Suscribete
 
1620 11 Julio 2014

 

ANÁLISIS A FONDO
Los asuntos incómodos del Congreso
Francisco Gómez Maza

El nunca jamás entre periodistas y políticos
Mezcolanza del agua y el aceite

Ciudad de México.- Los asuntos políticos y legislativos del momento mexicano, sin respuestas satisfactorias, afloraron este jueves desde el podio de conferencias de prensa del palacio legislativo de San Lázaro, luego de que los diputados le dieron un nuevo marco legal al negocio de las telecomunicaciones, y en su espera ansiosa de que el Senado apruebe la letra chiquita de la reforma que permitirá a millonarios extranjeros entrarle al plan de negocios de Petróleos Mexicanos.

Y a propósito de tales temas, se hizo notoria la realidad viviente de las relaciones entre la prensa y el poder; entre los periodistas y los políticos; entre quienes plantean preguntas a modo y reciben respuestas falsas; entre quienes plantean interrogantes incómodas y sólo oyen el silencio o la evasividad como respuesta.

¿Los asuntos? Variopintos: las reformas estructurales –la de telecomunicaciones y la energética–; el registro del Movimiento de Regeneración Nacional, el Morena del señor López Obrador; la doble camiseta de algunos simpatizantes del tabasqueño que nadan en dos aguas; las agresiones de algún albiceleste a periodistas.

Día de conferencias de prensa en ese sitio paradigmático de la Cámara de Diputados, también llamado por los periodistas el Chacalódromo, porque cuando entrevistan a algún personaje de la política, en el pasillo o en la banqueta, se dice que lo chacalean. De chacal.

La ronda se inició con la presencia del presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, el panista michoacano José González Morfin (apellido que no tiene nada que ver con aquellos panistas de prosapia).

El panista se mostró ufano, satisfecho, de la aprobación de las leyes secundarias de las telecomunicaciones. Un verdadero creyente en que los diputados del PRI y del PAN le dieron a los mexicanos las leyes que les adeudaban. Habló por todos, muy satisfecho, aunque las bancadas de las izquierdas no quedaron nada satisfechas del resultado y opinan todo lo contrario.

Ahora, y es la convicción de priístas y panistas que en mayoría aprobaron las leyes, los ciudadanos y el público en general gozarán de enormes beneficios como usuarios del teléfono residencial, del celular, de la pantalla de televisión de paga, de la Web.

Habló también de que los diputados del PRI y del PAN, del Verde y de Nueva Alianza están en espera de que la semana venidera el Senado haya aprobado la reforma energética, para que la Cámara de Diputados la esté aprobando tal vez dos semanas después. Y también podrá durar 20 horas el “debate” para que las secundarias energéticas sean aprobadas y Pemex pueda asociarse con los extranjeros en su plan de negocios.

Salió también el otrora monotemático asunto López Obrador, a quien una de las instituciones que mandó al diablo (¿lo recuerdan?) –el ahora Instituto Nacional Electoral– le concedió el registro a su partido –Morena– con todas los derechos y prerrogativas para participar en los procesos electorales.

Varios diputados y senadores navegarán ahora, formalmente, entre dos aguas, la del partido por el cual son legisladores, como el caso del Movimiento Ciudadano, e inclusive el PRD y el PT, y los lopezobradoristas. Pero no renunciarán a la dieta legislativa, aunque digan que la Legislatura actual (la LXII) sea la más mediocre de la historia del Congreso. Tienen derecho, como lo tiene cualquier hijo de vecino de solicitar el registro de cualquier pinchurrienta Organización No Gubernamental dedicada al cuidado de las sirenas de los pantanos de Centla. Lo explicó, obviamente que no con esta saña y veneno, el diputado por ahora ciudadano Ricardo Monreal Ávila.

Y lo que más les enfada a los periodistas. Que la agresión de una de las regidoras del PAN contra reporteros que cubrían información en la sede nacional del PAN es un hecho aislado, cuando usted sabe que en política no hay hechos aislados.

En fin, una relación en la que todo el mundo se usa. El periodista a modo, usa sus preguntas para congraciarse con el político; el periodista profesional, haciendo preguntas incómodas que el político responde a medias o evade. Y el político, intentando usar al periodista para hacerse propaganda, a él y a su partido. Verdaderas relaciones enfermizas.

Así transcurrió otro día en la vida que se vive en las Cámaras.

fgomezmaza@analisisafondo.com
www.analisisafondo.com
@AFDiario @analisisafondo

 

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

 

15diario.com