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1635 1 Agosto 2014

 

Mujer rota y continente
Virginia Perez-Santalla

Un libro que impacta el alma de quien lo lee

Miami.- Ah, dirán algunos sin leerlo, otro libro de poemas. ¡Qué lejos de la realidad estarían! No es “otro” libro de poemas. Margarita Hernández Contreras, nacida en Guadalajara, México, es una escritora que obsequia al lector con sus ideas, sus pensamientos, sus sentimientos y, al hacerlo, causa gran impacto en el alma de quien los lee. Una vez que se abren las primeras páginas del poemario, no se puede dejar de lado.

Escrito en verso libre, sin uso de mayúsculas ni puntuación en su mayor parte, inmediatamente logra que el lector se dé cuenta que no va a leer solo por leer, no. Sabrá que el libro es uno que hay que saborear, dedicarle atención a cada poema, a cada estrofa, pensar en ella, visualizarla, dejarse llevar por la emoción. Al leer varios versos sin mayúsculas y de pronto enfrentarse con uno en el que se emplean, el lector siente que lo han sorprendido. Temporalmente, y de modo imperceptible, se le rompe el ritmo de la lectura que, pasada la sorpresa, vuelve a seguir con dedicación. ¿Sería la intención de la escritora destacar ciertas expresiones, darle una sacudida al lector, dejarle ver que la vida cambia?

Sólo ella lo sabe.

Hernández Contreras nos conduce por el camino de sus experiencias como un vendaval. Uno sufre el daño, percibido o real, que la poeta sintió durante las épocas evocadas en esos poemas. En las siguientes estrofas podemos apreciar cómo le afectó que la consideraran gorda durante su niñez.

Diario de la desprotegida

...

sobrevivir en la médula del terror

desoír al cuerpo en su inmediatez

para escucharlo por vez primera

hacerse de oídos sordos

y aguzar el corazón para escucharlo

con sus anhelos secretos

ocultos tras el escudo de carne grasa

 

ay, las lágrimas, ¡cuántas!

nadie sabe, nadie entiende

el arrojo a pesar del abismo que se abre

¿cómo supiste que había que ocultar la gordura,

que eras asquerosa, digna de lástimas, de burlas,

que tenías que esconderte?

 

El dolor sufrido por la niña hecha mujer se siente en lo profundo del ser y uno desea ampararla, protegerla. El poema despierta en el lector la curiosidad de saber si la niña sobrepasó el calificativo hiriente convirtiéndose en una mujer satisfecha consigo misma.

En varios poemas, Margarita nos deja apreciar con gran intensidad diferentes contactos entre un hombre y una mujer. Al leerlos, la pasión y emoción que transmiten estremecerán al lector.

En otros, uno se encuentra con imágenes potentes como si realmente las tuviera delante de sus ojos. Los poemas “Lunaciones” y “Agosto repetido” son ejemplos perfectos, como podrán apreciar en las estrofas citadas a continuación.

Lunaciones

Luna sola

laguna espejo sosegado

jazz en busca de la luna

la ventana abierta con su cortina ondeando

el cuarto iluminado por la llama de la vela

el olor de la canela se abraza al de las rosas

mis manos aves en reposo

se anidan y buscan la tibieza de mi regazo

….

 

Agostos repetidos

soy monumento en los escombros del olvido

la ciudad y nuestra historia, diáfanas alguna vez

ahora son desiertos donde el silencio rueda

largo como la palabra agosto.

 

En su poemario, Margarita Hernández Contreras nos lleva por caminos llenos de emoción dejando intensas huellas en lo más recóndito de nuestro ser. El lector regresará al libro una y otra vez. Cada una de esas veces la lectura dejará una huella diferente y se sentirá siempre agradecido de que la poeta le haya permitido vislumbrar su corazón.

 

Hernández Contreras, Margarita. Mujer rota y continente. Editorial La Zonámbula, Guadalajara, 2014, 102 p.

* Virginia Perez-Santalla es traductora certificada por la ATA (Asociación de Traductores [Norte]Americanos) así como intérprete judicial y de conferencias, certificada por el gobierno de Estados Unidos. Ha servido 11 años como miembro de la Directiva de la ATA.

 

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