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1633 30 Julio 2014

 

Armando Joel Dávila y la escritura de los maestros de la UANL
Ernesto Castillo

Monterrey.- En diferentes momentos hemos expuesto cómo la escritura de los maestros del Nivel Medio Superior de la UANL es creativa y reconocida, y es así porque a través de los cuentos, poemas, ensayos o crónicas que publican reflejan recursos estéticos relevantes y sus temáticas responden a situaciones de  diversa índole; motivos por los cual su producción literaria es reconocida a nivel local, nacional e internacional.

Prueba de lo anterior son las traducciones al inglés y francés de algunos textos del maestro Ricardo Martínez, del reconocimiento a Hermilo Cisneros por su constancia en la elaboración de “calaveras poéticas”, la edición de libros a nivel nacional con la temáticas de leyendas norestenses por parte de Rafael Olivares, o los ensayos políticos a favor del voto de Jesús Ibarra Salazar.

Dentro de este abanico de escritores del Nivel Medio Superior de la UANL está la producción literaria del maestro Armando Joel Dávila (La Ascención, Aramberri,  Nuevo León, 1952), autor egresado de la Escuela Normal Superior del Estado “Moisés Garza” en la especialidad de Lengua y Literatura Española y egresado de la Licenciatura en Letras Españolas de la facultad de Filosofía y Letras de la UANL.

Dentro de su producción literaria están: A la orilla del sueño (1977), El escorial  y otros poemas de amor (1987), La huella del relámpago (1991), La palabra y la herida (2000) y La ruta vertical (2008).

Es importante señalar que en una institución educativa, ya sea de preparatoria o facultad, los maestros regularmente son facilitadores del aprendizaje, es decir, trabajan con el conocimiento y bajo diferentes estrategias divulgan el mismo, otra parte importante de ese proceso es que en esa  dinámica se reflexiona, se analiza y se comienza a escribir sobre determinada teoría del aprendizaje o sobre aspectos didácticos en general.

Por lo anterior, surgen las publicaciones en las instituciones educativas, las publicaciones universitarias son algo inherente a su desarrollo educativo ya que los maestros escriben porque disienten de determinado tema o necesitan dar a conocer sus poemas, sus cuentos, entre otras inquietudes intelectuales.

Hojas de Cultura  fue una publicación de la Preparatoria 16 que surgió a mediados de la década de 1970, espacio editorial en el cual Dávila publica sus primeros poemas, gracias a la invitación del arquitecto Alfonso Reyes Martínez, quien coordinaba la misma y fungía como directora de la institución la doctora Silvia Mijares Mendoza.

Posteriormente colabora para la revista Cathedra, Diáfora, Fronteras, Revista de Bellas Artes, Reforma Siglo XXI, Diálogos, Nueva Salamandra, Armas y Letras, entre otras publicaciones.

Fue editor de libros independientes, corrector de libros, articulista en diferentes periódicos locales y su trayectoria puede leerse en el Diccionario biográfico de escritores de Israel Cavazos Garza, en la Antología de la Poesía de Nuevo León de Eligio Coronado y en la obra Poesía en Monterrey; además  subdirector de la Dirección Acción Cívica y Editorial del gobierno de Nuevo León y Director de Publicaciones de la UANL en 1996.

La anterior trayectoria permitió que se le entregaran dos reconocimientos: “Medalla al Mérito Cívico José Silvestre Aramberri” (1993) y “Premio a las Artes UANL 2006”.

Dávila fue maestro de la Preparatoria 16 durante los últimos cinco años de la década de 1970, posteriormente pasa a la Preparatoria 1 y retorna a la Preparatoria 16, en la cual se jubila.

¿Qué sentido tiene que un maestro del Nivel Medio Superior de la UANL escriba? ¿A quién sirve eso? ¿Y qué ganan las autoridades cuando un maestro escribe y edita su producción literaria?

En párrafos anteriores apuntamos que el maestro escribe porque reflexiona sobre su práctica docente, su trabajo con el conocimiento lo involucra en producir –en la medida de sus circunstancias– también conocimiento, y en ese proceso hace observaciones, disgrega, disiente, se aventura a desarrollar esa etapa de ser pensante.

Por otra parte, los maestros de preparatorias y facultades escriben porque uno de los principios sustantivos de la UANL es hacer y divulgar la cultura, esa inquietud por escribir, promover y divulgar la cultura en cualquiera de sus manifestaciones contribuyen al grado de universalidad que tiene la máxima casa de estudios.

A través de la escritura, los autores van registrando lo que ocurre en su momento histórico, los cambios en los diferentes ámbitos de la sociedad;  y a su vez describen su entorno con una visión distinta, aportan otros elementos a la misma realidad desde otra perspectiva. Por ejemplo, qué nos quiso decir Dávila cuando escribió el siguiente poema:

Rescoldos del mezquite

El mezquite sueña caminos
que inventa la soledad

Su desnudez transfigura
atrae como medusa
el invierno lo petrifica
manchas feroces cubren sus ramas

 

Filoso
reptante mezquite
desata semillas hogueras
en mitad del desierto
Y como fénix
renace en la primavera
                                                         (La huella del relámpago, 1991, p. 63.)

En principio un ecologista apoyaría la divulgación del anterior texto por todo lo que representa una planta endémica y emblemática de nuestra región. En segundo lugar, el anterior texto es una forma de reconocer el lugar y plantas donde el poeta nació; creció junto a ese metabolismo del mezquite y por eso el misticismo del texto.

