ANÁLISIS A FONDO
Subcampeonatos de la desigualdad
Francisco Gómez Maza

México, un paradigma de la desigualdad económica
Vía libre para las secundarias en Telecom y petróleo

Ciudad de México.- Mientras se reunía este jueves el Congreso General en su segundo periodo extraordinario de sesiones y terminaba con los pendientes de la reforma político electoral, y el director del Banco de México, Agustín Carstens, presumía de las bondades del Fondo del Petróleo para la Estabilidad y el Desarrollo, la OCDE daba a conocer  un dato que no por conocido desde siempre deja de ser ignominioso.

Que entre los miembros más desiguales miembros de esa organización, México es el segundo, después de Chile, más desigual económicamente:

De acuerdo con el estudio Desigualdad Creciente, ordenado por la OCDE que maneja el mexicano José Ángel Gurría Treviño, mientras el 10% de la población de menores recursos en México concentra 1.2% de los ingresos totales en el país, el 10% más rico tiene el 36.7%. Cual debe ser en una economía de mercado. ¿O no? Quién dijo que en el capitalismo tendríamos que ser todos iguales. Nada más eso faltaba.

El más desigual, según el reporte es Chile, pues mientras el 10% de su población de menores recursos tiene 1.5% de la riqueza nacional, el 10% del segmento poblacional más rico concentra 40.9%. Hay que recordar que Chile fue un paradigma de éxito para los gobiernos mexicanos. Ambos dos siguen estando en la olla, sin resolver este asunto vergonzoso de la pobreza y la inequidad.

Estados Unidos, la economía número uno del mundo también presenta una diferencia importante entre ambos segmentos de la población. 10% de su población de menos recursos tiene 1.7% de la riqueza nacional, mientras que el 10% más rico tiene 28.4%. Cosas del capitalismo, de la economía de mercado, del liberalismo económico, del neoliberalismo, de las leyes de la oferta y la demanda, de las leyes de la necesidad y del abuso.

Pero esta información no llegó al Congreso mexicano. Hoy ambas cámaras inauguraron el segundo periodo extraordinario de sesiones para concluir con el tema de la reforma político electoral. Aprobaron tres dictámenes. La derogación del llamado “haber de retiro” para los magistrados del Tribunal electoral, que causó tanto revuelo e indignación en los medios. La Ley General en Materia de Delitos Electorales. Y la Ley General de Partidos Políticos, una cuestión controversial que no dejó satisfechos a los diputados del PAN. Los panistas están seguros  de que esta ley favorecerá a los partidos pequeños.

El Senado, por su parte, abordó exclusivamente, y lo aprobó, el Estatuto del Gobierno del DF, para que la Asamblea Legislativa pueda legalmente homologar la legislación local a las nuevas leyes electorales.

Pero no fue todo durante la jornada. Las Comisiones Unidas de Hacienda y Energéticos, recibieron al gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, quien habló de las bondades del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, que viene uncido a la reforma energética.

Este instrumento, al decir de Carnstens, tendrá como principal función la inversión del ahorro de largo plazo proveniente del excedente de la renta petrolera, así como fungir como fondo de estabilización de los ingresos del gobierno federal.

Al fondo le corresponderá recibir los ingresos derivados de las asignaciones y contratos adjudicados a empresas del Estado y particulares, para llevar al cabo las actividades de explotación, exploración y extracción del petróleo y demás hidrocarburos, según sea el caso.

La aprobación de las leyes secundarias en materia de Telecomunicaciones y las de energía, aún no dictaminadas por el Senado, tendrán que esperar mejores momentos, luego de las pequeñas tormentas que se dan en las comisiones senatoriales.

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