Suscribete
 
1610 27 Junio 2014

 

Teoría científica que explicará el triunfo de México sobre Holanda
Eloy Garza González

San Pedro Garza García.- Se supone que una vida ordenada, disciplinada y previsible como la que llevan los jugadores holandeses conduce tarde o temprano al éxito en la cancha. Y que una vida incrédula de las virtudes del orden, como los mexicanos, arrastra inevitablemente al fracaso. Pero un financiero de origen libanés, Nassim Nicholas Taleb opina todo lo contrario: para él, los seres humanos se benefician mejor de lo imprevisible, de la volatibilidad y de los hechos inesperados.

En parte, esta teoría explica los sucesivos e imprevistos triunfos de nuestra selección nacional y el caso hipotético de que podamos vencer a Holanda el próximo domingo.

Para Taleb, exponerse continuamente a la incertidumbre, el desorden y el azar genera grandes beneficios a las personas que piensan así. El autor los denomina “antifrágiles”. Los jugadores comandados por Miguel “Piojo” Herrera son antifrágiles. Los gladiadores holandeses, en cambio, son robustos. 

Según Taleb es mejor la antifragilidad que la robustez, porque mientras ésta resiste los golpes y permanece igual (se le llama resilencia), lo antifrágil se adapta a cada golpe y se reinventa con el tiempo: la cultura, los sistemas políticos, las innovaciones tecnológicas, el éxito económico, el desarrollo empresarial y hasta las recetas de cocina se benefician mejor siendo antifrágiles que robustas.

A lo antifrágil, como lo son el “Piojo” Herrra y sus muchachos, les encanta lo aleatorio y lo incierto; afronta lo desconocido, los alienta a acometer cosas sin entenderlas del todo y obtiene logros (o goles) de cada suceso inesperado o de cada crisis, lo cual es lo opuesto a tratar de evitar lo aleatorio mediante técnicas como la predicción, el pronóstico y las gestión de riesgos, herramientas a las que son muy afectos los jugadores de Holanda.

A largo plazo, las técnicas de robustez han fragilizado la economía, la salud, la vida política y la educación, como sucede en todos los países de Europa. Y eso por pretender eliminar ingenuamente el azar y la volatilidad, como no lo ha hecho el “Piojo” Herrera desde que era un niño peleonero de la colonia Narvarte.

No niego que la tesis de Taleb es polémica. Pero en nuestras actuales circunstancias deportivas, hay que agarrarnos a cualquier clavo ardiendo de carácter científico. Otra opción es encomendarnos devotamente al santo que más queramos, al cabo se trata de ganarle a Holanda el próximo domingo, a como dé lugar.

 

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

 

15diario.com