnos orgullosos. Exportamos asesinos, quienes aseguran el traslado de las sustancias prohibidas, primero a México y luego a Estados Unidos. Los barones del veneno ya crearon varias megacorporaciones orientadas a la exportación de su ponzoña. En otra nota repasaremos sus actividades en Europa. Vestimos a la muerte con traje charro.

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Desde luego, la mujer tiene derecho a abortar. Es su cuerpo, es su vida.

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