El poema también es una vuelta al pasado, a la historia y al contexto regional en donde vivió sus primeros años; su memoria no lo traiciona y recrea una de las referencias del pasado sobre el cual se sostiene el presente; desde otro punto de vista esto es una referencia mitológica, o mejor dicho: antropológica.
Y la Universidad en sus inicios se forma precisamente para canalizar esas inquietudes del ser humano, del docente que se vuelve un profesionista y el cual, además de facilitar el conocimiento, ofrece una perspectiva estética de su entorno; acude al presente o al pasado para consignar con otra visión la misma realidad.

Además de los anteriores aspectos desarrollados, el escritor sostiene su texto con una estructura contemporánea. En la construcción del mismo se refleja que abrevó de las poéticas contemporáneas y eso le da otra dimensión. Y decimos que abrevó de las poéticas contemporáneas porque no utilizó la rima que distingue a la poesía tradicional y existe irregularidad en el uso de las sílabas de cada verso.

Apeló a las formas contemporáneas en donde el ritmo se da a partir de la configuración de los recursos poéticos, es decir, el ritmo del pensamiento.
Hacer lo anterior también significa ser un hombre de su tiempo, asimilar lo que ocurre en su momento histórico y responder a ello para no convertirse en algo obsoleto.

Desde los anteriores argumentos nuestros escritores del nivel medio superior se desplazan desde el concepto de la interdisciplinariedad; su producción literaria está relacionada con diferentes ámbitos del conocimiento.

Las anteriores justificaciones pueden comprenderse desde una visión práctica, y con ello responder al contexto de para qué escriben los maestros del nivel medio superior.

El discurso poético con la temática afectiva o sentimental es otra manifestación intelectual de los maestros escritores del Nivel Medio Superior de la UANL.

El discurso afectivo
Los nombres de los maestros Myrna Cisneros, Ricardo Martínez, Graciela Salazar, Carmen Roque, Roberto Guerra y Armando Joel Dávila son algunos de los representantes de esta temática que desarrollan con propuestas relevantes.

Autores que con diversos recursos literarios y planteamientos distintos al abordar la temática afectiva buscan perpetuar el discurso amoroso que ha dado vida a una cantidad inmensa de obras literarias. Tópicos en donde priva la decepción amorosa, la amistad, la soledad, la comunión conyugal, el encuentro y desencuentro, entre otros.

Al respecto, escribe Armando Joel Dávila:

Tu risa siempre
fluir de aguas claras
del río que duerme
cantando.

Secreta fuente que late,
quehacer de la tierra,
risa nacida,
nunca tregua al oído,
remaje de sombra
de mi paso por el mundo.
                                            (El escorial y otros poemas de amor, 1987, p. 11.)

La poesía amorosa o sentimental es la temática que prevalece en los escritores del área metropolitana de Monterrey, contexto que no es ajeno a  los profesores escritores del Nivel Medio Superior de la UANL.

El título de El escorial y otros poemas de amor de Dávila, es el ejemplo más inmediato; en ocasiones, el título del libro no es alusivo, pero al revisar los índices los ejemplos son abundantes.

Por ejemplo, en la obra de Ricardo Martínez podemos leer el poema “Santo remedio”, en donde hace toda una descripción de lo importante que son los besos en las relaciones humanas; o en el poema “Vacío”, en el cual la maestra Myrna Cisneros hacer referencia al amor.

Desde la anterior perspectiva los maestros escritores dan cuenta de sus sentimientos amorosos y con distintos recursos estilísticos registran su mundo interior.

En el último poema citado de Dávila la temática no hace referencia a la flora que lo vio nacer, no. Ahora discurre sobre un aspecto afectivo, su estado emocional se materializa a través del lenguaje y con ello identificamos su mundo interior; la algarabía del estado amoroso, el encuentro afectivo como sinónimo  de ser y vivir en un mundo terrenal.

Entonces los maestros escriben y quieren ver publicados sus textos, para que otras personas que no lo hacen se identifiquen con la presente temática, porque viven o vivieron una situación similar, pero los maestros escriben porque ello se vuelve una necesidad y es importante lanzar al mundo las imágenes literarias que provocan los encuentros o desencuentros afectivos.
De ahí el éxito comercial de múltiples canciones populares que abordan la temática amorosa y que tienen la estructura de un poema; regularmente el comercio ofrece canciones en donde el tema es cursi o poco trabajado estilísticamente, pero el asunto es mitigar a través de la palabra y la música el dolor o felicidad de los receptores.

Cada generación busca sus recursos estilísticos para dar cuenta de su mundo interior, pero ante todo, buscan perpetuar su idea del amor; sentimiento que se reviste en cada autor y en donde el éxito o fracaso del discurso amoroso está en función de la diversidad de recursos imaginarios que se utilicen.

En el último poema citado de Dávila, el autor acudió a recursos estilísticos contemporáneos para revistar el amor: versolibrismo, musicalidad del texto a partir de los recursos imaginarios y en términos generales a través de su texto se aprecia un menor número de recursos lingüísticos para lograr un mejor impacto estético.

Entre otras razones, los maestros del nivel medio superior de la UANL deben escribir para perpetuar un ejercicio intelectual milenario, para dar cuenta de su entorno y disentir o no, para reflexionar sobre su práctica docente, pero ante todo, para hablar de su mundo interior, de su fuerza interior que los dimensiona y los ubica como personas comprometidas en el horizonte de su discurso intelectual.

                                                                                                           

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